El mundo tiene puestos los ojos sobre uno de los mayores espectáculos deportivos del planeta. El Ceasars Superdome de Nueva Orleans será el escenario del Super Bowl LIX, el próximo domingo, entre Kansas City Chiefs y Philadelphia Eagles. Nadie quiere quedarse afuera: se habla de la presencia de Lionel Messi, entre otras personalidades, y también de Donald Trump. La del presidente de los Estados Unidos es una asistencia muy significativa y que ejerce tensión, porque la NFL se paró abiertamente en la vereda de enfrente respecto de las ideas que ha impulsado el primer mandatario estadounidense.

Sin temores y con una firme convicción, el comisionado de la liga, Roger Goodell, se posicionó en torno al cambio impulsado por Trump respecto a las políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión en las empresas y en contrataciones gubernamentales. Y mientras muchas compañías acataron los cambios solicitados por el nuevo gobierno, la NFL reafirmó su compromiso con la diversidad y Goodell destacó cómo su personal ha impulsado a que la liga de futbol americano sea la mejor del mundo.

Nuestros esfuerzos de diversidad nos han ayudado a hacer mejor a la NFL. Atrae mejor talento. Nos hace mejores tener diferentes perspectivas y trasfondos. No importa si eres hombre o mujer, o gente de color. Nos hacemos fuertes y mejores con ello. Es algo que tendrá un impacto tremendo en la liga por muchos años. Ganamos en el campo con el mejor talento y los mejores entrenadores. Lo mismo ocurre fuera del campo”, dijo Goodell.

Todo en un contexto en el que empresas como Amazon, Meta, McDonald’s, Walmart y Ford se alinearon con las recomendaciones de la orden ejecutiva firmada por Donald Trump en las que solicita a las empresas poner fin a las políticas de diversidad e inclusión en sus planteles laborales. La NFL decidió por completo ignorar las peticiones del presidente estadounidense.

Esta negativa por parte de la NFL marca un nuevo capítulo en la complicada relación que ha tenido la liga en los últimos años con Donald Trump, la cual tuvo su momento más tenso durante su primer período presidencial, cuando criticó al entonces jugador de San Francisco 49ers, Colin Kaepernicks calificándolo de “traidor” y “antiamericano” por hincarse durante el himno de los Estados Unidos, previo a los partidos como señal de protesta por la violencia racial por parte de la policía.

Dentro del programa del show que se montará en el Ceasars Superdome, un punto central será la reacción de Trump a los mensajes de inclusión que tienen preparados para colocar al final de la zona de anotación. “Choose love (“Elige el amor”) y “It take all of us (Se necesita de todos nosotros)” serán las leyendas que se colocaran en el sector y como respuesta a las políticas impulsadas por el presidente Trump.

No será la primera vez que la NFL tome una posición definida respecto a temas políticos o situaciones que convoquen socialmente a sus aficionados. Según Brian McCarthy, portavoz de la NFL, esta decisión de incluir estas leyendas responde a un nuevo enfoque de unidad y amor, inspirado en los recientes acontecimientos en el país. “Sentimos que era una declaración apropiada para lo que el país ha soportado colectivamente en las últimas semanas y puede servir como una inspiración

La medidas de seguridad por la presencia de Trump

Cuando se conoció la información de que Donald Trump iba a asistir a la definición del Super Bowl, se activaron todos los protocolos para garantizar la seguridad del presidente de los Estados Unidos, que asistirá por por primera vez a un partido de la NFL en su cargo de primer mandatario. Las medidas serán extremas, ya que lo acompañarán el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem.

Las medidas de seguridad se han reforzado aún más este año, dado que será la primera vez que un Presidente de los Estados Unidos en ejercicio asista al evento. Se ha llevado a cabo una amplia planificación y coordinación para garantizar la seguridad de todos los asistentes, jugadores y personal”, explicó en un comunicado Anthony Guglielmi, portavoz del servicio secreto.

En un operativo conjunto, la Policía Estatal, local, y el FBI, destinaron más de 3 mil agentes de seguridad, ya que se espera un estimado de cien mil personas en la ciudad de Nueva Orleans. De acuerdo con un funcionario de la Casa Blanca, explicó que la visita de Trump al Caesars Superdome va a necesitar medidas parecidas a la de una cumbre del G7.

Si vas a llevar al presidente a algún sitio, hacerlo en un evento con seguridad ya establecida te da una ventaja. Pero, al mismo tiempo, la logística de su visita puede causar disrupciones en la ciudad, incluyendo cierres de carreteras y restricciones en el aeropuerto”, comentó exagente del Servicio Secreto, Jonathan Wackrow, a la cadena ABC News.

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