Sofía Cristo es una de esas personas que, a pesar de los desafíos de la vida, siempre encuentra la manera de reinventarse. Su historia está marcada por momentos muy duros, como los malos tratos que sufrió su madre a manos de su padre -Ángel Cristo- cuando ella era niña, así como por años de lucha contra las adicciones. Sin embargo, 12 años después de superar este último obstáculo, Sofía es un claro ejemplo de superación.
En su última aparición, la dj y personalidad mediática ha reflexionado sobre su proceso de recuperación de las drogas, dejando claro que la clave para salir adelante fue asumir la responsabilidad de su propia sanación. “Yo no considero que a mí me tengan que ayudar o no, me tengo que ayudar yo. Al final se tiene que hacer… yo me tengo que hacer responsable de mi recuperación”, ha afirmado. Para ella, la autonomía en el proceso de sanación es fundamental, y aunque reconoce la importancia del apoyo familiar y de los amigos, sabe que quien tiene el poder de curarse es ella misma.
Sofía también ha destacado que una de las cosas que aprendió en este camino fue la necesidad de estar preparado para todo lo que la vida pueda traer. “El tratamiento es para gente moderna, y la gente moderna se tiene que preparar para que, pase lo que pase, no recaigas”, ha explicado. La dj también ha resaltado que los momentos difíciles no siempre son predecibles: la muerte de un ser querido, una ruptura amorosa, la pérdida de un trabajo o incluso la distancia de un amigo cercano… Todos estos pueden ser factores que disparen una recaída si no se cuenta con las herramientas.
Para Sofía, la clave está en estar siempre preparada, en tener los recursos emocionales y mentales necesarios para afrontar cualquier adversidad sin perder el control. “Puede pasar de todo. Se te puede morir un familiar, te puede dejar una pareja, puedes perder un amigo, puedes perder un trabajo… pero pase lo que pase, como si me quedara sola ahora mismo, yo no puedo recaer”, ha asegurado con firmeza. Con estas palabras, ha dejado claro que ha aprendido a ser dueña de su bienestar, sin importarle la presión que pueda sentir del mundo exterior.
Eso no significa que esté sola, ni mucho menos. Cristo tiene “una red de apoyo maravillosa, que son mis amigos y mi familia” y su novia, que “ya es familia”, pero a pesar de eso no “necesita” a nadie en lo que se refiere a su voluntad.
A día de hoy, Sofía Cristo se presenta como una persona renovada, agradecida por la oportunidad de vivir una vida plena. Su historia es un testimonio con el que quiere demostrar que, a pesar de los golpes de la vida, siempre es posible levantarse, crecer y aprender. Con fuerza, independencia y el apoyo de los suyos, Sofía sigue demostrando que la recuperación de las adicciones es posible.