El fin de semana es para muchos el momento más esperado, sobre todo, cuando el resto de los días son ajetreados. El domingo, además de ser sinónimo de familia, también es ideal para pasear y hacer ese plan que tanto dejamos en stand-by; sin embargo, algunos prefieren quedarse en la comodidad de su hogar. Aunque para muchos esto no tiene un significado, para la psicología sí.
Si se trata de un hecho aislado no hay de qué preocuparse, pero si esto persiste, podría tratarse de un problema de salud mental en el que la ansiedad social y la depresión se convierten en los protagonistas y se opta por no salir para evitar el sufrimiento que el tratar con los demás podría provocar.
Según Mayo Clinic, la ansiedad social o fobia social es “a diferencia del nerviosismo diario, el trastorno de ansiedad social que comprende miedo, ansiedad y evasión, que interfieren con la rutina diaria, el trabajo, la escuela u otras actividades».
Asimismo, puede notarse con síntomas psíquicos, que pueden estar acompañados de síntomas físicos.
Síntomas psíquicos:
- Temor a situaciones donde podrías ser juzgado.
- Angustia por sentirte avergonzado o humillado.
- Temor intenso de interactuar o hablar con extraños.
- Temor a que los demás noten que estás ansioso.
- Temor a tener síntomas físicos que puedan causarte incomodidad, como sonrojarte, sudar, temblar o que te tiemble la voz.
- Dejar de hacer algunas actividades o dejar de hablar con ciertas personas por miedo a sentirte avergonzado.
- Evitar situaciones donde puedas ser el centro de atención.
- Tener ansiedad en los momentos previos a enfrentar una situación o actividad que te da miedo.
- Miedo intenso o ansiedad durante las situaciones sociales.
- Después de una situación social, analizar tu desempeño e identificar fallas en tus interacciones.
- Esperar las peores consecuencias posibles de una experiencia negativa en una situación social.
Síntomas físicos
- Enrojecimiento
- Latidos rápidos del corazón
- Temblores
- Sudoración
- Malestar estomacal o náuseas
- Dificultad para respirar
- Mareos o aturdimiento
- Sensación de que tu mente se quedó en blanco
- Tensión muscular
Por otra parte, se encuentra la depresión que, según señala la misma página, “es un trastorno emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades”.
Síntomas que alarman cuando se producen en un largo periodo de tiempo
- Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza.
- Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia.
- Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o todas, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes.
- Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado.
- Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor.
- Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso.
- Ansiedad, agitación o inquietud.
- Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales.
- Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autorreproches.
- Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas.
- Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio.
- Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza.
Por otra parte, según el licenciado en Psicología Maxi McCoubrey, esta sensación angustiosa que sucede el último día del fin de semana también se debe a que son los días en los que más se siente la soledad, en el que las personas que no tienen una red social íntima (pareja, familia, amigos) o algo que los convoque más que el trabajo, se desestabilizan.