El Banco Central Europeo se ha vuelto a reunir este jueves y ha decidido bajar los tipos de interés 25 puntos básicos, hasta situar el tipo oficial de referencia en el 2,5%. Se trata del sexto recorte consecutivo del precio oficial del dinero -el primero de 2025- y suma un total de 150 puntos básicos de ajuste desde junio de 2024.
El Consejo de Gobierno del BCE, reunido por segunda vez este año, también ha rebajado las operaciones principales de financiación (OPF) -las inyecciones semanales de dinero- y la facilidad de crédito -la que presta a los bancos a un día-, hasta el 2,65% y el 2,9%, respectivamente.
La decisión de reducir los tipos se basa en que “El proceso de desinflación sigue avanzando”. Según ha explicado la entidad, en términos generales, la inflación ha seguido evolucionando “en consonancia con lo esperado por nuestros expertos, y las últimas proyecciones están estrechamente alineadas con las anteriores perspectivas de inflación”. Y es que sus expertos consideran que la inflación general se situará en el 2,3% en 2025, el 1,9% en 2026 y el 2,0% en 2027.
Política menos restrictiva y orientada a asegurar el 2% de inflación
“La política monetaria está adoptando una orientación considerablemente menos restrictiva, dado que las bajadas de los tipos de interés están reduciendo el coste del crédito nuevo para empresas y hogares y el crecimiento de los préstamos está repuntando”, han apuntado en la nota de prensa.
Por el momento, su objetivo es asegurar la reducción de la inflación: “El Consejo de Gobierno tiene la determinación de asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en su objetivo del 2% a medio plazo, y, especialmente en el contexto actual de aumento de la incertidumbre, aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria”, ha especificado.
Una conferencia de prensa marcada por la preocupación por la incertidumbre del panorama geopolítico
Es evidente que el panorama económico mundial enfrenta desafíos significativos debido a la creciente incertidumbre en torno a las políticas comerciales y económicas, lo cuál afecta de forma directa la confianza de los inversionistas, y lo que a su vez se traduce en una menor actividad en un sector clave.
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE) en la conferencia de prensa de este jueves ha destacado que la debilidad en las exportaciones también está jugando un papel importante en este contexto, exacerbando los desafíos económicos que enfrentan diversas regiones. Sobre todo a causa del impacto de la guerra en Ucrania y en Oriente Medio.
En ese sentido, Lagarde ha recalcado en varias ocasiones que la incertidumbre es enorme, y que hay muchos riesgos alrededor- también por los aranceles anunciados por Donald Trump- lo que hace que la entidad no se pueda comprometer con ninguna senda, de rebajar o no rebajar los tipos, y que sean, todavía más, dependientes de los datos.