Este martes 4 de marzo, Estados Unidos enfrentará un escenario meteorológico con condiciones que van desde tormentas invernales y ventiscas hasta riesgos de incendios forestales y tormentas eléctricas severas. Un sistema de baja presión potente y de gran escala dominará el clima en gran parte del centro del país norteamericano, mientras que luego extenderá sus efectos hacia el este y sur. En paralelo, la costa oeste se prepara para la llegada de un nuevo sistema de tormentas.
Tormenta invernal y ventiscas en el centro de Estados Unidos
Un sistema intenso de baja presión se desplazará este martes a través de las Llanuras Centrales y avanzará hacia el Medio Oeste durante la noche, para llegar a la región de los Grandes Lagos para el miércoles.
Este fenómeno traerá consigo una combinación peligrosa de fuertes nevadas y vientos intensos, lo que generará condiciones de ventisca en amplias zonas. En las elevaciones más altas de las Montañas Rocosas centrales, se esperan acumulaciones de nieve de entre 30 y 60 centímetros, mientras que en las Llanuras Altas centrales y el Medio Oeste superior, las nevadas podrían alcanzar entre diez y 20 centímetros, con máximos locales que podrían acercarse a los 30 centímetros.
Los vientos asociados a este sistema serán particularmente fuertes, lo que agravará las condiciones de visibilidad y dificultará los desplazamientos en áreas afectadas. Las autoridades ya emitieron advertencias para que los residentes eviten viajes innecesarios y tomen precauciones adicionales.
Riesgo de incendios forestales en el sur
Mientras el norte y el centro de Estados Unidos lidian con el frío y la nieve, el sur enfrenta una amenaza completamente diferente. En gran parte de las Llanuras Altas, donde se incluyen Nuevo México, el sureste de Colorado, el suroeste de Kansas y gran parte del oeste de Oklahoma y Texas, se pronostican condiciones críticas a extremas para la propagación de incendios forestales.
Los vientos intensos, combinados con la sequedad del ambiente, aumentarán significativamente el riesgo de que se inicien y extiendan focos. Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés), estas condiciones persistirán hasta mediados de semana, por lo que se recomienda a los residentes estar atentos a las alertas locales y evitar actividades que puedan generar chispas o llamas.
Tormentas eléctricas severas en el sur y sureste
En el lado más cálido y húmedo de este sistema, el sur y sureste del país norteamericano enfrentarán un riesgo elevado de tormentas eléctricas severas. Las fuertes corrientes de aire provenientes del Golfo de México transportarán humedad e inestabilidad hacia el norte, lo que creará un ambiente propicio para el desarrollo de tormentas intensas.
Las áreas más afectadas incluirán el Valle del Río Rojo en el sur y el Valle del Bajo Mississippi, donde el NWS identificó un “riesgo aumentado” (nivel 3 de 5) de tormentas severas.
Los principales peligros asociados a estas tormentas serán vientos dañinos, tornados y granizo de gran tamaño. Además, se esperan lluvias intensas que podrían provocar inundaciones repentinas en algunas zonas. El NWS emitió un “riesgo leve” (nivel 2 de 4) de precipitaciones excesivas para partes del Medio Oeste y el Valle del Bajo Mississippi, áreas que también coinciden con la amenaza de tormentas severas.
Cambios de temperatura y un nuevo sistema de tormentas en California
Las temperaturas en Estados Unidos variarán drásticamente debido al paso de este sistema. En el Medio Oeste y el este, se esperan que estén muy por encima de lo normal para esta época del año, especialmente en las áreas que se encuentren en el lado cálido de la tormenta. Sin embargo, en el oeste, el aire frío dominará y estas temperaturas por debajo de lo normal se extenderán hacia las Llanuras a medida que el sistema avance.
Mientras tanto, en la costa oeste, un nuevo sistema de tormentas llegará a California el miércoles. Este fenómeno llevará lluvias intensas a las zonas costeras y fuertes nevadas en las elevaciones más altas de Sierra Nevada. Los residentes de estas áreas deben prepararse para posibles interrupciones en el transporte y acumulaciones significativas de nieve en las montañas.