Hay indignación en redes sociales por una situación de acoso ocurrida en el centro comercial Multiplaza, en el norte de Bogotá, pues una joven, identificada como Leidy Camargo, denunció a través de su cuenta de Instagram haber sido grabada sin su consentimiento mientras se encontraba en el probador de una tienda de ropa. Según relató la afectada, los hechos ocurrieron el sábado 1 de marzo de 2025 en Bershka, donde descubrió un teléfono móvil en el piso, apuntando hacia su vestidor.
De acuerdo con el testimonio compartido por la joven, mientras se probaba un pantalón, notó que había un celular en el suelo que aparentemente estaba grabando. Inmediatamente, informó al personal de la tienda, que aseguraron que llamarían a seguridad; sin embargo, según la joven, el presunto responsable tuvo tiempo suficiente para borrar el contenido del dispositivo antes de que llegaran las autoridades.
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Camargo explicó que, tras informar al personal de la tienda e informar que se trataba del joven de saco verde y de gafas, uno de los empleados le aseguró que ya habían “llamado la atención”, lo que permitió que este eliminara los videos de su teléfono. Ante la falta de acción inmediata, la joven solicitó que se llamara a la Policía, aunque en el momento en el que los agentes llegaron al lugar, el contenido ya había sido eliminado, lo que complicó la posibilidad de presentar pruebas contundentes.
En su relato, la joven explicó que una supervisora de la tienda le sugirió confrontar al presunto responsable antes de que abandonara el lugar. Aunque inicialmente se negó por miedo, finalmente se armó de valor y decidió acercarse al hombre, que se encontraba acompañado de varios familiares, entre ellos su madre, su padre, su abuelo y un hermano menor. Según la víctima, al intentar explicarles la situación, recibió respuestas groseras y despectivas por parte de ellos.
Durante la discusión con el hombre señalado, la víctima le pidió que mostrara la galería de su teléfono. Aunque el video en el que la grabó ya no estaba, encontró otro archivo que mostraba imágenes de pies bajo un probador, lo que, según ella, confirmaba su versión de los hechos. A pesar de esto, los familiares del hombre la acusaron de ser una “aprovechada” y de querer extorsionarlos, además de insultarla con términos ofensivos.
Cuando los uniformados de la Policía intervinieron, los agentes le informaron que las pruebas disponibles no eran suficientes para inculpar al sospechoso. Según el testimonio de Camargo, uno de los policías incluso le indicó que “grabar no es un delito”, aunque admitió no estar seguro de la legislación al respecto. Finalmente, le explicaron que podía proceder con una denuncia formal, pero le advirtieron que las posibilidades de avanzar en el caso eran limitadas debido a la falta de evidencia concreta.
Ante la falta de una respuesta satisfactoria, Camargo decidió no continuar con el proceso legal, pero expresó su frustración e impotencia por la situación, por lo que en su publicación en Instagram, expresó su deseo de dar a conocer la identidad del hombre y de su familia, a los que calificó como cómplices por su actitud durante el hecho.
El caso desató todo un debate en redes sociales sobre la seguridad en espacios públicos y la respuesta de las autoridades ante este tipo de situaciones, por lo que la joven indicó que es necesario implementar medidas más estrictas para prevenir este tipo de conductas ante la vulnerabilidad de las mujeres en lugares como probadores y otros espacios, pues no es la primera vez que un caso como estos ocurre.
Algunos de los comentarios de los internautas cuestionan la actitud de la chica, pues se desató en groserías contra los familiares, aunque ella aclaró que fue su forma de reaccionar ante la impotencia por lo ocurrido. Entre tanto, otros le resaltan su valentía por enfrentarlo y piden que los centros comerciales y tiendas trabajen por evitar situaciones similares.