La campaña agrícola actual comenzó con buenas perspectivas gracias a las lluvias de diciembre pasado, pero la situación se complicó con el paso de las semanas y el panorama se tornó gris. Si bien las precipitaciones de la última semana mejoraron la situación en algunas regiones, la campaña no será la esperada. A esto se suma la caída de los precios internacionales, que no muestran valores atractivos para los productores. En este contexto, Santiago del Carril, flamante CEO de ADBlick Agro, dialogó con LA NACION sobre la inversión realizada en este ciclo agrícola y el plan de expansión de la empresa a cinco años. Asimismo hizo mención a la importancia de que haya una reducción de la carga impositiva sobre el sector.

La compañía invirtió 30 millones de dólares en esta campaña, apostando a una mayor diversificación de cultivos y a una estrategia geográfica que permitió mitigar el impacto de la sequía. La empresa también avanzó en su estrategia de expansión y busca alcanzar las 100.000 hectáreas en los próximos cinco años. Dentro de ese esquema, el 10% de la superficie será de campos propios, lo que les permitirá reducir la dependencia del arrendamiento y mejorar la planificación productiva. “Buscamos expandirnos en la zona núcleo sur de Santa Fe, el norte de Buenos Aires y algunas áreas del noreste y noroeste del país. Además, estamos analizando la compra de tierras para incorporar tecnología y riego”, apuntó.

El contexto del sector ha sido complejo en los últimos meses. “Hasta mediados de diciembre, veníamos con muy buenas lluvias y una buena intención de siembra de maíz, soja y, en algunas zonas, también girasol. Después de eso, se cortó el agua. El final de diciembre fue muy duro y durante todo enero la situación se mantuvo complicada, por lo que el panorama es bastante complejo”, dijo.

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A pesar de este escenario, destacó que la firma logró minimizar el impacto negativo gracias a la distribución geográfica de sus campos. En total trabajan unas 75.000 hectáreas, todas en establecimientos arrendados. “Nuestros campos están ubicados principalmente en la provincia de Buenos Aires, en la Cuenca del Salado, el centro, sudeste y sudoeste. Esto nos permitió mitigar los efectos de la sequía. En general, el 90% de nuestras siembras está en buen estado”,dijo.

Santiago del Carril:

Mencionó que las precipitaciones de comienzos de este mes contribuyeron a aliviar la situación. “Por suerte, en la provincia de Buenos Aires y en zonas que estaban más afectadas, incluida la zona núcleo, el nordeste y el noroeste, llovió en la última semana. Esto ayudó a frenar las pérdidas en la cosecha”, expresó.

El desafío del clima se suma a un contexto de precios poco favorables. “La siembra comenzó con valores ya bajos y luego hubo una caída también bastante significativa, sobre todo en la soja”, precisó. No obstante, en los últimos 30 días se observaron algunos factores que impulsaron una leve recuperación. “La demora en la cosecha de Brasil y la sequía en la Argentina durante enero impulsaron un leve repunte en los precios de la soja en el mercado internacional”, explicó.

También señaló que, a nivel local, “la reciente medida sobre retenciones contribuyó a un pequeño incremento en los precios y a reactivar el mercado, que estaba muy quieto en los últimos 45 días”. Respecto al maíz, señaló que sus valores se mantuvieron más estables en comparación con la soja. “Los precios venían un poco más sostenidos debido a la menor disponibilidad en Estados Unidos, el mayor productor mundial”. Apuntó que, al igual que ocurrió con la soja, las condiciones climáticas en Brasil también influyeron en la cotización. “En los últimos 40 días, así como hubo una pequeña demora en la cosecha de soja en Brasil, también hubo una demora en la siembra del maíz de safrinha, sobre todo en el centro y oeste, en Mato Grosso y esa zona”, explicó.

Sobre la situación de la compañía en este contexto, indicó: “Hoy estamos más o menos llegando a un punto de equilibrio en soja, que es importante, obviamente dependiendo del rendimiento. Y en maíz estamos con un precio un poco más sostenido, un poco más prometedor en términos de renta para el productor”.

Destacó que el aumento del área sembrada con girasol fue una estrategia clave que tomó la firma para sobrellevar la situación. “A mediados de 2024, debido al alza en el precio del aceite de girasol—impulsado por la situación en Europa del Este, la guerra entre Ucrania y Rusia—el precio del girasol y su aceite era muy atractivo, mientras la soja venía en baja. Esto nos llevó a potenciar la siembra de girasol. Además es un cultivo que se defiende bastante bien ante la falta de agua y las altas temperaturas”, dijo. Detalló que este año aumentaron en un 10% la superficie sembrada con este cultivo y alcanzaron las 17.500 hectáreas.

ADBlick Agro invirtió 30 millones de dólares en la campaña

Del Carril también opinó sobre la gestión del Gobierno y las medidas recientes para el sector agropecuario. “Desde el comienzo del nuevo gobierno el sector agropecuario tuvo una mirada optimista. Obviamente, hay bastantes limitaciones macroeconómicas en temas de presupuesto a nivel país, entre otros factores, pero el año pasado se eliminaron muchas trabas burocráticas e intervencionismo en la exportación, lo que favoreció mucho la gestión cotidiana del sector agroindustrial, desde la producción primaria hasta la exportación. Eso fue muy positivo. Hoy tenemos los mercados abiertos y no hay intervención en los precios”, reconoció. No obstante, manifestó: “Seguimos con un esquema de retenciones o derechos de exportación y todavía existe una brecha cambiaria, lo cual no es favorable”.

Del Carril:

A pesar de esto, sostuvo que el rumbo adoptado genera confianza. “Me parece que estamos avanzando por un camino razonable y positivo para el sector. La reciente medida sobre las retenciones fue una señal importante, que al menos en lo emocional llega en un buen momento”, afirmó.

De cara al futuro, ADBlick Agro planea continuar con su crecimiento. “Nuestro foco sigue siendo el crecimiento en el negocio agrícola, con planes para aumentar la producción de maní y papa, que tienen mercados competitivos”, afirmó. “En maní, por ejemplo, ya estamos produciendo 3000 hectáreas, y la Argentina es el mayor proveedor de maní premium para Europa”, agregó. En el caso de la papa, la empresa busca mejorar la eficiencia productiva y afianzar su integración en la cadena de valor. En ganadería y olivos la estrategia es consolidarse.

Por último, Del Carril destacó el papel cada vez más relevante que las empresas otorgan a la sustentabilidad y la importancia de enfocarse en lo que realmente demanda el mercado. “Nuestra visión es garantizar trazabilidad y sustentabilidad en los productos que producimos, alineándonos con las necesidades de los mercados a los que comercializamos. Hay muchos esfuerzos en sustentabilidad que genera la cadena, pero no siempre son relevantes o demandados, lo que puede implicar invertir en recursos que no tienen mucho sentido”, explicó.

La firma se mantiene abierta a incorporar nuevas certificaciones y tecnologías conforme a las exigencias del mercado. “Lo más importante es estar preparados. Contamos con una persona responsable de esta área que interactúa con los distintos sectores de la compañía para ejecutar certificaciones, alineamientos y nuevos protocolos que debamos implementar”, concluyó.