Un gol de penal de Julián Álvarez le daba la ventaja parcial a Atlético de Madrid en el clásico de la capital española frente a Real Madrid, que se juega en el estadio Santiago Bernabéu. El delantero cordobés, campeón del mundo en Qatar 2022, anotó a los 35 minutos, luego de que el VAR llamara al árbitro principal, César Soto, por un pisotón del francés Aurelién Tchouameni a Samuel Lino.

La Araña no se puso nerviosa por el marco imponente del estadio ni los abucheos de los hinchas por la decisión del árbitro. Esperó que el arquero belga Thibaut Courtois decidiera una punta para picar la pelota, que ingresó por el centro del arco, cerca de los pies del guardavallas. Antes, y en cuanto el asistente tecnológico llamó al árbitro principal, Carlo Ancelotti, el entrenador de Real Madrid, se tomó la cabeza. Intuyó que la decisión final sería desfavorable. “Es pisotón y es penal”, dijo Javi Galán, de Atlético, en declaraciones a pie de campo tras la primera parte.

En rigor, el pisotón del mediocampista francés –devenido zaguero central ante la cantidad de zagueros lesionados que tiene Real Madrid– al defensor lateral izquierdo brasileño existió. El asunto es que la pelota ya estaba lejos y no se trató de una disputa del balón. El punto de contacto fue claro y la razón por la que el VAR llamó al árbitro y se decreta la pena máxima.

El gol revolucionó a Real Madrid, que se puso nervioso, apeló a alguna infracción fuerte y no supo volver a lo que había hecho en casi todo el primer tiempo. Si bien tuvo la iniciativa, no acertó al arco del capitán, Jan Oblak. Demasiado poco para un equipo que tiene en ataque a los brasileños Vinícius Jr. y Rodrygo, al inglés Jude Bellingham y al francés Kylian Mbappé. Atlético de Madrid, en cambio, se encomendó al cerebro de Rodrigo De Paul, el panorama de Antoine Griezmann y el despliegue por todo el frente de ataque de Álvarez.

Sin embargo, el propio Mbappé se anotó en el tanteador. Llevó tranquilidad a la Casa Blanca al aprovechar un rebote a los 5 minutos del período definitivo, tras un centro de Rodrygo, un disparo de Jude Bellingham y un rebote en José María Giménez.

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