Una nueva fuga de presos en una alcaidía porteño generó temor entre los vecinos de Caballito, luego de que se conociera la noticia de que seis internos, que aprovecharon el horario de visita, se fugaron del lugar. Dos de ellos ya habrían sido recapturados, según pudo saber LA NACION.
Según las primeras versiones, los delincuentes aprovecharon una distracción para reducir al jefe del servicio y darse a la fuga de la alcaidía, situada en la avenida Díaz Vélez 5152. En el complejo, en total, son más de 25 los detenidos, de los cuales media docena se escapó.
Del total de los prófugos, dos ya fueron recapturados, mientras que son intensamente buscados cuatro hombres, que fueron identificados como: Axel Eduardo Ríos, Adrián Emanuel Martín, Matías Ferrari y Eduardo Emanuel Ahaza.
Según pudo saber LA NACION, los prófugos se escaparon en un auto marca Fiat, modelo Siena, que es intensamente buscado. Durante la fuga, el jefe de servicio de la dependencia fue maniatado y le sustrajeron su teléfono celular, aunque no así su equipo reglamentario.
Uno por uno, los seis prófugos
Más detenciones y menos traslados, un combo complejo
La situación de detenidos en alcaidías y comisarías porteñas estuvo en la agenda pública durante 2024 en más de una oportunidad por las reiteradas fugas de presos y debido a la sobrepoblación en esas dependencias. A través de un pedido de acceso a la información pública realizado a la Dirección Autónoma de Alcaidías (DAA), LA NACION Data accedió al detalle de cómo evolucionó el número de personas arrestadas en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires entre enero y octubre de 2024, período en el que también se registró un incremento del 33% en la tasa de detenciones diarias respecto de años anteriores, con un promedio de 60 arrestos por día, mientras que en 2023 había sido de 45.
El número de alcaidías policiales en la ciudad ha aumentado en consonancia con la cantidad de detenidos. En 2022, había 19 alcaidías autorizadas para recibir presos y 31 comisarías utilizadas para ese fin. En 2024, la cifra escaló: en tres años se construyeron 21 alcaidías, por lo que el total ascendió a 40. No obstante, el número de comisarías que retienen detenidos disminuyó en comparación con 2022, de 31 a 26.
En este contexto, el cuello de botella se produce por el incremento de los arrestos y las demoras en los traslados a las dependencias del Servicio Penitenciario Federal (SPF) de los presos acusados de delitos federales. La prolongación del tiempo pasado en detención y la lentitud de la Justicia derivan en la sobrepoblación que, a su vez, facilita la fuga de delincuentes. Un total de 16.765 personas pasaron por alcaidías porteñas en los primeros 10 meses de 2024, de acuerdo a la DAA.
El año cerró con 2066 presos en estas dependencias, según informó la Procuración Penitenciaria de la Nación. Respecto a la situación procesal, la mayoría se encontraban cumpliendo prisión preventiva, un total de 1316, es decir, el 63,7%. Además, 383 personas transitaban su condena tanto en alcaidías como en comisarías vecinales (el 18,5%) y 367 permanecían a la espera de una resolución judicial (el 17,8%).
Para visualizar el panorama que provocó la negativa del Servicio Penitenciario Federal durante el gobierno de Alberto Fernández de recibir delincuentes, alcanza la comparación entre los presos en comisarías y alcaidías, que pasó de 948 al 31 de diciembre de 2022 a 2066 al 31 de diciembre de 2024.
Entre los motivos más frecuentes de detención se destacan robo, hurto, lesiones, resistencia a la autoridad y delitos vinculados a estupefacientes. Un nivel de análisis más profundo preciso que 5464 personas fueron arrestadas por robo y 2166 por hurto, es decir, apoderarse de un objeto sin que intermedie la violencia. En tanto, hubo 969 apresados por delitos relacionados con drogas, lo que representa un significativo aumento en relación a 2023.
El tiempo de permanencia bajo custodia policial refleja la magnitud del problema: a fines de 2024, en alcaidías porteñas, el promedio se ubicaba en 159 días de alojamiento y en comisarias vecinales, en 57 días.
“La sobrepoblación en las comisarías y alcaidías porteñas comenzó con la decisión del gobierno nacional, en 2020, de limitar el ingreso de personas detenidas por delitos en la ciudad de Buenos Aires a cárceles del Servicio Penitenciario Federal. Hasta ese momento, la Justicia ordenaba que una persona detenida fuera a prisión e iba a una dependencia del SPF. A partir de la pandemia, el SPF decidió que había que esperar 15 días para certificar que la persona detenida no tuviese Covid-19. Tras la pandemia, la restricción continuó con otras excusas”, plantea Leandro Halperín, abogado y especialista en temas penitenciarios.
De los 16.765 detenidos que pasaron en algún momento por alcaidías porteñas en los primeros 10 meses de 2024, el 84,4% eran argentinos (14.144) y el 15,6%, extranjeros (2621). De un primer relevamiento se desprende que se registró un 1% menos de arrestos a ciudadanos de otros países en comparación con 2023, de acuerdo a los datos aportados por la DAA.
En relación al rango etario, la población detenida fue predominantemente joven: la edad promedio fue de 33 años y las personas de hasta 30 años representaron el 45% de los apresados. Según las estadísticas de la Procuración Penitenciaria de la Nación sobre las detenciones realizadas por la Policía de la Ciudad y otras fuerzas de seguridad en el ámbito porteño, actualizadas al 31 de diciembre de 2024, el 96,3% de los apresados eran varones, el 3,4% eran mujeres y el 0,2%, trans.
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