Argentina's President Javier Milei gestures as he speaks during the inauguration of the 143rd ordinary session of Congress at the National Congress in Buenos Aires on March 1, 2025. (Photo by Luis ROBAYO / AFP)

En su discurso de inauguración de sesiones ordinarias del Congreso, el presidente Javier Milei anunció que en los próximos días someterá a la aprobación legislativa un nuevo acuerdo con el FMI y que avanzará con la idea de comprometer el superávit fiscal por ley.

De esta forma, explicó, se eliminará la incertidumbre que mantienen los inversores sobre lo que podría ocurrir con las cuentas públicas ante un cambio de Gobierno.

El mensaje del Presidente hizo fuerte hincapié en los aspectos económicos. Ponderó la recuperación en “V”, la baja de la inflación y “la disminución de la pobreza a 33%”, estimando que implica una caída de 10 millones de pobres en un año.

Pero, sobre todo, el énfasis fue dejar en claro que el superávit fiscal es innegociable. En ese sentido, aseguró que el objetivo es reducir el gasto público al 25% del PBI para 2027. “Un menor tamaño del Estado es sinónimo de menos pobres”, consideró.

Milei ponderó la recuperación en “V”, la baja de la inflación y la disminución de la pobreza

El presidente habló de ir a una reforma tributaria que reduzca la cantidad de impuestos y también la necesidad de modernizar las leyes laborales. Pero reconoció que posiblemente recién se pueda avanzar después del 11 de diciembre, es decir cuando el Congreso tenga su nueva conformación luego de las elecciones legislativas.

Tanto el discurso de Milei dando un fuerte peso al superávit fiscal como, durante la semana que pasó, la iniciativa de la número dos del FMI, Gita Gopinath, procuraron calmar la ansiedad del mercado acerca de un acuerdo clave para despejar las dudas en torno del nivel de reservas y la capacidad para afrontar los vencimientos de la deuda pública.

Unas 48 horas antes del discurso presidencial, Gopinath se había reunido en modo virtual con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el titular del BCRA, Santiago Bausili, para calmar la ansiedad del mercado. La alta funcionaria incluso hizo un breve posteo en redes sociales y habló de “muy buen progreso” en la conversación con los máximos referentes del equipo económico.

Sucede que la última semana volvió a ser muy difícil para los mercados en general, con caídas fuertes sobre todo en empresas tecnológicas, y para los activos argentinos en particular. El riesgo país culminó la semana en 780 puntos básicos, su máximo del año, reflejando esa mayor incertidumbre del mercado.

Pero no fue la única variable que reflejó el aumento de la ansiedad de los inversores. No fue aislado que el Tesoro tuviera que aumentar las tasas para colocar títulos en pesos hasta el 35% en promedio para plazos relativamente cortos.

Gita Gopinath, número dos del FMI, junto al ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, tras un encuentro de trabajo en Buenos Aires. REUTERS / IMAGEN SUMINISTRADA POR UN TERCERO

El ministro de Economía tuvo que redoblar la apuesta para asegurar el carry trade: mientras que el tipo de cambio oficial aumenta 1% por mes, la tasa es de casi 2,5%. Además, también juega fuerte el BCRA para mantener bajo control la brecha cambiaria. Así se busca asegurar la demanda de pesos, brindando una atractiva ganancia a quienes permanecen en moneda local.

Economía tuvo que redoblar la apuesta para asegurar el carry trade: mientras que el tipo de cambio oficial aumenta 1% por mes, la tasa es de casi 2,5 por ciento

De hecho no deja de llamar la atención que en un momento de debilidad de los bonos, el tipo de cambio permanezca prácticamente inalterado. Esto se explica por la intervención del BCRA para que no aumenten los dólares financieros, aunque el viernes pegaron un pequeño salto. Tanto el MEP como el contado con liquidación superaron los $ 1.225, también los máximos de los últimos meses.

La evolución de las reservas también representa un punto de preocupación. Sobre el cierre de la semana perforaron los USD 28.000 millones y las netas siguen en descenso. Considerando que en julio el Gobierno deberá volver a pagar unos USD 4.500 millones en concepto de capital e intereses de los bonos, de no mediar una inyección de dólares las reservas netas volverían a niveles negativos del orden de los 10.000 millones de dólares. Como bien explica el economista Ramiro Castiñeira, la explicación central es el repago de los vencimientos de deuda para evitar caer en un nuevo default.

Escenario más preocupante

Finalizado el primer bimestre de 2025, el escenario financiero luce mucho más preocupante que a fines del año pasado: reservas en baja, debilidad de bonos y acciones y tasas de interés reales más altas para sostener la demanda de pesos.

FILE PHOTO: A Wall Street sign hangs in front of a U.S. Flag outside the New York Stock Exchange (NYSE) before the Federal Reserve announcement in New York City, U.S., September 18, 2024. REUTERS/Andrew Kelly/File Photo

Si bien la toma de ganancias luego de las subas récord del año pasado es una parte de la explicación, evidentemente no alcanza para justificar lo ocurrido en el arranque de 2025. También impactó negativamente el contexto internacional, que se volvió mucho más volátil por la suba de aranceles por parte de Donald Trump y el peligro de una guerra comercial. Pero además están las razones estrictamente locales.

El escándalo generado por la recomendación de parte de Milei del token $LIBRA no tuvo un impacto inmediato en Wall Street. Pero el tema continuó y llegó a grandes medios como The New York Times, con investigación incluida. Claramente no favoreció a la imagen del Presidente. La designación de dos jueces para la Corte Suprema por decreto tampoco fue bien recibida. Algunas entidades empresarias como AMCHAM (empresas norteamericanas en Argentina) e IDEA se manifestaron en contra y advirtieron sobre el peligro de la necesidad de consolidar la seguridad jurídica para los inversores.

El escándalo $LIBRA no tuvo impacto inmediato en Wall Street, pero el tema continuó y llegó a grandes medios como The New York Times, con investigación incluida

Estas luces amarillas por el momento solo impactan en el “mundo financiero”. La economía real continúa en proceso de reactivación. Pero a pesar de la mejora de los números macro, al consumo le cuesta levantar. En diciembre el consumo en supermercados todavía era 3,3% menor respecto al mismo mes del año anterior y en el caso de los mayoristas la merma es mucho peor: 14%.

La evolución de la inflación de febrero viene más “opinada”. La consultora C&T la calculó en 1,9% a pesar de la suba de la carne. Pero EcoGo, por ejemplo, proyectó que se ubicará en niveles de 2,7%, un salto significativo después del 2,2% de enero. A pesar de estas discrepancias, el proceso de desinflación se espera que continúe en los próximos meses.

Transición

Tal como señala Leo Chialva, director de Delphos Investment, el Gobierno enfrenta un año de “transición” tras haber superado en 2024 la crisis que dejó la anterior administración.

Este proceso incluye el acuerdo con el FMI y un fuerte desembolso para consolidar las reservas, eventualmente un resultado exitoso en las elecciones legislativas (teniendo en cuenta que el apoyo a Milei se mantiene por encima del 50%) y para fin de año la posibilidad de salir del cepo cambiario.

Se trata de un plazo extenso. El objetivo del Gobierno es mantener los “fundamentals” de la economía solidos: sostener la baja del gasto público, superávit fiscal y control monetario, junto con un acuerdo con el FMI para reencauzar las expectativas y consolidar la recuperación de la economía.