Luego de semanas de calor extremo, con temperaturas que rozaron los 40°C, la ciudad de Buenos Aires vivió un cambio brusco en el clima. Durante la madrugada del martes, una tormenta con ráfagas de viento de hasta 100 km/h golpeó distintos barrios porteños y el conurbano bonaerense. El fenómeno dejó un saldo de calles anegadas, cortes de luz y árboles caídos.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había emitido alertas amarillas por tormentas fuertes en la región, y aunque la temperatura descendió, el temporal trajo consigo nuevas complicaciones.

Consecuencias de la tormenta en CABA (autor: Camila Súnico)

LA NACION recorrió distintas zonas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) afectadas por el temporal. Uno de los puntos más golpeados fue la avenida Álvarez Thomas, en Villa Ortúzar. Allí, un árbol de grandes dimensiones se desplomó en la intersección con la avenida El Cano y la calle 14 de julio, bloqueando por completo la calzada. La imagen era impactante: ramas cubriendo la calle, cables enredados y un auto aplastado bajo el peso del tronco.

“Sentí como una explosión”, cuenta Claudia Valdez, vecina del barrio, que salió junto a su marido a ver qué había ocurrido. “Al principio pensamos que había sido un choque, pero cuando nos asomamos, vimos el árbol tapando toda la avenida. Y debajo, un auto”, relata con preocupación. La calle, habitualmente transitada, quedó inhabilitada en cuestión de segundos. “Por suerte a esa hora no había tantos autos, si no esto sería un desastre”, agrega.

Consecuencias de la tormenta en CABA (autor: Camila Súnico)

La caída del árbol dejó la avenida cortada. Aunque algunos intentaron pasar, fueron frenados antes de llegar al lugar. Durante la madrugada, la lluvia persistente complicó la visibilidad y los vecinos comenzaron a llamar al 147 para alertar a las autoridades. Con las primeras horas del día, un camión del Gobierno de la Ciudad llegó para retirar los troncos. Aunque muchos restos ya habían sido arrastrados a la vereda, la avenida seguía inutilizable.

Los comerciantes de la zona se encontraron con la escena al llegar a sus negocios. “El local abre a las siete, pero yo llego dos horas antes. Veía cómo los autos venían y se encontraban con el árbol”, dice un empleado de una pizzería ubicada a pocos metros del lugar. “Llamamos al 147 para avisar, porque con la oscuridad y la lluvia podía pasar cualquier accidente”, añade.

Personal de la ciudad de Buenos Aires trabajaba esta mañana en la avenida Álvarez Thomas

El estruendo de la caída se sintió en varias cuadras a la redonda. Algunos vecinos lo describieron como “una explosión”, otros como “una bomba”. El episodio avivó la preocupación por el estado de los árboles en la zona. “Cada vez que hay tormenta tenemos miedo. Hay muchos árboles viejos y con raíces débiles, cualquier viento fuerte los puede tirar”, advierte Roberto Méndez, vecino de la cuadra.

“No sabés el ruido que hizo. Agarró los cables de luz, acá se puede ver cómo el poste quedó a punto de caerse. Todos los cables de esta cuadra quedaron colgando, pero se sintió como una explosión”, cuenta el empleado de un puesto de diarios ubicado a metros del árbol caído. “Abrí el kiosco y de golpe sentí un boom, pensé que se me había caído la puerta”, agrega, todavía sorprendido por lo ocurrido.

Un árbol caído por la tormenta en Bartolomé Mitre y Junín

Los vecinos ya habían advertido sobre el mal estado del árbol. Silvina Ponce, que vive en el edificio de la esquina, señala que había señales previas del peligro: “Había dos carteles que decían que el árbol estaba en mal estado. Pusieron el cartel y no hicieron nada”. Además, advierte que la situación podría repetirse. “El que está al lado también se va a caer, tiene las raíces afuera. Esto es por las obras de construcción que se están haciendo en esta cuadra”, afirma con preocupación.

Ráfagas intensas y árboles caídos

Los Bomberos de la Ciudad comenzaron los operativos de emergencia por el temporal durante la madrugada e informaron que se registraron 82 accidentes debido a los fuertes vientos, lo que incluyó una antena de veinte metros que estaba en una terraza y se precipitó sobre dos edificios linderos en Villa Luro, un árbol que cayó sobre un tendido eléctrico en Balvanera, un techo de chapa que se voló en Nueva Pompeya y un desprendimiento de mampostería de una edificación en construcción en Villa Lugano. Según indicaron, todos ocurrieron sin que se registraran víctimas.

Un árbol caído en la vía de tren Sarmiento a la altura de Haedo

“El Servicio Meteorológico Nacional emitió a las 5.13 un aviso a muy corto plazo por tormentas fuertes con lluvias intensas, ráfagas y ocasional caída de granizo. A partir de las 5.57 se actualizó la alerta, solo por tormentas”, informaron fuentes del Gobierno de la Ciudad.

El Centro Único de Coordinación y Control porteño atendió durante esta mañana 219 situaciones causadas por las intensas ráfagas de hasta 80 km/h, la mayoría por ramas o árboles caídos, cables cortados o que quedaron colgando. En la línea 147, en tanto, se recibieron más de 5300 llamadas que se fueron derivando y solucionando.

En Aeroparque, por ejemplo, se registraron ráfagas de 67 km/h, pero no se produjeron anegamientos en calles y avenidas del distrito.

Otro árbol caído en la ciudad

Además, hay cortes de calles por árboles caídos en Álvarez Thomas, entre Elcano y 14 de Julio (Colegiales), Rivadavia y Bonorino (Flores). En esos puntos equipos de la Ciudad están trabajando para normalizar la situación, según informaron.

“Están activos y en alerta los equipos de Emergencias, Bomberos, Defensa Civil, SAME, Policía de la Ciudad y Agentes de Tránsito y el SAME recorre preventivamente los barrios: no se han registrado heridos”, dijeron.

En tanto el SMN indicó que el fenómeno que comenzó cerca de las 5 de la mañana y recuperó su intensidad a media mañana —que implicó fuertes ráfagas, árboles caídos y techos volados— se extenderá hasta después del mediodía, cuando la intensidad de las lluvias descienda hasta adquirir una característica aislada.

Desde el Centro de Monitoreo Urbano (CMU), en Chacarita, el Jefe de Gobierno, Jorge Macri señaló: “Las cuadrillas están trabajando y ya se han liberado calles. Vamos a seguir durante todo el día mientras dure la alerta”. Lo acompañó el ministro de Espacio Público e Higiene Urbana, Ignacio Baistrocchi.

Cuadrillas y más lluvia

Aunque la lluvia persiste de forma intermitente, con momentos de mayor intensidad y otros más leves, las cuadrillas de emergencia trabajan para despejar calles y asegurar las zonas más afectadas. En distintos barrios todavía quedan rastros de la tormenta: ramas caídas, árboles derribados y techos dañados.

En Balvanera, donde un árbol cayó en Bartolomé Mitre y Junín y arrastró el tendido eléctrico, Bomberos de la Ciudad mantiene un perímetro de seguridad mientras se realizan tareas de remoción.

El árbol caído en Bartolomé Mitre y Junín

En Nueva Pompeya, los operativos continuaban en Arturo Beruti y Cachi, donde una chapa desprendida por el viento amenazó con desplomarse sobre una vivienda. En Villa Lugano, la situación también está controlada luego del desprendimiento de mampostería en Larraya al 4300, que impactó contra el techo de una casa lindera.

“Las ráfagas fueron muy intensas, jamás recuerdo vientos tan fuertes. Escuché salir a los bomberos y veía cómo se volaban las chapas, literal. Me desperté por los ruidos y cuando me levanté, me di cuenta de que se me había metido toda el agua dentro de casa. El viento era tan fuerte que casi no podía cerrar las ventanas, tenía miedo de que se rompieran y que todo terminara peor”, relató a este medio Lucas Ortiz, vecino de Villa Lugano.

Ortiz aún intenta recuperar su hogar tras el temporal. “Fue desesperante, el agua entraba sin parar y el ruido del viento no cesaba. Nunca viví algo así”, agregó.