Un equipo de paleontólogos del Florida Museum of Natural History analiza un importante descubrimiento en la región de Big Bend, Florida. Se trata de un conjunto de fósiles excepcionalmente bien conservados que podrían llenar un vacío en el registro del Pleistoceno medio, un período de la historia natural del que se tienen pocos datos.

Un hallazgo excepcional en el río Steinhatchee

El sitio, denominado Steinhatchee River 2A (STR 2A), fue descubierto en 2022 por los coleccionistas de fósiles Robert Sinibaldi y Joseph Branin, quienes encontraron restos de caballos, perezosos gigantes y armadillos prehistóricos en el lecho del río.

La gran cantidad de fósiles de caballos indica que la región era una pradera abierta

Los fósiles estaban enterrados en sedimentos que se acumularon en un sumidero natural hace aproximadamente 500 mil años, de acuerdo al estudio publicado en Fossils.

¿Por qué este descubrimiento de fósiles en Florida es clave para la paleontología?

El registro fósil del Pleistoceno en América del Norte presenta un vacío en el período Irvingtoniano medio (hace entre 0,5 y 0,7 millones de años). “El registro fósil en todo el mundo carece de fósiles de este intervalo”, explicó en una publicación oficial Rachel Narducci, gerente de colecciones de paleontología de vertebrados del Florida Museum y coautora del estudio. “Antes del hallazgo, solo había un sitio en Florida con fósiles de esta época”, agregó.

Este yacimiento revela información crucial sobre la evolución de ciertas especies. “No solo nos ayuda a entender qué animales estaban presentes en este período, sino también cómo evolucionaron en términos de tamaño y anatomía”, señaló Richard Hulbert, autor principal del informe y exgerente de colecciones de paleontología del Florida Museum.

En el yacimiento fósil hay más de 500 restos de mamíferos del Pleistoceno

Tres cuartas partes de los 552 fósiles encontrados en STR 2A pertenecen a una especie primitiva de caballos del subgrupo caballine, el mismo del que son parte los caballos actuales. Según Hulbert, la gran cantidad de restos de equinos indica que el área era un espacio abierto, ideal para estos animales. “Si el entorno hubiera sido más boscoso, habríamos encontrado más fósiles de mastodontes o ciervos”, explicó el investigador.

Uno de los aspectos más valiosos del hallazgo es la conservación de dientes completos, algo poco común en fósiles de esta antigüedad. “Por primera vez, encontramos individuos con dientes superiores, inferiores y frontales bien preservados”, dijo Hulbert. Esto permite estudiar su dieta a partir del desgaste dental.

La evolución del armadillo gigante Holmesina

Entre los fósiles descubiertos, se destacan restos de Holmesina, un pariente extinto de los armadillos modernos o conocidos en algunas regiones como tatú carreta. Los investigadores han observado un cambio gradual en el tamaño de esta especie a lo largo del tiempo.

Hace dos millones de años, el Holmesina floridanus pesaba en promedio 68 kilogramos, pero con el tiempo su tamaño aumentó hasta alcanzar los 215 kilogramos en su versión más reciente, Holmesina septentrionalis. “Es esencialmente el mismo animal, pero con el paso del tiempo creció tanto que sus huesos cambiaron lo suficiente como para que se clasificara como una nueva especie”, precisó Narducci.

La excavación sigue en proceso y se espera encontrar más fósiles en el sitio

Los fósiles recuperados en STR 2A muestran características de ambas especies, lo que sugiere que este sitio representa un punto intermedio en la transición evolutiva. “Estos hallazgos nos dan más pistas sobre cómo el tamaño aumentó antes de que la anatomía de los huesos se adaptara para soportar el peso extra”, añadió la investigadora.

Otro descubrimiento intrigante en el sitio es un cráneo de tapir con una combinación de rasgos nunca antes vista. “Podría tratarse de una nueva especie, pero también podría ser simplemente un individuo con características inusuales dentro de su población”, advirtió Hulbert.

Trabajo conjunto entre aficionados y científicos para el descubrimiento de fósiles en Florida

Este yacimiento, como muchos otros importantes sitios de fósiles en Florida, no fue descubierto por profesionales, sino por coleccionistas aficionados. Sinibaldi y Branin, quienes bucean regularmente en busca de fósiles, notificaron a los expertos del Florida Museum, lo que permitió que los restos fueran estudiados en profundidad.

Branin destacó la ventaja de Florida en términos de acceso a fósiles: “Tenemos un sistema de permisos que permite a las personas recolectar fósiles en tierras estatales, algo que no es común en otros lugares”.

La excavación en el sitio sigue en curso y, debido a la dificultad de excavar un sumidero bajo el agua, el proceso será lento y prolongado. Sin embargo, los científicos confían en que aún quedan muchos fósiles por descubrir.