La ciencia descubrió un pequeño punto azul en el cerebro que se encarga de regular el sueño. Se trata de locus coeuleus y está emergiendo como una fascinante área de investigación, pues también sería responsable de controlar la atención.

Esta pequeña estructura está ubicada en la base del cerebro, contiene alrededor de 50.000 células y, de acuerdo con un estudio publicado en el diario científico Nature Reviews Neuroscience, desempeña un papel clave en la distribución de la noradrenalina, un neurotransmisor fundamental para la atención, el estado de alerta y la respuesta al estrés.

Previamente, se creía que el locus coeruleus permanecía inactivo durante el sueño. Sin embargo, ahora se sabe que mantiene una actividad intermitente de baja intensidad, influyendo en la profundidad del descanso. Comprender mejor este mecanismo, según la BBC, podría contribuir al tratamiento de trastornos del sueño vinculados a la ansiedad. El nombre de “punto azul” le fue otorgado por su color, pues las neuronas del locus coeruleus tienen un pigmento de este tono por un neurotransmisor conocido como la noradrenalina.

Esta mancha azul puede ser fundamental para el sueño.

“La norepinefrina (también conocida como noradrenalina) aumenta la posibilidad de que una neurona reciba un pico de corriente eléctrica. Cuando se activan, las células del locus coeruleus pasan haces de este neurotransmisor a lo largo de sus proyecciones a otras regiones del cerebro, mejorando la comunicación entre las neuronas de esa área”, explicó el medio ya citado.

No obstante, según el tipo de receptores que posean, algunas neuronas reaccionan incluso a pequeñas cantidades de noradrenalina, mientras que otras requieren niveles más altos para activarse. Como resultado, al incrementarse la actividad del locus coeruleus, ciertas regiones del cerebro se verán más influenciadas que otras, lo que puede impactar significativamente en funciones como la atención, la concentración y la creatividad.

Recientemente, científicos de la Universidad de Lausana han descubierto una nueva función del locus coeruleus en la regulación del sueño y sus alteraciones. Esta región del cerebro facilita la transición entre las fases de sueño NREM y REM, al tiempo que mantiene una vigilancia inconsciente del entorno. El estrés puede afectar su funcionamiento y deteriorar la calidad del sueño.

La investigación, dirigida por la profesora Anita Lüthi, reveló por primera vez que el locus coeruleus, ubicado en el tronco encefálico, determina cuándo es posible la transición entre los dos estados de sueño, lo que demuestra que esta área del cerebro es crucial para la ciclicidad normal de los estados de sueño.

Por Sofía Arias Martínez