Parece increíble, pero el pádel, posiblemente uno de los deportes con más crecimiento a nivel mundial, vive un momento crítico. La elite de la disciplina está en pie de guerra con la Federación Internacional de Pádel (FIP) y con la organización del principal torneo (Premier Padel). Los mejores jugadores del mundo dijeron basta y tomaron la determinación de no participar de las fechas de Gijón y de Cancún, dos torneos de categoría P2. Es que el Profesional Padel Asociación (PPA), que nuclea a las jugadores, asegura que están ante un circuito sin reglas claras, decisiones arbitrarias y una FIP que consideran parcial, ya que entienden que no regulan Incluso, según la PPA, el FIP ya no actúa como un organismo imparcial, sino que no regula las decisiones de Premier Padel.

La solución al conflicto no aparece en el horizonte porque los jugadores parecen determinados a poner un freno a las autoridades y consideran que hay cambios de reglas durante la temporada, que hay compromisos no respetados, y principalmente hay una presión constante sobre ellos para participar en torneos en detrimento de su salud y sus carreras. “Estamos sujetos a decisiones unilaterales sin un marco regulatorio claro y estable”, expresaron los jugadores mediante un comunicado.

La PPA emitió un comunicado para dar los motivos de la ausencia del Top 100 en Gijón, pero tras el cierre de la inscripción del P2 de Cancún, en el que sorprendentemente se inscribieron Juan Lebrón (8°) y Franco Stupaczuk (5°), la asociación de jugadores volvió a demostrar que no van a ceder. Es que FIP y Premier Padel le enviaron a los jugadores una nueva carta en la que anunciaban la vuelta al tamaño de los cuadros de la pasada temporada (la modificación para 2025 era para bajar los costos de los promotores que estaban sufriendo los costos de los torneos), que se pondrá en funcionamiento a partir del P1 de Santiago. A pesar de esta marcha atrás, los jugadores explicaron que no es suficiente para alcanzar un entendimiento, ya que esta fue una de las decisiones que los jugadores argumentan que no deberían haber modificado y que impuso Premier Padel y la FIP sin consultar a los jugadores ya con la temporada en marcha.

La asociación, con Álex Ruiz (17°) a la cabeza, levantó la voz y no dejó espacios para las dudas: “La práctica de pádel profesional se volvió insostenible. No se cumplieron las promesas. Nos encontramos ante un circuito sin normas claras que perjudican nuestras carreras. Nuestra única exigencia es contar con un marco jurídico estable”.

Incluso, los jugadores denunciaron que hace algunos días, varios recibieron cartas amenazantes de Premier Padel y la FIP con posibles sanciones por no participar de los torneos: “Es inaceptable que la FIP como organismo regulador y el circuito actúen como si fuesen una misma entidad con el único propósito de presionar, silenciar y desarticular a quienes defienden los derechos de los jugadores”.

Si bien los jugadores argumentan que no asistir a Gijón no se trató de un boicot, Premier Padel emitió un comunicado en el que las primeras dos líneas son directas y nada conciliadoras: “El boicot colectivo ilegal por parte de ciertos jugadores al torneo de Gijón marca uno de los días más oscuros y autodestructivos en la historia del pádel”. En otro de los pasajes del comunicado desmiente que no es obligatorio participar de un torneo P2: “La PPA afirma con absoluta nula autoridad que los jugadores no están obligados a jugar en los torneos P2, lo cual es sencilla y claramente demostrable falso desde el punto de vista jurídico y fáctico”. Y además, ataca directamente a la asociación: “La PPA afirma cómicamente que existe una ‘falta de compromiso por parte de Premier Padel y la FIP’, lo que ignora una inversión de decenas y decenas de millones de euros en tan solo unos pocos años en lo que es ampliamente considerada por todo el mundo como una de las transformaciones más importantes en el estatus profesional de un deporte en la historia, a través de Premier Padel; y, curiosamente, pasa por alto los pagos directos de 1,1 millones de euros que Premier Padel ha realizado a la propia dirección de la PPA”.

Lejos de bajar la tensión, Premier Padel cerró su comunicado con más furia: “Quizá a algunos se les escape que esto no es un reality show televisivo ni un jueguecito de hacer lobby que desaparece tras emitir un comunicado a los medios. El daño financiero actual a la ciudad de Gijón y las pérdidas comerciales del circuito son reales. La responsabilidad legal y personal asumida por los jugadores es grave y cierta. La reputación del deporte en su conjunto, pero en particular de los jugadores, causada por esta acción, es desastrosa. Y la mayor ironía de todas, los ingresos comerciales, el valor y los intereses de los jugadores serán en última instancia las mayores víctimas de esta acción – donde los jugadores de menor rango son los que sufrirán con mayor relevancia y casi inmediatamente sus efectos”.

Nasser Al-Khelaïfi junto con Luigi Carraro, los hombres más fuertes de Premier Padel y la Federación Internacional, respectivamente

Incluso, Roberto Álvarez, representante legal de Premier Padel, redobló la posición por esta esta postura de los jugadores que se extiende hasta el torneo en Cancún: “En la carta que les enviamos lo que les explicamos es que los jugadores no pueden hacer una acción concertada y colectiva tendente a no jugar los P2, con independencia a la libertad individual que tenga cada uno para jugarlos o no. Esto es contrario a derecho desde un punto de vista contractual y atenta contra lo firmado en su momento de forma clara y directa. Incumple también normativa deportiva, lo cual influye a la FIP, y tendrá las consecuencias que en el ámbito deportivo puedan derivarse de su incumplimiento″.

La respuesta desde la asociación de jugadores se escuchó con la misma fuerza. Porque con Álex Ruiz como el hombre fuerte de la organización, se respaldó la postura de no haber promovido un boicot, ya que dentro de los acuerdos establecidos, la participación en los torneos P2 no son obligatorios, como sí lo son los P1: “No sé por qué se ha instalado la palabra boicot. Stupa (por Franco Stupaczuk) dice que su inscripción es libre e independiente de la PPA. A nivel de junta, apoyamos cualquier decisión de los jugadores a nivel personal. Nunca vamos a obligar a tomar ninguna decisión que afecte al jugador, al pádel y al contrato que hay actualmente”.

En este contexto, en el que los jugadores sostienen que sus demandas son “deportivas, no económicas”, y que el deseo es que la PPA sea “parte real del proyecto del pádel, no solo un organismo consultor”. Por eso en el comunicado que emitió la asociación escribieron: “No queremos quitar poder a la FIP ni a Premier Padel, sino participar en las decisiones y que nadie nos cambie las normas de un día para otro”.

La PPA garantizó que las principales figuras sí participarán este mes en los torneos de Miami y Santiago de Chile, ambos clase P1, en los que sí están obligados a jugar. Pero no parece que sea fácil de resolver esta historia, porque hay posiciones encontradas en puntos claves, porque los jugadores sostienen que no es obligatorio jugar los P2, mientras que Premier dice lo contrario. Y porque los calendarios, los tamaños de los cuadros, las modificaciones en las puntuaciones de los torneos, la Federación Internacional asegura que fue consensuado con los jugadores, mientras que ellos reafirman que no participaron en ninguna de esas determinaciones.

Lo concreto en este conflicto es que un deporte que desde hace años lucha por posicionarse dentro del radar de los principales auspiciantes, que sea reconocido como deporte olímpico y que pretende ser un show convocante en cada punto del planeta, está quedan expuesto por las peleas públicas que cansan a los aficionados que sólo quieren ver el mejor pádel del mundo cada fin de semana. A este ritmo, sólo se multiplica la desconfianza y los organizadores temen que alguna otra medida atente con el torneo, por ejemplo, el que se jugará en la Argentina, en los primeros días de mayo próximo.

Una situación demasiado crítica en el que las partes está pulseando con el futuro de un deporte al que le costó reverdecer y así podría volver a marchitarse.