La tarjeta de Seguro Social, emitida por la Administración del Seguro Social (SSA), es un documento personal vital para diversas cuestiones, como la verificación de identidad y su vinculación con los registros de impuestos, crédito y Seguro Social. Por ello, es fundamental conservarla y, en caso de perderla, tener presente cuáles son los posibles riesgos.

¿Qué hacer si se pierde la tarjeta de Seguro Social?

Si pierdes este documento, es importante seguir estos pasos para evitar problemas como el fraude de identidad:

  • Revisar informes crediticios y cuentas financieras: es importante consultar los estados de cuenta y solicitar una copia crediticia en línea para detectar actividades sospechosas.
  • Reportar la pérdida a la SSA: el segundo paso es comunicar la pérdida a la Administración del Seguro Social y solicitar una tarjeta de reemplazo.
  • Proteger la identidad: si sospechas que la tarjeta fue robada, repórtalo a la policía y a la SSA. Una buena práctica es considerar colocar una alerta de fraude en tu informe crediticio.
  • Solicitar una tarjeta de reemplazo: completa una solicitud en línea o en persona en una oficina de la SSA. Si eres elegible, puedes solicitar una tarjeta de reemplazo a través de tu cuenta personal en my Social Security. Este servicio está disponible en la mayoría de los estados de EE. UU. Si no es posible completar la solicitud en línea, se programa una cita y visita una oficina local del Seguro Social.

La pérdida puede derivar en fraudes o robos de identidad (Foto: Archivo)

Otras medidas de seguridad

Como medida de seguridad adicional, se puede activar una congelación de crédito, que restringe el acceso al informe crediticio. Esta permanece vigente de forma indefinida hasta que el titular decida retirarla. El proceso es gestionado por las tres principales agencias de crédito: Equifax, Experian y TransUnion.

Otra opción es solicitar una alerta de fraude, un servicio gratuito ofrecido por estas agencias que dura un año. Esta alerta obliga a las empresas a verificar la identidad del solicitante antes de aprobar un nuevo crédito.

Las personas que han sido víctimas de robo de identidad y han presentado un informe ante la FTC o la policía pueden acceder a una alerta de fraude extendida. También es gratuita y tiene una duración de siete años.

El proceso de tramitar una tarjeta nueva requiere de algunas cuestiones (Foto: Archivo)

¿Cuáles son los riesgos de perder la credencial?

El fraude de identidad puede tener consecuencias graves. Los delincuentes pueden usar el número de Seguro Social de una persona para cometer ilícitos, como abrir cuentas bancarias, solicitar tarjetas de crédito o pedir préstamos a nombre de otro. También se pueden reclamar beneficios del gobierno, afectando el derecho del titular a recibirlos legítimamente.

Este tipo de fraude puede perjudicar el historial crediticio de la persona afectada, ya que las deudas y transacciones no autorizadas pueden dificultar la obtención de préstamos, hipotecas o tarjetas de crédito en el futuro. Además, los estafadores pueden generar deudas falsas, lo que podría derivar en llamadas de cobradores y una disminución del puntaje crediticio.

Los riesgos no son solo financieros, sino también legales. Si alguien comete delitos usando la identidad robada, podrías verte envuelto en problemas legales injustificados y tener que demostrar tu inocencia.