“Es un milagro que no haya más muertos. Este incendio va a tardar meses en extinguirse”. Fabián García, director de Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires, habla desde el Bolsón, desolado por las imágenes del fuego que la semana pasada vio bajar desde la montaña en una estampida frenética sobre el bucólico pueblo de Río Negro.

Anoche los vecinos del lugar celebraron con llantos las lluvias, justo cuando las lenguas de fuego avanzaban hacia los pobladores de Loma del Medio —a 8 kilómetros de El Bolsón— y las autoridades habían ordenado evacuar. Hoy otra vez hay alerta amarilla.

Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires trabaja coordinando a 72 brigadistas en El Bolsón

Las lluvias registradas durante la última noche tuvieron un impacto positivo sobre el incendio, brindando alivio a toda la región. Sin embargo, el fuego continúa activo, por lo que los esfuerzos se centran en consolidar su control. Hoy rige un alerta meteorológico por vientos con ráfagas, lo que exige extremar las medidas de prevención. Se mantiene restringido el acceso al Camino de Costa del Azul, desde la bajada al Camping Los Alerces hacia el sur. También sigue restringido el ingreso al Mirador del Azul y Cabeza del Indio, con el fin de facilitar la circulación de los equipos de respuesta.

Hasta ahora los incendios en el lugar dejaron un muerto, destrozaron 120 viviendas y forzaron a evacuar a 700 familias. Los sectores más afectados son Mallín Ahogado, la Perla del azul y Cascada Escondida.

Los cambios que están ocurriendo en el ambiente hacen que estos incendios tengan otro comportamiento. Que sean más violentos —dice García—. Son fenómenos extremos. No son los incendios que ocurrían hace 10, 15 o 20 años atrás. Es una situación de peligro extremo”.

Él es una de las 400 que personas de distintas jurisdicciones que trabajan en el lugar apoyados seis medios aéreos: tres aviones hidrantes y cuatro helicópteros de combate y 50 móviles, entre autobombas y equipos de ataque rápido. Hay gente de todo el territorio nacional en distintas tareas para intentar contener las lenguas de fuego que están en las montañas.

Entre ellos está el equipo de Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires que coordina García, integrado por 46 personas y 13 móviles. A partir de hoy, esos recursos fueron reforzados con 26 nuevos brigadistas y cinco vehículos livianos.

Fabián García, director de Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires en El Bolsón

El primer equipo de la provincia de Buenos Aires llegó a la ciudad rionegrina del norte patagónico el 4 de febrero para colaborar en el combate del desastre climático que según García: “Es mucho peor que una inundación”.

“En una inundación las aguas en algún momento bajan y quedan los destrozos —sostiene García, después de las lluvias de ayer que solo trajeron alivio pasajero a El Bolsón—. Aquí el fuego ni siquiera se apaga cuando llueve. Los árboles quedan encendidos adentro. Siguen tirando humo y vuelven a encenderse con las ráfagas de viento”.

Bomberos y rescatistas trabajan incansablemente para controlar los incendios en El Bolsón

Solo en El Bolsón ya hay más de 3600 hectáreas quemadas en 6 zonas distintas, según explica García. “Es un incendio muy complicado, de poca accesibilidad. Y larga duración”, sostiene. En el lugar trabajan junto a 1300 bomberos policías y 16.000 voluntarios de distintas jurisdicciones.

“El problema es cómo llevar el agua a los incendios, cómo enfriar las zonas cada vez más amplias donde se expande el fuego. Hay que buscar flancos por dónde entrarle, porque no se puede ir de frente por la cabeza o la cola ya que es muy peligroso”, explica García desde el lugar del combate.

“Hay zonas donde el incendio se desarrolla a 1200 metros de altura, sobre una reserva natural. Otras zonas más bajas donde se perdieron las 120 viviendas, la mayoría con destrucción total”, detalla el director de Defensa Civil que fue recibido por el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck al llegar a El Bolsón.

El fuego sigue vivo en la zona de El Bolsón

“Es como un soplete que lanza llamadas que se pueden descolgar de la montaña en cualquier momento por los vientos —dice—. El daño a la naturaleza es devastador. Pero ver a la gente que perdió todo, eso es muy impactante. Son casas y casas quemadas de gente que perdió el esfuerzo de su vida”, sostiene el director de Defensa Civil, que se quedará al menos 14 días más en el lugar. “Los fuegos están activos. Hay días con más intensidad y días con menos. Todo depende de los vientos”.