Waldo Wolff dejó el cargo de ministro de Seguridad de la Ciudad en medio de una tormenta política. A pesar de que desde la administración porteña minimizaron su salida y la vincularon a la dinámica de la inminente campaña electoral, el corrimiento del funcionario coincide con la necesidad de Pro de resolver una disyuntiva determinante para su supervivencia: aliarse o no a La Libertad Avanza en los próximos comicios.

Los tres hechos políticos que marcaron la salida de Wolff tienen algún grado de ligazón con la definición pendiente del macrismo. Por un lado, el extitular de Seguridad fue la cara visible de un problema que contaminó la gestión de Jorge Macri: una fuga de presos que no se detiene -suman 87 en lo que va de su administración, 29 de los cuales fueron recapturados- y a la que todavía no se le encontró una solución. En su lugar pusieron a un policía que promete mano dura, Horacio Giménez, que saltó de la Policía Federal a la metropolitana cuando se realizó el traspaso en 2016.

No fue el único giro de la administración porteña. La salida de Wolff se dio a la par del corrimiento de la larretista Leticia Montiel de la Secretaría de Legal y Técnica, donde ubicaron a José Grippo, quien desempeñó este mismo cargo en la gobernación de María Eugenia Vidal.

El jefe de Gobierno porteño también anunció el desembarco de Hernán Lombardi en el ministerio de Desarrollo Económico, que saltó y bailó junto a Milei cuando se conocieron los números de su victoria en el balotaje. Hasta esta tarde, Lombardi había configurado el compendio de diputados de Pro que amagaban con ponerse la peluca.

José Grippo fue secretario Legal y Técnico de la gobernación de Buenos Aires

El tercer hecho que acompañó la salida de Wolff se dio cuatro días atrás. Cuando todavía era ministro, el funcionario tuvo que rendir cuentas de su gestión en la Legislatura porteña. La fuga de presos pasó a un segundo plano cuando Wolff se cruzó con la libertaria María Pilar Ramírez, la voz de Karina Milei en la Ciudad, a quien denunció por espionaje.

“Yo estoy recibiendo espionaje en el ministerio. Esa es mi denuncia. Sale información que no tendría que salir, a mucha de la cual usted tiene acceso por eso va a ser citada”, sostuvo Wolff en referencia a la presidenta de la bancada libertaria. “Mi familia le tiene mucho miedo porque usted viene del kirchnerismo y tiene información privilegiada, como tenía el kirchnerismo cuando me perseguía”, dijo el todavía ministro.

El ruido político que hizo Wolff al enfrentarse a la espada de Karina Milei en la Legislatura no pasó inadvertido. La secretaria general de la Presidencia y hermana del primer mandatario es la jefa nacional de La Libertad Avanza. Es decir, definirá alianzas, construirá la estrategia electoral y tendrá la última palabra en la confección de las listas.

¿Bandera blanca?

Mientras en Pro debaten cómo seguir, parte de los que apuran un acuerdo con el oficialismo nacional buscan bajar el tono de las diferencias. ¿Habrá sido la salida de Wolff la bandera blanca para sellar una tregua con lis libertarios?

En la administración porteña negaron esta hipótesis. “Vamos a competir con La Libertad Avanza”, aseguraron a LA NACION. Y explicaron: “La situación de la fuga de presos de comisarías y alcaidías porteñas no tuvieron ninguna incidencia en la decisión del desplazamiento de Wolff. Deja el Ministerio de Seguridad para tener un rol más activo en la campaña de la Ciudad. Es un cambio táctico teniendo en cuenta el calendario electoral”.

La líder del bloque de LLA en la Legislatura porteña, Pilar Ramírez, junto a la secretaria de la Presidencia, Karina Milei

El partido de Mauricio Macri sufre las consecuencias del despoder con una dirigencia dividida. La necesidad de supervivencia aleja a quienes apuestan por sellar un acuerdo con Javier Milei a cualquier costo, de aquellos que pretenden mantener la identidad del espacio para conservar la autonomía.

Los libertarios dificultan la decisión del macrismo: desoyen los pedidos del expresidente de conformar un acuerdo programático, les arrebatan dirigentes por goteo y pisotean las banderas históricas del espacio, como la defensa de la institucionalidad. El propio Milei cargó en las últimas horas contra lo que definió como “ñoños republicanos”.

La pendulante relación entre Pro y los libertarios, que disputan el mismo electorado, hizo pico en territorio porteño, donde aún influye Mauricio Macri a través de su primo Jorge. Allí La Libertad Avanza ejerció una oposición dura que capitaneó Ramírez, que se enfrentó cara a cara con Wolff y esta tarde festejó: “Jorge Macri entendió”, escribió en su cuenta de X.