El mundo de los gatos está lleno de misterios y curiosidades. Entre ellos, destaca un fenómeno fascinante: los gatos con pelaje tricolor en tonos naranja, negro y blanco. Se trata de los gatos calicó, felinos con características únicas que los hacen especiales y despiertan el interés de científicos, criadores y amantes de estos animales en todo el mundo.
Para comprender mejor la particularidad de su pelaje, es importante conocer cómo evolucionó la coloración en los felinos a lo largo del tiempo. La diversidad de colores y patrones en los gatos domésticos es el resultado de la selección natural y la domesticación, que favorecieron ciertas combinaciones genéticas. Estos factores, junto con mutaciones hereditarias, permitieron la aparición de una amplia variedad de tonalidades y dibujos en su pelaje.
Pero el pelaje de los gatos no solo cumple una función estética. Más allá de su belleza, les brinda protección contra el frío y el calor, los ayuda a camuflarse en su entorno y también desempeña un papel en la comunicación y la atracción de parejas.
En este contexto, los gatos calicó destacan por su distintivo patrón tricolor. Su nombre proviene del inglés “calico”, un término utilizado para describir este tipo de estampado en textiles. A diferencia de otros patrones, el calicó no está asociado a una raza específica, sino que puede encontrarse en varias, como el gato americano de pelo corto, el bobtail japonés y el gato persa, entre otros.
La razón detrás de esta coloración se encuentra en la genética felina, según indican diversos estudios publicados en PubMed Central. El color del pelaje está determinado por los cromosomas sexuales, específicamente el cromosoma X. Los genes responsables de los colores negro y naranja se localizan en este cromosoma, lo que significa que para que un gato tenga ambos colores en su pelaje, necesita dos cromosomas X.
Esto explica por qué casi todos los gatos calicó son hembras. Cuando un gato macho presenta este patrón, suele deberse a una alteración genética conocida como Síndrome de Klinefelter (XXY), lo que los vuelve estériles y puede afectar su salud.
Pero los gatos calicó no solo comparten el color de su pelaje. Los especialistas sugieren que son portadores de variaciones que pueden afectar la expresión de hormonas y neurotransmisores asociados a la conducta. En este sentido, un estudio del Journal of Applied Animal Welfare Science concluyó que las hembras calicó, como los gatos blancos y negros y los gatos blancos y grises, son más frecuentemente agresivos hacia los humanos durante las interacciones diarias y las visitas veterinarias.
En cuanto a sus cuidados, los gatos calicó no requieren atenciones especiales distintas a las de otros gatos. No obstante, en el caso de los raros machos calicó, es recomendable realizar controles veterinarios periódicos para monitorear posibles problemas de salud relacionados con su condición genética.
Más allá de lo estrictamente vinculado a su biología, los gatos calicó son considerados amuletos de buena suerte en diversas culturas, según el medio especializado The Spruce Pets. En Japón, el famoso maneki-neko, el gato de la suerte que levanta la pata, suele representarse con este patrón tricolor. En Estados Unidos, se los conoce como “money cats” debido a la creencia de que atraen prosperidad. También en algunas culturas marineras se les atribuye un rol protector: eran llevados a bordo de barcos como amuletos contra tormentas y naufragios.
Otros tipos de gatos con patrones de pelaje únicos
Además de los calicó, existen otros gatos con patrones de pelaje igualmente distintivos. De acuerdo con el medio especializado Catster, algunos son:
- Gatos carey: similares a los calicó, pero sin manchas blancas. Su pelaje negro y naranja está mezclado de manera irregular.
- Gatos tabby: reconocibles por su estampado de rayas y la característica “M” en la frente.
- Gatos point: presentan un color claro en el cuerpo y zonas oscuras en las extremidades, como los siameses.
- Gatos bicolores: combinan dos colores en su pelaje, como blanco y negro o blanco y naranja.
- Gatos tuxedo: de pelaje blanco y negro, con un patrón que recuerda a un “esmoquin” natural.