En medio de una tormenta eléctrica, muchas personas recurren al uso de su celular por diversas razones: ya sea para solicitar asistencia de servicios de urgencias, comunicarse con familiares, o por simple necesidad. Aun así, persiste la creencia popular de que estos dispositivos móviles pueden atraer rayos.
Esta idea es errónea. No hay ninguna evidencia que sugiera que el uso de teléfonos móviles aumente las probabilidades de ser alcanzado por una descarga eléctrica.
“Lo primero que la gente debería entender es que nada atrae realmente a los rayos, pero estos siguen cables, vallas y objetos similares. Por lo tanto, usar un teléfono móvil no aumenta las probabilidades de ser alcanzado por un rayo más que si no lo estuvieras utilizando”, explicó John Jensenius, especialista en seguridad contra rayos del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos a AccuWeather.
En caso de que alguien sea alcanzado por un rayo mientras lleva un teléfono celular, lo más probable es que el aparato se derrita o se queme, según indicó Jensenius.
Entonces, ¿qué pasa si uso mi celular durante una tormenta eléctrica? Los teléfonos celulares y los teléfonos inalámbricos pueden utilizarse de forma segura siempre y cuando no estén conectados a un cargador que esté enchufado a la corriente.
En cambio, los teléfonos con cable deben evitarse, de acuerdo con los lineamientos de la página web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Este mismo portal estadounidense indica que las posibilidades de que a una persona le caiga un rayo en un año dado son de cerca de 1 en 500.000. “Sin embargo, algunas personas podrían tener más riesgos si trabajan afuera o viven en ciertas partes del país como en Florida o Texas”, agregan.
Cómo protegerse de los rayos
Es importante estar preparado y consultar el pronóstico del tiempo antes de realizar actividades al aire libre. Si se prevé la presencia de tormentas eléctricas, es recomendable modificar los planes o asegurarse de que haya un refugio seguro disponible en las cercanías.
Durante una tormenta eléctrica, se deben seguir ciertas precauciones dentro de los espacios cerrados, comparten el Gobierno de Estados Unidos:
- Evitar el uso de teléfonos con cable. Los teléfonos celulares y los inalámbricos son seguros.
- No utilizar computadoras ni otros dispositivos electrónicos.
- No ducharse ni estar en contacto con cañerías, lo que incluye evitar lavar los platos.
- Mantenerse alejado de puertas y ventanas.
Si la persona encuentra al aire libre durante una tormenta eléctrica, es fundamental buscar refugio de inmediato. Se debe evitar recostarse sobre el suelo o refugiarse debajo de un árbol.
Cómo es un refugio seguro ante una tormenta eléctrica
Un refugio seguro se define como un vehículo completamente cerrado o una estructura que cuente con cuatro paredes y un techo. Ejemplos de estos refugios incluyen casas, oficinas, centros comerciales y vehículos con techo sólido (no de lona) y las ventanas cerradas.
Por otro lado, los vehículos abiertos, como los convertibles, los carros de golf y las motocicletas, así como las estructuras abiertas, como porches, glorietas, casetas de béisbol y campos deportivos, no son lugares seguros durante una tormenta eléctrica, afirman los CDC.
Qué electrodomésticos desenchufar en una tormenta eléctrica
Durante una tormenta eléctrica, es recomendable desenchufar ciertos electrodomésticos, como las computadoras de escritorio, los portátiles y los televisores. Estos dispositivos son vulnerables a los picos de voltaje causados por los rayos, los cuales pueden dañarlos.
Por otro lado, dispositivos como el router de fibra o las conexiones de fibra óptica no sufrirían daños por sobrecargas de tensión, ya que están protegidos contra este tipo de situaciones.
Una tormenta eléctrica puede afectar a los electrodomésticos debido a los picos de voltaje generados por los rayos. Cuando un rayo impacta una línea eléctrica o una antena, libera una gran cantidad de energía que recorre el sistema eléctrico, provocando sobrecargas de tensión. Estos picos pueden dañar los circuitos internos de dispositivos electrónicos sensibles, como computadoras, televisores y otros aparatos.