India enfrenta un escenario climático alarmante con temperaturas mínimas récord, monzones irregulares e inundaciones (Ashish Vaishnav/SOPA Images via ZUMA Press Wire/dpa)

Un contexto de creciente vulnerabilidad climática, India, el país con mayor población del planeta, se encuentra en el epicentro de una crisis ambiental que combina olas de calor extremo, sequías severas e inundaciones devastadoras. Según informó The Economist, el verano pasado registró las temperaturas mínimas más altas desde 1901, lo que dejó a millones de personas sin alivio incluso durante las noches. Además, las lluvias monzónicas de 2024 provocaron inundaciones que destruyeron aldeas y paralizaron ciudades, mientras que en la estación seca, urbes como Bangalore y Chennai enfrentaron una alarmante escasez de agua. Este panorama refleja los desafíos de adaptación al cambio climático en un país que, aunque no es rico, ya destina el 5,6 % de su PIB a mitigar sus efectos.

De acuerdo con National Geographic, la situación hídrica en India es crítica. Ciudades como Chennai, con una población de 11 millones, han visto cómo tres de sus cuatro embalses se secaron, mientras que Bangalore, conocida como el Silicon Valley indio, podría agotar sus reservas de agua subterránea en un futuro cercano. Este problema lo tienen también a regiones rurales, donde la sobreexplotación de acuíferos y la deforestación han alterado los ciclos naturales de agua, exacerbando las sequías y reduciendo la capacidad de los suelos para retener humedad.

El cambio climático está afectando gravemente a India, con olas de calor que han cobrado más de 17.000 vidas desde 1971 y temperaturas cercanas a los 50°C (Europa Press)

El impacto del cambio climático en la vida cotidiana y la economía

El cambio climático está transformando el paisaje natural de India, y está afectando profundamente la vida de sus habitantes y su economía. Según Swissinfo, las olas de calor, que han cobrado más de 17.000 vidas desde 1971, son cada vez más frecuentes e intensas. En julio de este año, millones de personas en el norte del país soportaron temperaturas cercanas a los 50°C, en un contexto donde solo el 5 % de los hogares cuenta con aire acondicionado. Este aumento de las temperaturas también está reduciendo la productividad de los trabajadores al aire libre, lo que, según The Economist, representa una pérdida económica equivalente al 7 % del PIB anual.

Por otro lado, las lluvias monzónicas, que tradicionalmente han sido una fuente vital de agua para la agricultura y el consumo humano, se han vuelto más erráticas. National Geographic detalla que el monzón del sudoeste, que normalmente empapa el país entre junio y septiembre, llegó con diez días de retraso este año y con un 30 % menos de precipitaciones en junio. Esto ha llevado a titulares alarmantes en los medios locales, como “día cero” y “sequía histórica”, reflejando la gravedad de la situación.

Bangalore y Chennai: dos ciudades emblemáticas de la crisis hídrica

El caso de Bangalore ilustra los desafíos de gestión del agua en India. Según National Geographic, esta ciudad de 12 millones de habitantes depende del río Cauvery, del cual extrae 1.450 millones de litros diarios, bombeados desde una distancia de 145 kilómetros (90 millas). Sin embargo, un cuarto de su población, principalmente en la periferia, no tiene acceso a este suministro y depende de pozos subterráneos, cuya extracción descontrolada ha llevado a que el nivel freático caiga a profundidades de hasta 300 metros (984 pies). Además, la deforestación en la cuenca del Cauvery y el cambio en los usos agrícolas del suelo han reducido la capacidad del río para sostener el suministro de agua.

La crisis ambiental en India combina fenómenos extremos como sequías prolongadas e inundaciones catastróficas (EFE)

En Chennai, la situación es igualmente alarmante. Según National Geographic, esta megaciudad depende en gran medida del agua fósil, extraída de pozos privados o transportada por camiones cisterna controlados por mafias del agua. Estas organizaciones, con vínculos en la política y la burocracia, han convertido el acceso al agua en un negocio lucrativo, mientras que los embalses municipales solo cubren el 35 % de las necesidades de la ciudad. Además, la urbanización descontrolada ha pavimentado humedales, impidiendo la recarga de acuíferos y aumentando el riesgo de inundaciones durante las lluvias.

Sin embargo, la falta de instituciones sólidas y una gestión pública eficiente limita el alcance de estas iniciativas. Según The Economist, en ciudades como Mumbai, la supervisión de los recursos hídricos está fragmentada entre diferentes departamentos, lo que dificulta la implementación de políticas integrales. En Bangalore, el departamento gubernamental encargado de regular la extracción de agua subterránea cuenta con solo seis empleados, lo que hace imposible supervisar una ciudad de tal magnitud.

Con solo el 5 % de los hogares equipados con aire acondicionado, las olas de calor en India impactan la productividad y la salud de millones (Reuters)

El cambio climático y los desastres naturales en India

Además de la crisis hídrica, India enfrenta otros desastres naturales exacerbados por el cambio climático. Según Swissinfo, en febrero de este año, un desprendimiento de glaciar en las Himalayas provocó una inundación repentina que arrasó un valle, destruyendo viviendas y cobrando la vida de unas 200 personas. Este evento, atribuido al derretimiento acelerado de los glaciares, es un recordatorio de los riesgos que enfrenta la región montañosa, donde unos 10.000 glaciares pierden entre 30 y 60 metros por década.

Los ciclones también se han vuelto más frecuentes e intensos. En mayo, el ciclón Tauktae dejó 155 muertos en el oeste de India, mientras que el ciclón Yaas obligó a evacuar a más de 1,5 millones de personas en el este del país. Según Swissinfo, el aumento de la temperatura marina está detrás de este fenómeno, que amenaza con desestabilizar aún más las comunidades costeras.