Las autoridades iniciaron las investigaciones para establecer las circunstancias del asesinato de tres personas que serían miembros del autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), más conocido como Clan del Golfo, el domingo 2 de marzo, en zona rural del municipio de Urrao, en el suroccidente del departamento de Antioquia.
El triple homicidio ocurrió exactamente en la vereda Llanogrande, donde quedaron tendidos los cuerpos sin vida de las víctimas, en la vía que conduce al municipio de El Carmen de Atrato (Chocó).
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El secretario de Seguridad antioqueño, el general en uso del buen retiro Luis Eduardo Martínez, descartó que las muertes se hubieran dado en medio de combates, y sostuvo que se trató de un homicidio durante una persecución que iniciaron los guerrilleros en su contra.
“Allí lo que hubo fue un asesinato por parte, al parecer, del ELN a tres presuntos integrantes del Clan del Golfo. Tres personas de estas que se movilizan de civil y en motocicletas en diferentes zonas del departamento”, afirmó en el periódico El Espectador.
De hecho en el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) lo clasificaron como una masacre, ya que las personas que perdieron la vida estaban de civil “cuando fueron atacados con armas de fuego”.
Entre tanto, el Ejército Nacional tuvo que realizar operativos en la zona para poder garantizar operativos para asegurar la zona y garantizar el ingreso de los agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) que realizaron el levantamiento de los cuerpos sin vida, recogieron en la emisora Alerta Paisa.
En Urrao también fue capturado por las autoridades alias Pablo, uno de los criminales más buscados en el departamento y que es señalado de ser miembro del Clan del Golfo, así como estar detrás de los homicidios de líderes sociales en el departamento y que es investigado por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego.
Clan del Golfo arremetió contra Petro por muerte de alias Terror
A través de un comunicado atribuido al Clan del Golfo, este grupo armado se dirigió al presidente colombiano Gustavo Petro para manifestar su descontento con el operativo militar llevado a cabo el pasado 22 de febrero, en el cual fue abatido Oliverio Isaza Gómez, conocido como alias Terror o “El Señor”.
En la misiva, señalaron que su organización estaba en un espacio socio-jurídico con el Gobierno Nacional, cuyo objetivo era terminar el conflicto armado en Colombia. Resaltaron que este hecho generaba desconfianza hacia el proceso encabezado por Álvaro Jiménez Millán, funcionario del Comisionado de Paz designado por el gobierno para liderar las conversaciones con el Clan del Golfo. Según el comunicado, Jiménez Millán había sostenido recientemente un encuentro para definir el cronograma con miras a iniciar dichas conversaciones.
“Una vez finalizada la reunión y en el mismo punto, se lanzó un operativo feroz para intentar dar de baja al máximo comandante del EGC, Comandante Javier. Hecho que fue denunciado públicamente y del cual hasta la fecha no se ha recibido ni una sola manifestación por parte del Gobierno Nacional, como si esto fuese premeditado o previamente concertado”, expresaron en uno de los apartados del comunicado.
Manifestaron además estar dispuestos a llegar a un acuerdo que permita detener los enfrentamientos con la Fuerza Pública, aunque insistieron en que el Gobierno debe garantizar plenamente la seguridad de los delegados del Clan del Golfo en la mesa de diálogos con la delegación del Estado colombiano.
“Hemos sido insistentes en que, antes de instalar una mesa pública de negociación con el Gobierno Nacional, es imperativo que el Gobierno Nacional brinde garantías de seguridad jurídica y personal para todos los miembros del Estado Mayor Conjunto, para los delegados que designemos y grupo de asesores”, expresó el EGC en su comunicación.
También recordaron el caso de alias La Araña, integrante de la Coordinadora Nacional del Ejército Bolivariano, quien fue detenido al finalizar un ciclo de conversaciones de paz en Bogotá.