Sergio Orlando Leiva, más conocido como el Negro Sombra, considerado uno de los secuestradores más temibles de la historia penal argentina, fue asesinado a balazos esta noche en el asentamiento San Pablo, en El Talar, en el partido de Tigre. Estaba en libertad condicional y era monitoreado por una tobillera electrónica.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales y policiales. El Negro Sombra cumplía una pena única de 34 años de prisión. Lo condenaron por los raptos de Ernesto Rodríguez, padre del empresario Jorge “Corcho” Rodríguez, y de Mirta Fernández, una mujer a la que le amputaron un dedo y la violaron durante su cautiverio, cometidos entre 2003 y 2004.
“Hubo una pelea con gente del barrio y lo mataron a balazos. Le dispararon tres tiros. Murió en el hospital de Pacheco, donde fue trasladado”, dijeron las fuentes consultadas.
Si bien la condena de Leiva expiraba el 24 de abril de 2031, en abril de 2019, al cumplir las dos terceras partes de pena y la buena conducta en prisión, obtuvo la libertad condicional.