El uso inadecuado de algunos electrodomésticos puede representar un riesgo para la salud. Desde problemas respiratorios hasta contaminación del aire interior, algunos aparatos pueden representar una amenaza si no se manejan con precaución.
Hay cinco dispositivos en particular que continuamente deben ser revisados y darles un uso consciente, porque una exposición continua puede convertirse en un problema en el largo plazo.
Cuáles son los electrodomésticos que pueden ser un riesgo para la salud
- La nevera
La nevera es un electrodoméstico esencial en cualquier hogar, pero si no se mantiene correctamente, puede convertirse en un ambiente propicio para la proliferación de bacterias dañinas. Según José Juan Rodríguez, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, alimentos como quesos, embutidos, carne y pescado pueden albergar microorganismos como la Listeria monocytogenes.
Esta bacteria puede causar desde molestias gastrointestinales hasta infecciones graves del sistema nervioso, como meningitis o encefalitis.
Además, la acumulación de humedad y escarcha en los modelos más antiguos favorece el crecimiento de Pseudomonas, bacterias que aceleran la descomposición de los alimentos. Para evitar estos problemas, se recomienda limpiar la nevera regularmente con productos desinfectantes y reducir la humedad interna limitando el tiempo en que la puerta permanece abierta.
- Aire acondicionado
Aunque el aire acondicionado es una solución eficaz para combatir el calor, su uso excesivo puede afectar la salud de diferentes maneras. La exposición prolongada a temperaturas muy bajas puede causar inflamaciones en las vías respiratorias, aumentando el riesgo de faringitis, laringitis y crisis asmáticas.
Un estudio publicado por Generali señala que el 35% de las personas en ambientes climatizados sufren obstrucciones nasales, en comparación con solo el 9% de quienes viven en espacios con ventilación natural.
Además, el aire acondicionado reduce la humedad del ambiente, favoreciendo la sequedad de la piel y los ojos, lo que puede provocar irritación ocular, especialmente en quienes usan lentes de contacto. También puede contribuir a la transmisión de infecciones virales, ya que los sistemas de climatización recirculan el aire en bucle sin renovarlo completamente.
Para reducir estos riesgos, se recomienda mantener la temperatura entre 23 y 25 °C, evitar dormir con el aire acondicionado encendido y limpiar los filtros periódicamente para eliminar polvo y microorganismos acumulados.
- Horno microondas
El microondas ha sido objeto de múltiples mitos sobre sus efectos en la salud. Sin embargo, los expertos señalan que su radiación no ionizante no representa un riesgo significativo. Según Christopher Baird, físico especializado en electromagnetismo, “las microondas utilizadas en estos hornos son similares a las ondas de radio y no alteran la composición molecular de los alimentos”.
El verdadero problema con este electrodoméstico está en los recipientes de plástico utilizados para calentar comida. Algunos de estos envases pueden liberar micropartículas nocivas, incluso si están etiquetados como “aptos para microondas”.
Además, las quemaduras por contacto con alimentos sobrecalentados son otro riesgo común. Para minimizar estos peligros, se recomienda utilizar recipientes de vidrio o cerámica y evitar calentar plásticos en el microondas.
- Calentadores
Los calentadores eléctricos y de gas son esenciales durante el invierno, pero pueden representar graves riesgos si no se usan con precaución. Uno de los peligros más importantes es la intoxicación por monóxido de carbono, un gas incoloro e inodoro que puede ser letal en espacios mal ventilados. La inhalación de este gas puede causar síntomas como mareos, dolor de cabeza, náuseas e incluso la muerte en casos extremos.
Además, los calentadores pueden reducir la humedad ambiental, provocando sequedad en la piel y las mucosas, lo que a su vez puede generar irritación ocular y problemas respiratorios. También representan un riesgo de incendio si se colocan cerca de materiales inflamables o si se utilizan dispositivos defectuosos.
Para evitar estos problemas, se recomienda ventilar bien los espacios, realizar mantenimiento periódico a los aparatos y no dejarlos encendidos sin supervisión.
- Aspiradoras
Las aspiradoras son aliadas en la limpieza del hogar, pero pueden dispersar partículas de polvo fino en el ambiente si no cuentan con un buen sistema de filtrado. El polvo doméstico contiene partículas microscópicas como ácaros, bacterias y sustancias químicas nocivas que pueden desencadenar alergias, asma y otras afecciones respiratorias.
Un estudio realizado con la aspiradora sin cable Xiaomi Mi Vacuum Cleaner G10 y el dispositivo de medición de aire air-Q reveló que durante el aspirado los niveles de polvo fino se duplicaron, alcanzando un pico de 15 μg/m³. Sin embargo, después de la limpieza, los valores disminuyeron, lo que demuestra la importancia de contar con filtros HEPA para minimizar la contaminación.
Para reducir la exposición al polvo fino, se recomienda aspirar suavemente para evitar levantar partículas en exceso, limpiar o cambiar los filtros con regularidad y combinar la aspiración con ventilación adecuada.