Con la llegada de las altas temperaturas, el aire acondicionado se vuelve un recurso fundamental para mantener el confort en el hogar o la oficina. Sin embargo, su uso inadecuado puede incrementar el consumo eléctrico y, con ello, el costo en la factura de luz. Para lograr un equilibrio entre bienestar y eficiencia energética, los especialistas recomiendan fijar la temperatura en un punto estratégico.

Según expertos en climatización, la temperatura óptima para disfrutar de un ambiente fresco sin desperdiciar energía es de 23 °C. Este ajuste permite mantener una sensación térmica agradable sin forzar el sistema de refrigeración, lo que se traduce en un menor gasto energético a largo plazo.

Un técnico especializado en aire acondicionado, a través de la cuenta de TikTok @refricer.cl, explicó que configurar el equipo a 23 °C es una de las maneras más efectivas de reducir el consumo eléctrico sin sufrir las olas de calor que se esperan aún en el mes de febrero. También recomendó prestar atención a la función “fan” en el control remoto, ya que ajustar la velocidad del ventilador mejora la distribución del aire frío en el espacio.

El aire acondicionado es uno de los electrodomésticos que más energía consume (imagen ilustrativa)

Otra estrategia para optimizar el uso del aire acondicionado es activar el “modo ECO”. Esta función, presente en muchos modelos modernos, permite mantener una temperatura agradable con un menor consumo eléctrico. Gracias a sensores y algoritmos inteligentes, el equipo ajusta automáticamente la potencia y el flujo de aire según las condiciones ambientales.

Beneficios del “modo ECO”:

  • Mantiene una temperatura estable sin enfriar en exceso.
  • Reduce el consumo energético al regular la intensidad del compresor y el ventilador.
  • Disminuye el impacto ambiental al reducir la huella de carbono.
  • En algunos modelos, genera menos ruido, lo que mejora el confort.

Prácticas no recomendadas y que aumentan el consumo de energía

Para evitar un gasto innecesario y reducir la factura de luz, es importante evitar ciertos hábitos al usar el aire acondicionado:

  • Configurar temperaturas demasiado bajas: ajustar el equipo por debajo de los 22 °C obliga al compresor a trabajar más, lo que aumenta el consumo eléctrico. Por eso, se deben utilizar las temperaturas de frío a partir de los 23 °C grados para arriba, siempre que sea posible.
  • Encender y apagar el aire constantemente: es preferible mantener una temperatura estable que apagar y encender el aparato repetidamente, ya que este proceso genera picos de consumo.
  • No limpiar los filtros con regularidad: un filtro sucio reduce la eficiencia del sistema y obliga al equipo a consumir más energía para mantener la temperatura deseada. Por lo que todos los años es recomendable desarmar el equipo al principio del verano para darle una limpieza profunda. Si se trata de un aparato frío-calor, que es utilizado todo el año, deberá hacerse la limpieza al menos dos veces al año.
Un experto en aire acondicionados explicó por qué recomienda poner el aire en 23°
  • Obstruir las salidas de aire: colocar muebles u objetos frente a las rejillas impide la correcta distribución del aire; esto hace que el equipo trabaje más de lo necesario. Además, puede provocar que se ensucie más de lo normal, al no poder liberar el aire y las partículas de polvo que le ingresan.
  • Dejar puertas y ventanas abiertas: el ingreso de aire caliente desde el exterior obliga al sistema a enfriar constantemente, lo que genera un gasto excesivo. Es importante asegurarse que todo quede cerrado, ya que cuando el ambiente quede climatizado es posible apagar el equipo y disfrutar por horas del frescor, sin necesidad de tenerlo prendido.