Por culpa de la sequía de los últimos 30 días, además de las altas temperaturas, la cosecha de soja y de maíz ya se achicó en un volumen equivalente, entre ambos granos, a 11 millones de toneladas. Esto versus las proyecciones iniciales que había trazado la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en septiembre pasado. En tanto, en valor, la pérdida entre ambos cultivos trepa a unos US$3450 millones, según señalaron fuentes del mercado en base a precios de exportación.
Esta miércoles, la BCR calculó en 47,5 millones de toneladas la cosecha de la oleaginosa. Es una poda de 5 millones de toneladas luego de haber previsto 52,5 millones de toneladas en septiembre pasado, antes del inicio de la siembra del cultivo. Es el primer recorte y fuerte que hace la organización en el grano.
Para el caso del maíz, la entidad rosarina hoy señaló que la recolección del cereal se ubicará en 46 millones de toneladas. Esto es 2 millones de toneladas menos contra enero pasado y 6 millones de toneladas inferior si, en este caso, la comparación se realiza respecto de la primera estimación de septiembre pasado.
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De acuerdo a fuentes del mercado, a valores de exportación la merma productiva en soja representa unos US$2070 millones, mientras que en maíz trepa a 1380 millones de dólares. Sumados ambos productos significa US$3450 millones menos.
Tras el estrés y la pérdida de potencial que sufrieron los cultivos debido a la falta de precipitaciones, la semana pasada se registraron lluvias abundantes sobre la zona agrícola núcleo. Hubo 50 milímetros y hasta 100 mm en amplias zonas. Aunque no revierten los daños ya provacados, al menos frenaron el deterioro de los cultivos sobre el 60% de la región. Para los expertos, los próximos días serán clave para la definición de la producción de la oleaginosa.
El clima, en rigor, fue cambiante durante la campaña. Se inició con falta de agua y luego entre octubre y fin de noviembre hubo buenos acumulados de precipitaciones. El escenario empezó a cambiar para menos precipitaciones desde mediados de diciembre y se pronunció durante enero. Esto fue destacado por la BCR: “Pasó de todo en lo que va de esta campaña 2024/25 de soja. En muy poco tiempo se han producido enormes cambios en el escenario productivo agrícola. La campaña comenzó seca y con las reservas en rojo en los suelos de la región pampeana. Entre mediados de octubre y mediados de diciembre se consolidó una mejora hídrica notable en gran parte del área productiva argentina. Sin embargo, La Niña moderada tomó protagonismo luego, con circulaciones secas y muy cálidas desde el NE [nordeste]”.
En tanto, recordó que la semana pasada hubo un ingreso “inesperado de humedad” del Atlántico desde el norte de Buenos Aires y dejó lluvias que superaron los 100 mm en el norte bonaerense y en la franja que va de Rosario al sur santafesino. “En el sur cordobés los acumulados fueron menores”, aclaró.
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En este contexto, se detuvo sobre la situación de la soja de segunda que se hace luego de la cosecha del trigo o fechas de diciembre. “La situación sigue muy delicada. El golpe de calor ha dejado daños generalizados en la región pampeana. Los rindes potenciales sufrieron caídas del orden de 30 a 70% y hay numerosas áreas que no se cosecharían. De allí la proyección de un área no cosechable de 780.000 hectáreas”, graficó.
Según la entidad, lo que ocurra con las lluvias en los próximos 10 días será clave para ponerle un piso a la campaña y evitar mayores recortes. Indicó que se requieren al menos 40 mm en esta semana y 40 mm más en la próxima. “Las lluvias se necesitan sobre todo en el centro y norte de Córdoba y Santa Fe, centro y centro oeste de Buenos Aires, Santiago del Estero y, fundamentalmente, en Chaco. La situación productiva en esta última provincia es la más grave de los últimos 20 años”, señaló.
Respecto del maíz, la BCR precisó que hizo un recorte de 2 millones de toneladas versus una estimación de enero último con 48 millones de toneladas. Aguarda ahora 46 millones de toneladas. En tanto, al inicio del ciclo agrícola esperaba 52 millones de toneladas.
“La ola de calor y la falta de agua también impactaron en el maíz. Se proyecta un 4% menos de producción que en enero. Con un rinde de 70,5 quintales por hectárea a nivel nacional, se estima en 46 millones de toneladas la producción de maíz 2024/25; esto es 2 millones de toneladas por debajo de lo calculado en enero. Al igual que en la soja, las expectativas eran muy distintas a la siembra, cuando se pensaba en un escenario de “normalidad climática” de casi 52 millones de toneladas”, señaló.