La posible tercera postergación de la inauguración del Nuevo Aeropuerto Jorge Chávez ha generado una creciente polémica entre autoridades, empresarios y usuarios del transporte aéreo. Inicialmente programada para marzo de 2025, la apertura del nuevo terminal enfrenta retrasos debido a la falta de permisos clave y pruebas técnicas pendientes, lo que ha encendido críticas contra Lima Airport Partners (LAP) y las entidades reguladoras. Algunos sectores acusan una falta de planificación y demoras burocráticas, mientras que el Gobierno ha señalado que no se puede iniciar operaciones sin cumplir los estándares de seguridad y funcionalidad adecuados.
Frente a esta polémica, el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) informó que la construcción del nuevo terminal de pasajeros del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez ha alcanzado un 99,4 % de avance. La revisión, realizada el 28 de febrero, permitió evaluar el estado de las condiciones necesarias para la puesta en operación del terminal, como parte de los compromisos adquiridos entre el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y la empresa Lima Airport Partners (LAP).
El 0,6 % restante: sistemas y ajustes finales
A pesar del alto porcentaje de avance, hay elementos pendientes de culminación, entre ellos:
- Sistema de Detección y Alarma Contra Incendios (DACI): Aún en proceso de integración con el sistema de gestión de edificios (BMS).
- Megafonía y alarma pública por voz: Integración en curso con el BMS.
- Sistema de iluminación: Ajustes finales en su vinculación con el sistema de control.
- Flight Information Display System (FIDS): En fase de integración con BMS.
- Seguridad: Finalización de ajustes y conexión con el Centro de Control de Seguridad (CCS).
- Arquitectónica: Reparaciones menores y trabajos de jardinería en áreas específicas.
Pruebas pendientes antes de la inauguración
Ositrán enfatizó la necesidad de culminar pruebas integrales en condiciones lo más cercanas a la operación real. Entre los ensayos por realizar se encuentran:
- Sistema DACI: Evaluación de su funcionamiento por zonas.
- Red Local de Área (LAN): Verificaciones finales de rendimiento.
- FIDS: Revisión de observaciones detectadas en pruebas anteriores.
- Planta de Combustible: Simulaciones de respuesta contra incendios junto con OSINERGMIN.
- Aire acondicionado: Comprobación del control centralizado desde el BMS.
Permisos y licencias pendientes
Uno de los principales factores que ha retrasado la apertura del nuevo terminal son los permisos y licencias pendientes. De acuerdo con Ositrán, aún se requieren:
- De LAP: Autorización para abastecimiento de agua potable, permisos de generación eléctrica, certificación de operación aeroportuaria y registros ante Sedapal.
- Del Estado: Certificado de ITSE para entidades públicas que operarán en el terminal.
- De empresas privadas: Aerolíneas, almacenes de carga y operadores de servicios deben completar su licencia de funcionamiento e ITSE.
Otros aspectos por mejorar
Si bien estos temas no están bajo la supervisión directa de Ositrán, la entidad expresó su preocupación por aspectos esenciales para los pasajeros. Entre ellos, la garantía de una cobertura de telefonía móvil adecuada dentro del terminal y la optimización de la vía de acceso al nuevo aeropuerto.
“Nuestra labor es asegurar que la infraestructura cumpla con los Estándares Básicos y Requisitos Técnicos Mínimos del contrato de concesión”, indicó la institución, reafirmando su compromiso con la correcta finalización del proyecto. Con este panorama, la inauguración del nuevo terminal dependerá de la culminación de pruebas y la obtención de permisos clave.