Una joven venezolana que vive en Miami tuvo que viajar a Dallas para cumplir con una cita en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). En sus redes sociales, contó que por llevar solo su pasaporte tuvo que afrontar importantes demoras en el aeropuerto y estuvo a punto de perder su turno. “Fue una odisea”, dijo en un video.
La odisea de una migrante por viajar de Miami a Dallas solo con su pasaporte
La joven relató en su cuenta de TikTok los problemas que atravesó para trasladarse desde su casa en Fort Lauderdale, Florida, a Dallas. La inmigrante tenía una cita con el ICE en Texas, debido a que nunca hizo el cambio de residencia.
Los inconvenientes comenzaron cuando arribó al aeropuerto de Mimi a las cinco de la mañana. A pesar de haber realizado el check-in previamente, tuvo problemas al presentar su pasaporte.
“Cuando llego a la zona donde uno hace la fila para que le reciban el pasaporte o el ID, la persona que me atendió me dijo que mi pasaporte estaba vencido”, relató. Si bien la joven reconoció que esto era cierto, aclaró que tenía una prórroga, pero que la empleada de la aerolínea no la escuchó y la envió a otra fila.
Tras esperar un buen rato, a las 5.45 hs, comenzó a preocuparse por la posibilidad de perder el vuelo, ya que el horario de partida era las 6.05 hs. “Rompí en llanto porque, como todos sabemos, la cita de ICE no se puede perder, porque sabemos que nos van a colocar una orden de deportación inmediatamente”, continuó.
Cuando llegó su turno en la fila, la manager le volvió a decir que su pasaporte había expirado. La joven explicó nuevamente su situación y entonces, la gerente revisó su pasaporte y validó la prórroga. “Pasó la prórroga por la máquina y la máquina la aceptó”, relató. Sin embargo, los problemas no terminaron ahí.
En contexto, los pasaportes de Venezuela, una vez que se vencen, no se renuevan como suele ocurrir con el mismo tipo de documento en otros países, sino que la instancia siguiente es la “prórroga”, que dura menos de cinco años. La existencia de esa modalidad es una respuesta del gobierno venezolano a la crisis por falta de material para emitir nuevos pasaportes, acompañada por el éxodo masivo de ciudadanos desde 2013.
Más demoras en el aeropuerto, un vuelo perdido y la ayuda de una empleada latina
Al llegar al área de control de seguridad, la migrante enfrentó nuevas demoras. “Cuando salgo de ahí, ya eran las 6.04 y mi vuelo era a las 6.05 hs″, dijo. Si bien corrió hasta la puerta de embarque, no pudo abordar el avión.
Desesperada por haber perdido el avión, la chica comenzó a llorar y una empleada latina de la aerolínea le ofreció su ayuda para encontrar otro vuelo.
“Ella busca en la misma aerolínea, pero no consiguió sino hasta la noche. Yo le dije que no podía porque iba a perder la cita”, prosiguió la mujer. Finalmente, la empleada encontró una opción con otra aerolínea, pero tenía que correr porque estaba a punto de salir y todavía tenía que comprar el boleto.
“Corrí hasta la otra parte del aeropuerto y llegué a la puerta que estaba buscando. El empleado de la aerolínea hablaba en inglés. Yo llorando sin aire, fue catastrófico”, recordó.
Otra vez la suerte hizo que detrás de ella se encontrara una mujer que también hablaba en español y la ayudó a comprar el ticket. “Me salió en US$342 más US$35, que no sé qué fue lo que me cobraron adicional, pero yo igual los pagué”, añadió. Así pudo llegar a Dallas a las 9.30 hs, con tiempo para asistir a la cita programada a las 12 hs.
Cómo fue su cita con el ICE en Dallas y su consejo para otros migrantes
La migrante llegó a la oficina del ICE al mediodía, a tiempo para su cita. “Estaba superasustada por todo lo que dicen en las redes sociales: que si te van a agarrar, que si vas preso”, reconoció. Sin embargo, para su sorpresa, el proceso fue más simple de lo que esperaba. “Me hicieron pasar por una máquina, me preguntaron mi número de ID, si tenía la misma dirección y teléfono, y si quería recibir notificaciones por correo”, detalló.
Después de actualizar su información y tomarse una foto, recibió un comprobante y finalizó el trámite sin inconvenientes: “Uno está asustado y realmente es nada. Mientras no tengas ni un delito pequeño, no tienes nada que temer”, aseguró. Finalmente, la mujer quiso compartir su experiencia con otras personas que deben presentarse en ICE. “No tengan miedo”, cerró.