Hoy el satélite de la Tierra, como los emperadores romanos, atravesará el cielo custodiada por el dios de la guerra. Será la gran pregunta de este domingo por la noche: ¿qué es ese punto rojo, a la izquierda, un poco arriba de la Luna? La respuesta puede tomar muchos nombres: el planeta rojo, la inspiración de Ray Bradbury en Crónicas marcianas, el sueño de Elon Musk o más tajante, Marte. A simple vista, el planeta que desde hace milenios inflama la imaginación humana se lucirá a lo largo del firmamento junto a la Luna, para arrastrarnos en un viaje a través de la mitología, la literatura y el futuro de nuestra especie.

La Luna será guía hacia el planeta rojo. En su fase de gibosa creciente, que es la transición entre cuarto creciente y luna llena, mostrará el 90% de su cara iluminada. Asomará por el este un poco antes del atardecer y será la referencia para encontrar, a unas siete lunas llenas de distancia, a Marte. Si la Luna estuviese en el centro de un reloj analógico, el planeta estaría a las 10 horas, a la izquierda y un poco arriba. Apenas perceptible al atardecer, aumentará su brillo durante el ocaso y será un placentero desafío visual descubrirlo en la transición del día a la noche.

Ray Bradbury y Elon Musk, dos apasionados por plantea que lleva el nombre del dios de la guerra

El dios Marte romano fue una evolución del dios griego Ares. Si este último era impulsivo y obcecado, agresivo y vengativo, Marte era marcial y virtuoso, valiente y apasionado, el segundo dios en importancia del Olimpo romano, solo superado por Júpiter. De esa pasión y su encuentro con Venus, la diosa del amor, nacieron Deimos y Fobos, las representaciones del terror y del miedo, que también dan nombre a las dos pequeñas lunas que orbitan al planeta Marte. Así como estas lo acompañan en su órbita alrededor del Sol, en la mitología Deimos y Fobos acompañaban al dios al campo de batalla para azuzar a los hombres a que se mataran entre sí.

En un arrebato de pasión, Marte violó a la virgen vestal Rhea Silvia y de ese encuentro surgieron Rómulo y Remo, los míticos gemelos fundadores de Roma. Por eso el dios es protector de la ciudad inmortal, las fronteras del imperio y del estilo de vida romano. Esta noche, en Roma como en Buenos Aires, en Venecia y en Salta, en Nápoles y en Bariloche, se podrá ver a la Luna junto al dios romano.

Así se observarán hoy la Luna y Marte (representación a través de Stellarium)

Marte da nombre al tercer mes del año y al segundo día de la semana. Fue un martes, el 5 de junio de 2012, cuando Ray Bradbury cerraba sus ojos para siempre. Tenía 91 años y dejaba en el Olimpo de la literatura de ficción Crónicas marcianas. Un libro ineludible, donde a través de cuentos que podrían brillar aislados, se entretejen cuatro expediciones a Marte y la final colonización del planeta. Desde la imaginación más profusa conecta con emociones tan humanas como profundas, desarmando a un ejército con sus recuerdos de la infancia o dando forma marciana a la inentendible pérdida de un hijo. Mezclado con humor, inteligencia e imaginación, Bradbury construye un futuro tan asombroso como verosímil, ideal para leer, o releer, esta noche mientras se contempla la rojiza luz de Marte.

No será Marte el único planeta visible en el firmamento. La famosa alineación planetaria que llenó titulares en enero, continúa las primeras semanas de febrero mientras se despide poco a poco. Así, siguiendo hacia la izquierda la línea que marcan la Luna y Marte, aparecerá bien brillante y alto en el norte el planeta Júpiter, para terminar Venus hacia el oeste con el mayor brillo del firmamento, y a su lado, tenue y amarillento Saturno. Medio sistema solar ante nuestros ojos, pero un solo planeta que parece compatible con la humanidad: Marte. O al menos, eso pregona Elon Musk.

La alineación planetaria es visible desde enero

La persona más rica de nuestro planeta afirmó: “Quiero ser el primer humano en morir en Marte”. No porque pretenda inmolarse en su rojiza superficie cubierta de óxido de hierro, sino por su obstinada y enorme labor para colonizar el planeta. Afirma Elon que en una década estaremos en Marte, aunque eso mismo viene diciendo desde hace diez años. Lo que es seguro es que ningún humano desarrolló tanto la industria espacial como él. Quizá sueñe tanto como Ray Bradbury, pero su sueño tiene un objetivo claro y ha creado muchísima tecnología para hacerlo realidad.

¿Qué tan fácil es vivir en Marte? La temperatura media es 45° bajo cero, no hay agua líquida, aire respirable ni vestigios de vida. La gravedad es un 38% la terrestre, por lo que quienes pesen 70 kg en Marte se sentirán como de 27, con la consiguiente imprecisión para moverse y la atrofia ósea producto de la falta de presión. Al no tener el campo magnético protector de la Tierra, la radiación solar produce mutaciones a una velocidad imposible de reparar para los seres vivos, generando diversos y constantes tipos de cáncer. Pero no todas son malas noticias: los alpinistas estarán felices, ya que Marte posee el monte Olimpo, la montaña más elevada del sistema solar, casi tres veces más alta que el Everest.

Entonces, ¿qué valor le podemos encontrar a este mundo hostil? Quizá, si tiene algún sentido ese punto rojo en el cielo, es que esta noche invitemos a alguien a descubrirlo juntos. Tal vez despierte los sueños de Bradbury o de Musk, de los dioses romanos o griegos. O mejor aún, quizá esa persona nunca se olvide que una noche de domingo pensaron en ella para compartir el rojizo resplandor de Marte.