Florencia Palacio es gerente de operaciones y supply chain en el sector de productos para la agroindustria (Foto: Movant Connection)

“La demanda global sigue en aumento y esto requiere un enfoque estratégico”, señala Florencia al analizar el futuro de este rubro. Sostiene que la adaptación a nuevas tecnologías, la sustentabilidad y una logística eficiente serán determinantes para consolidar su crecimiento.

¿Qué desafíos logísticos enfrenta el sector en el que te desempeñás?

La logística siempre presenta retos. La disponibilidad y el costo de los fletes internacionales son preocupaciones constantes, sobre todo tras la pandemia y en el contexto global actual. La regulación química internacional y los estándares específicos de calidad en los contenedores y buques elevan los requerimientos logísticos, lo que obliga a coordinar operaciones con alto nivel de precisión.

A nivel local, dependemos casi exclusivamente del transporte terrestre. Sería interesante explorar opciones ferroviarias o fluviales para dinamizar aún más la industria. Incorporar nuevas alternativas logísticas podría reducir costos y mejorar los tiempos de entrega, aumentando la competitividad del sector.

¿Cómo influye la planificación de la demanda en la cadena de suministro?

Trabajamos con una estimación de demanda a tres años y con otra que es a diez años para detectar tendencias. Gran parte de lo necesario para una campaña se planifica con uno o dos años de anticipación. La planificación logística requiere de al menos cinco o seis meses para asegurar que los productos estén disponibles cuando el agricultor los necesite.

En ese aspecto, la estacionalidad es clave. Por ejemplo, la campaña gruesa (soja y maíz) requiere anticipación a mitad de año, mientras que trigo y cebada tienen su propia planificación. Este enfoque garantiza eficiencia en la distribución y el abastecimiento oportuno, factores esenciales para cumplir con los estándares internacionales de exportación.

¿Qué importancia tiene el vínculo con los productores?

El contacto con el agricultor es fundamental. Las áreas de operaciones y supply chain deben entender la dinámica del productor para anticiparse a sus necesidades. Esto nos permite planificar mejor y ofrecer una experiencia más eficiente, fortaleciendo la relación y garantizando soluciones ajustadas a las necesidades reales.

Hoy acompañamos todo el ciclo del agricultor: pre-campaña, siembra, pre-siembra y cosecha. Esta cercanía nos permite entender sus requerimientos en cada momento clave y responder de manera efectiva a los desafíos de la producción.

¿Qué rol juega la sustentabilidad en el sector?

La sustentabilidad es clave. La medición de la huella de carbono en la logística debería ser una prioridad, no solo por el impacto ambiental, sino también para explorar soluciones más sostenibles. Incorporar prácticas responsables permite optimizar recursos y reducir la huella ecológica.

En producción, el uso de energías renovables es un desafío a futuro. Además, el consumidor exige cada vez más información sobre el origen y calidad de los alimentos. Acompañar ese proceso con innovación y digitalización permitirá construir una cadena de suministro más transparente y eficiente, fortaleciendo la confianza en el mercado global.

Para Florencia,

¿Cómo impacta la logística internacional al sector?

La logística internacional requiere estándares específicos, especialmente para cargas peligrosas. Los envases deben soportar tiempos de tránsito que pueden ir de 30 a 100 días. La regulación internacional garantiza que, ante cualquier siniestro, no se afecte a las personas ni al medio ambiente.

La diversificación de orígenes de insumos permite mitigar riesgos en la cadena de suministro y asegura un acceso más flexible a tecnologías clave. Europa, Estados Unidos, China e India son algunos de los mercados principales que abastecen a la industria, lo que influye directamente en los costos y tiempos logísticos.

¿Qué mirada tenés sobre el futuro del sector de productos para la agroindustria?

El futuro del sector de productos para la agroindustria es prometedor y desafiante a la vez. La capacidad de adaptarse a nuevas tecnologías, ofrecer soluciones sostenibles y fortalecer las redes logísticas será clave para consolidar su crecimiento. La demanda global sigue en aumento y esto requiere un enfoque estratégico que garantice competitividad y calidad.

Además, la integración de prácticas sostenibles y una logística eficiente jugarán un papel central. La agroindustria no solo tiene el potencial de impulsar la economía regional, sino también de liderar el camino hacia una producción responsable y orientada al futuro, capaz de responder a las expectativas de consumidores cada vez más exigentes.