La Municipalidad de Jesús María dispuso este sábado el cierre temporal de la sede del Movimiento Homosexual de Lima (MHOL), horas antes de la realización de un evento LGBTI en el distrito. La medida, ejecutada por personal de fiscalización, generó controversia y protestas dentro del colectivo, que considera que se trata de un acto de discriminación y censura.

Según la comuna, liderada por el alcalde Jesús Gálvez (Renovación Popular), la clausura respondió a una infracción relacionada con la falta de permisos adecuados para la realización de actividades en el local. Sin embargo, Aldo Araujo, representante del MHOL, cuestionó la legalidad de la acción, al afirmar que el local cuenta con la licencia de funcionamiento y que resulta inusual que se realice una inspección un sábado por la tarde.

Aunque reconoció que un documento relacionado con Defensa Civil estaba desactualizado, Araujo destacó que se trata de “una forma de ataque por la denominación del evento, como ya ha sucedido con otras manifestaciones artísticas (…) Estamos en falta, pero no es la forma”, expresó en una entrevista con Epicentro.

El evento, que se llevaría a cabo en el local clausurado, tenía como objetivo dar a conocer producciones audiovisuales independientes con temáticas trans, queer y LGBTI, incluida una muestra de “cine blasfemo”, seguido por un conversatorio con los directores y actores involucrados.

Pronunciamiento del colectivo Marcha del Orgullo ante cierre del MHOL

Diversos colectivos y organizaciones han manifestado su descontento y denunciado la utilización de mecanismos municipales para silenciar las voces de quienes defienden los derechos LGTBI. “En tiempos de debilidad democrática se hace evidente el accionar de la LGBTIfobia de gobiernos locales, que lejos de promover la cultura aplican la censura a la libertad de expresión, bajo la excusa del cumplimiento de normas municipales”, señaló Promsex en un comunicado.

Por su parte, el colectivo Marcha del Orgullo también rechazó categóricamente la medida y señaló que esta acción “atenta contra la libertad de expresión, reunión y asociación, derechos fundamentales reconocidos por la Constitución y tratados internacionales”.

Además, subrayó que “es inaceptable que se utilicen mecanismos de fiscalización para reprimir a organizaciones que defienden los derechos de la diversidad y promueven la inclusión, mientras se permiten discursos de odio y discriminación en otros espacios”.

El comunicado también expresó que la medida representa un trato desigual hacia el colectivo LGTBI y un “intento de silenciar” las voces que abogan por la igualdad, por lo que exigió a la municipalidad que rectifique su decisión.

MHOL

El politólogo y dirigente nacional del Partido Morado, Alonso Cornejo, se sumó a las críticas y aseguró que las “denuncias de los sectores ultraconservadores” forman parte de una estrategia más amplia para “callar” a las voces disidentes. “Los mismos que nos acusaban de frágiles hoy han emprendido una cacería de brujas para callarnos”, escribió en su cuenta de X (anteriormente Twitter).

Cornejo también denunció lo que consideró una “dictadura totalitaria” orquestada por los “mafiosos partidos conservadores” que, según él, sostienen un pacto que limita la libertad de expresión y la diversidad.

Censura previa

Rafael López Aliaga, alcalde de Lima y fundador del partido al que pertenece el alcalde de Jesús María, ha criticado anteriormente la obra ‘María Maricón’, que fue inicialmente censurada de un festival organizado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), por ser considerada desde el Gobierno y el Congreso como un ataque a la religión católica.

El burgomaestre calificó la pieza como una “blasfemia global” hacia la Virgen María y rechazó la “tibieza” de algunos sectores al referirse a la polémica. “Si insultan a mi mamá, no sé qué haría. Si a mi mamá le ponen esa palabra tan fea, no sé qué haría, perdería la razón. Uno tiene una reacción natural”, declaró.

López Aliaga, quien en el pasado afirmó que se flagela desde hace cuarenta años para cumplir con un compromiso de celibato y que está “enamorado” de la Virgen, reprochó la postura de quienes defendieron el valor artístico de la obra, dirigida e interpretada por el estudiante Gabriel Cárdenas.

“Me sorprende mucho la reacción de algunos personajes que digan (…) ‘es un tema de arte’, pero por vía del arte, insultar, insultar a la Madre de Dios, donde hay un amor de cientos de años, 21 siglos de amor que ya trasciende al Perú, es una blasfemia global”, afirmó.