En medio de un clima de crecientes tensiones sociales y económicas, diversas organizaciones y líderes comunitarios han lanzado una campaña de boicot contra Target, una de las cadenas minoristas más grandes de Estados Unidos. La protesta, que se extenderá por 40 días, busca presionar a la compañía para que revierta su decisión de reducir sus compromisos con políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI, por sus siglas en inglés). Según informó NewsNation, la iniciativa coincide con el periodo de Cuaresma y exhorta a los consumidores a evitar compras en la tienda, tanto en establecimientos físicos como en línea.
El movimiento está liderado por el reverendo Jamal Bryant, pastor de una megaiglesia en Atlanta, quien ha calificado la acción como “un ayuno por la justicia”. Además de instar a los consumidores a dejar de comprar en Target, la campaña también alienta a los accionistas individuales a vender sus participaciones en la empresa. “Este es un ayuno por la rendición de cuentas. Un ayuno por un futuro donde las corporaciones no cedan ante la presión a expensas de las comunidades marginadas”, señala el sitio web del movimiento.
El llamado al boicot surge en un contexto de creciente presión sobre las grandes corporaciones para que mantengan o refuercen sus compromisos con la diversidad e inclusión. En los últimos años, varias empresas han enfrentado críticas tanto por implementar políticas DEI como por retirarlas ante controversias o presiones externas. Este tipo de protestas económicas refleja un cambio en la relación entre consumidores y marcas, donde los clientes buscan influir en las decisiones empresariales a través de su poder adquisitivo.
Las razones detrás del boicot y la respuesta de Target
El pasado 24 de enero, Target anunció el fin de sus metas de contratación, reclutamiento de proveedores y promoción de mujeres, minorías raciales, personas LGBTQ+, veteranos y personas con discapacidades. Si bien la compañía no estaba obligada a seguir la orden del presidente Donald Trump de eliminar las políticas DEI en el lugar de trabajo, decidió adoptar este cambio, lo que provocó una fuerte reacción por parte de clientes y activistas
Según NewsNation, Target había sido previamente reconocida como una de las empresas más inclusivas de Estados Unidos. La compañía había destinado importantes sumas de dinero a organizaciones que promueven el empoderamiento económico de la comunidad negra y la aceptación de la diversidad sexual. Sin embargo, el abandono de estos compromisos ha generado una ola de críticas y ha impulsado la campaña de boicot.
Otras grandes empresas, como Walmart y John Deere, también han reducido sus iniciativas DEI, pero no han enfrentado el mismo nivel de rechazo. Según expertos, esto podría deberse a la imagen de Target como una compañía abanderada de la inclusión, lo que ha amplificado la indignación entre sus consumidores habituales.
Un movimiento con impacto más allá de la Cuaresma
El boicot no solo se limita al periodo de Cuaresma. Según NewsNation, los organizadores planean reunirse con la junta directiva de Target al finalizar la campaña, el 17 de abril, para evaluar si es necesario avanzar hacia una “Fase 2”. Aunque los detalles de esta posible segunda etapa aún no han sido revelados, el objetivo principal es garantizar que la empresa restablezca sus compromisos con la diversidad e inclusión.
Este movimiento forma parte de una tendencia creciente de protestas económicas, en la que los consumidores utilizan su poder adquisitivo para presionar a las grandes corporaciones. La semana pasada, por ejemplo, se llevó a cabo un “apagón económico” de 24 horas, promovido a través de redes sociales, en el que se instaba a las personas a no gastar dinero durante todo un día, especialmente en grandes cadenas comerciales. Sin embargo, analistas de mercado han señalado que el impacto de esta acción fue limitado. Marshal Cohen, asesor principal de ventas minoristas en la firma de investigación Circana, afirmó que no se observaron cambios significativos en los patrones de consumo durante el evento.
Otras organizaciones también se suman a la protesta
Además del boicot contra Target, otras organizaciones han promovido estrategias para defender las políticas de inclusión en el ámbito corporativo. La NAACP ha instado a los afroamericanos a redirigir su poder adquisitivo hacia empresas que mantienen su compromiso con la diversidad. Entre las compañías recomendadas se encuentran Costco, Apple, Ben & Jerry’s, Delta Airlines, e.l.f. Cosmetics y JPMorgan Chase & Co.. En contraste, la organización ha pedido evitar el consumo en empresas que han retrocedido en sus políticas DEI, como Lowe’s, Walmart, Tractor Supply, Amazon, Meta y McDonald’s.
Un esfuerzo similar ha surgido con el movimiento “Latino Freeze”, que alienta a los consumidores latinos y a cualquier persona interesada a reducir su gasto como una forma de ejercer presión económica. “Latinos y latinas (¡y cualquiera!) dejen de gastar dinero. Mantengan la línea. Todos podemos hacer un gran impacto simplemente reteniendo y no gastando nuestro dinero”, señala el grupo.
Más allá del impacto financiero, un debate social en marcha
El boicot contra Target y otras protestas económicas reflejan un creciente descontento con las decisiones corporativas que afectan a comunidades históricamente marginadas. Aunque el impacto financiero de estas acciones aún es incierto, han generado un debate sobre la responsabilidad social de las empresas y su papel en la promoción de la equidad.
Según NewsNation, estas iniciativas no solo buscan cambios inmediatos, sino también establecer un precedente en el que las compañías sean responsables de sus compromisos éticos y sociales. A medida que se desarrollan estas campañas, queda por verse si Target y otras empresas reconsiderarán sus decisiones o si los consumidores continuarán intensificando sus esfuerzos para exigir un cambio.