A simple vista, Beckets House parece una casa más dentro del pintoresco pueblo de Eastry, en Kent, Inglaterra. Con su fachada tradicional y su aire acogedor, pocos imaginarían que esta residencia de cinco dormitorios y dos baños esconde bajo sus cimientos un secreto histórico que se remonta a más de 800 años.
Lo que diferencia a esta propiedad de cualquier otra no es solo su arquitectura medieval bien conservada, sino el intrincado laberinto de túneles que se extienden a una profundidad de entre 15 y 20 metros. Estos pasadizos ocultos son parte de algunos de los episodios más turbulentos de la historia británica, en este caso, la persecución del arzobispo Thomas Becket por orden del rey Enrique II.
Thomas Becket, quien fuera arzobispo de Canterbury, tuvo una relación tensa con Enrique II debido a un conflicto sobre los derechos y privilegios de la Iglesia. En 1164, tras desobedecer al rey, Becket se vio obligado a huir para salvar su vida. Se cree que en su escape hacia Francia utilizó los túneles de Beckets House como refugio temporal mientras esperaba un barco en la cercana localidad de Sandwich.
Sin embargo, su destino no cambió. En 1170, Becket fue asesinado dentro de la Catedral de Canterbury por un grupo de caballeros que interpretaron las palabras del rey como una orden directa para eliminarlo. Su martirio lo convirtió en santo, siendo canonizado por el Papa Alejandro III poco después de su muerte.
La casa Beckets no solo guarda este impresionante camino subterráneo, sino que su estructura medieval sigue intacta. Elementos como las vigas expuestas, los suelos de madera originales, las puertas y ventanas de guillotina, así como sus chimeneas de época, la convierten en una verdadera joya arquitectónica.
Además, la propiedad cuenta con una distinción especial: la placa de diamante rojo de los Edificios Históricos de Kent, un reconocimiento otorgado a construcciones con un valor patrimonial significativo. A pesar de su importancia histórica, Beckets House está actualmente en venta por un precio de un millón de libras esterlinas. La propiedad no solo ofrece una oportunidad única para vivir en un lugar con siglos de historia, sino que incluye comodidades modernas como un enorme estacionamiento, establos y amplios jardines con gran cantidad de flores que rodean a un pequeño lago artificial.
Los actuales propietarios, que vivieron allí durante más de 20 años, contaron al diario The Sun haber seguido descubriendo secretos con el paso del tiempo: “Nos enamoramos de Beckets en cuanto la vimos y luchamos por adquirirla. A lo largo de los años, encontramos detalles increíbles tanto en la superficie como bajo tierra. Ahora sentimos que es momento de pasarle la posta a nuevos dueños que sepan apreciar la magia de este lugar”.
Por su parte, la agencia inmobiliaria Fine & Country destacó el valor único de la propiedad en una de sus publicaciones en internet. “Existen muchas casas especiales en el Reino Unido, pero pocas ofrecen acceso exclusivo a un laberinto subterráneo con conexiones directas a una leyenda histórica. Beckets House no es solo una residencia, es un pedazo de historia”, aseguraron.