ROMA-. El papa Francisco ha sufrido un deterioro en la salud que preocupa a la Iglesia y a los creyentes católicos en todo el mundo. En los último años, el pontífice ha sobrepasado varios quebrantos a su salud que van desde resfríos y algunas caídas sin mayores consecuencias, hasta infecciones respiratorias agudas e incluso una cirugía abdominal.
El jerarca de la Iglesia católica también ha sufrido dos caídas recientemente en su residencia vaticana, magullándose la mejilla en diciembre y lesionándose el brazo en enero.
Desde el pasado 14 de febrero al pontífice de 88 años lo están atendiendo en el Policlínico Agostino Gemelli por una bronquitis que requirió un tratamiento intrahospitalario. Aquel es el hospital más grande de Roma, e incluso cuenta con una suite especial para la atención de los papas.
A continuación, la cronología de la reciente recaída del estado de salud de Francisco:
5 de febrero: un “fuerte resfrío”
El papa Francisco dijo que sufría un “fuerte resfrío” y pidió a un ayudante que leyera su mensaje preparado para su audiencia general semanal en el Vaticano. “Quiero pedir perdón, pero con este fuerte resfriado me es difícil hablar”, dijo a los peregrinos.
Aunque Francisco no leyó la parte principal de su mensaje semanal, permaneció presente durante la audiencia, que duró una hora, y habló brevemente en varios momentos del encuentro.
9 de febrero: “dificultades para respirar”
Después de arrastrar una bronquitis desde principios de mes, el Papa presidió una misa al aire libre para el Jubileo de las Fuerzas Armadas. Entonces públicamente explicó que, por “dificultades de respiración”, iba a darle a leer su sermón a un colaborador. Hubo un fuerte aplauso en la Plaza de San Pedro, donde había más de 30.000 personas contentas que Francisco estuviera presente, mientras soplaba un viento frío que le hizo volar su solideo.
14 de febrero: internación
El papa Francisco fue internado ese viernes en el hospital Gemelli “para algunos necesarios estudios diagnósticos y para seguir en ámbito hospitalario el tratamiento para curarse la bronquitis aún en curso”, informó el Vaticano.
Ese mismo día a la tarde el Vaticano informó que Francisco comenzó la “terapia farmacológica hospitalaria” correspondiente al “empeoramiento” de la bronquitis e hizo saber que “los primeros exámenes demuestran una infección de las vías respiratorias”.
15 de febrero: sin fiebre, pero con infección respiratoria
“El papa Francisco ha descansado toda la noche y no ha presentado episodios febriles”, informó el segundo parte médico desde que fue internado, que añadió que “los chequeos realizados durante la jornada confirman la infección de las vías respiratorias” y que “la terapia ha sido levemente modificada en base a ulteriores controles microbiológicos”.
“Los exámenes de laboratorio de la fecha presentan la mejora de algunos valores”, indicó el boletín médico del 15 de febrero.
16 de febrero: condiciones “estacionarias”
El Vaticano informó que “las condiciones clínicas [del Papa] son estacionarias y continúa el proceso diagnóstico terapéutico prescripto por el equipo médico”. Esa mañana recibió eucaristía, siguió la misa por televisión, leyó diarios y tomó desayuno como de costumbre.
“Les agradezco por el cariño, la oración y la cercanía con la que me están acompañando en estos días, así como quisiera agradecer a los médicos por su cuidado: hacen un trabajo precioso y muy agotador, sostengámoslos con la oración”, dijo el Santo Padre en un mensaje que transmitió desde su suite en el hospital.
Os agradezco el cariño, la oración y la cercanía con la que me estáis acompañando en estos días.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) February 16, 2025
17 de febrero: el “cuadro es complejo”
“Los resultados de los chequeos efectuados en los días pasados y en el día de la fecha han demostrado una infección polimicrobiana de las vías respiratorias que ha determinado una ulterior modificación de la terapia”, informó el parte médico de ese lunes.
Los resultados de los chequeos médicos hasta ese día confirmaron que el “cuadro clínico complejo” del pontífice iba a requerir más días de hospitalización.
19 de febrero: neumonía bilateral
El Vaticano reveló que las condiciones del Papa se agravaron porque, después de una tomografía axial computada, pudo verse que su condición degeneró en una neumonía bilateral.
“Los exámenes de laboratorio, la radiografía de tórax y las condiciones clínicas del Santo Padre siguen presentando un cuadro complejo. La infección polimicrobiana, que surgió en el contexto de bronquiectasias y bronquitis asmática, y que requirió el uso de terapia antibiótica con cortisona, complica el tratamiento terapéutico”, indicó el parte.
20 de febrero: “leve mejora”
El jueves pasado, el Vaticano comunicó que “las condiciones clínicas del Santo Padre están en leve mejora. Se encuentra sin fiebre y los parámetros hemodinámicos continúan estables”.
La Santa Sede también comunicó ese día que Francisco había pasado una “noche serena”, que se había “levantado y tomado el desayuno en un sillón”.
21 de febrero: “no está fuera de peligro”
“Si la pregunta es si está fuera de peligro, la respuesta es no. Si la pregunta es si en este momento está en peligro la vida, la respuesta es no, dijo Sergio Alfieri, uno de los médicos que atienden a Francisco en Roma.
Si bien tuvo leves mejoras, sigue con neumonía bilateral. Según precisaron los médicos ese día, el Pontífice iba a tener que quedarse internado “al menos” una semana más.
22 de febrero: crisis respiratoria y pronóstico reservado
El estado de salud del papa Francisco se deterioró más. De acuerdo con el más reciente informe médico, su condición sigue siendo grave y sufrió una crisis respiratoria asmática. Además, fue necesario realizarle transfusiones de sangre.
Los médicos tratantes y la Santa Sede informaron que el papa Francisco experimentó una crisis asmática prolongada, lo que hizo necesario administrarle oxígeno de alto flujo”.
“Los análisis de sangre realizados revelaron trombocitopenia asociada a anemia, lo que llevó a la necesidad de transfusiones sanguíneas”, añadieron.
23 de febrero: “Pasó una noche tranquila”
Luego de que se agudizara su cuadro y sufriera una crisis respiratoria con transfusión de sangre, El Vaticano comunicó que Francisco pasó una “noche tranquila” en la mañana del domingo y que el Pontífice “pudo descansar”. Sin embargo, el cuadro aún sigue siendo grave y continúa con pronóstico reservado en el hospital Gemelli.
24 de febrero: “Hay una leve mejoría”
El parte médico del lunes significó un gran respiro de alivio para los miles de católicos del mundo en vilo: indicó que el papa Francisco, seguía en estado crítico y con pronóstico reservado, pero mejoraba lentamente. Tampoco tuvo crisis respiratorias, algunos exámenes de laboratorio habían mejorado, la leve insuficiencia renal no preocupaba a los médicos y continuaba con oxígeno a través de cánulas nasales, pero con flujos reducidos; además, retomó su actividad laboral y llamó a la parroquia de Gaza. Todas señales más que positivas.
25 de febrero: pronóstico reservado
“Como en una montaña rusa”. Si el parte anterior había significado alivio y casi había generado optimismo, ya que hablaba de una “leve mejora”, más allá de las condiciones siempre críticas, las nuevas noticias de Francisco fueron mucho más cautas y ratificaron que las condiciones eran muy delicadas. Y con pronóstico reservado.
26 de febrero: la insuficiencia renal de Francisco remitió y las condiciones clínicas muestran una “ulterior leve mejora”
“Las condiciones clínicas del Santo Padre en las últimas 24 horas han mostrado una ulterior leve mejora”, informó el parte elaborado por el equipo médico que lo atiende, que anunció que “la insuficiencia renal leve observada en los últimos días ha remitido”, una muy buena noticia.
27 de febrero: salió de un estado “crítico” pero hace falta tiempo
El Papa mostró una mejora en su estado clínico, pero como el cuadro seguía siendo “complejo” sus médicos prefirieron mantener la cautela y que transcurran varios días más de estabilidad para que el pronóstico deje de ser reservado. Es lo que dejó en claro el parte médico difundido desde el hospital Gemelli, donde Jorge Bergoglio se encuentra internado desde hace 14 días, en medio de gran expectativa en todo el mundo. “El Papa no está fuera de peligro”, habían dicho.
28 de febrero: una crisis de broncoespasmo “desembocó en un empeoramiento repentino”
“A primera hora de la tarde de hoy, después de una mañana alternando fisioterapia respiratoria a oraciones en la capilla, el Santo Padre presentó una crisis aislada de broncoespasmo que, sin embargo, desembocó en un episodio de vómitos con inhalación y un repentino empeoramiento del cuadro respiratorio”, informó el parte médico de este viernes, poco después de las 19 locales.
“El Santo Padre fue prontamente broncoaspirado y comenzó una ventilación mecánica no invasiva, con una buena respuesta al intercambio gaseoso”, siguió. “El Santo Padre se ha mantenido siempre vigilante y orientado, colaborando con las maniobras terapéuticas. Por tanto, el pronóstico sigue siendo aun reservado”, añadió, al concluir que “por la mañana recibió la Eucaristía”.
01 de marzo: pronóstico reservado pero con buenas señales tras la última crisis
“Las condiciones clínicas del Santo Padre se mantuvieron estables. Alternó ventilación mecánica no invasiva con largos periodos de oxigenoterapia de alto flujo, manteniendo siempre buena respuesta al intercambio gaseoso”, indicó. Esto último quiso decir que no está siempre con una máscara que cubre nariz y boca y con soporte mayor de oxígeno que por primera vez comenzó a utilizar ayer después de su crisis de broncoespamso y que era buena la capacidad de los pulmones de inspirar oxígeno y restituirlo al cuerpo.
“El Santo Padre se encuentra afebril y no presenta leucocitosis”, algo que fue, también, un alivio, ya que significa que el episodio del viernes, cuando un broncoespasmo desembocó en un episodio de vómitos con inhalación que determinó que fuera prontamente broncoaspirado, no provocó lo que más se temía, es decir, una infección, vista la ausencia de leucocitosis, es decir, glóbulos blancos.
02 de marzo: el Papa sigue estable y los médicos dan por superada su última crisis respiratoria
Más de 48 horas después de la crisis de broncoespasmo, los médicos confirmaron este domingo que ese episodio, que hizo volver a temer lo peor, fue superado y no tuvo consecuencias nefastas ya que no causó una ulterior infección, como se temía.
03 de marzo: dos nuevas crisis respiratorias agudas
Después de dos días de condiciones clínicas “estables”, la situación del papa Francisco se agravó nuevamente, cuando padeció otra vez dos crisis respiratorias agudas y debió regresar a una ventilación mecánica no invasiva, es decir, volvió a tener que utilizar el aparato con máscara que cubre nariz y boca para poder respirar que el día anterior había podido dejar.
“El Santo Padre ha presentado hoy dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, provocados por una importante acumulación de moco endobronquial y el consiguiente broncoespasmo. Por lo tanto, se realizaron dos broncoscopias que requirieron aspiración de secreciones abundantes. Por la tarde se reanudó la ventilación mecánica no invasiva”, indicó el parte elaborado por el equipo médico que lo atiende en el hospital Gemelli.