El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció nuevas órdenes ejecutivas para reforzar la seguridad fronteriza y acelerar la deportación de migrantes. Las medidas incluyen el despliegue de la Fuerza Fronteriza Táctica estatal en el Valle del Río Grande y el envío de equipos de ataque táctico para localizar y arrestar personas en situación irregular. Además, se estableció una coordinación con la administración federal para fortalecer las operaciones en la frontera con México.
Texas busca acelerar las deportaciones y arrestos de migrantes
- Abbott afirmó que la entidad que gobierna cuenta con el respaldo de Donald Trump para reforzar los controles en la frontera. “Texas tiene un socio en la Casa Blanca con el que podemos trabajar para asegurar la frontera”, señaló el gobernador en un comunicado oficial.
- Según el plan presentado, se enviarán cientos de tropas adicionales, helicópteros y equipos especializados a las zonas de mayor flujo migratorio para intensificar la vigilancia y detención de personas sin documentación.
Para apoyar esta misión, el mandatario estatal desplegó la Fuerza Fronteriza Táctica de Texas, compuesta por cientos de tropas, para “trabajar codo a codo” con los agentes de la Patrulla Fronteriza de los EE. UU., “evitar que los inmigrantes ilegales ingresen” al país norteamericano y “hacer cumplir las leyes de inmigración”.
“Finalmente, tenemos un gobierno federal que trabaja para poner fin a esta crisis. Agradezco al presidente Donald Trump por su liderazgo decisivo en la frontera sur y espero trabajar con él y su administración para asegurar la frontera y hacer que Estados Unidos vuelva a ser seguro”, agregó.
Las medidas de seguridad de Greg Abbott para alinearse con Trump
Entre las acciones ordenadas por el gobernador, el Departamento de Seguridad Pública de Texas desplegará unidades tácticas para colaborar con agencias federales en la búsqueda de personas con órdenes de detención.
“Estos equipos se coordinarán con las agencias de Seguridad Nacional para rastrear a los miles de inmigrantes ilegales con órdenes de arresto activas en todo Texas y deportarlos de nuestro país”, indicó Abbott. La coordinación entre niveles de gobierno busca aumentar la capacidad de respuesta ante el ingreso de personas sin autorización.
A su vez, las nuevas órdenes incluyen la instrucción a agencias estatales para asistir a autoridades federales en la identificación y detención de personas indocumentadas. También se implementarán medidas para fortalecer las barreras físicas en la frontera y compartir información sobre grupos criminales, en particular los “cárteles mexicanos” y el “Tren de Aragua”.
En este sentido, se le ordenó al Departamento Militar de Texas que ayude al Comando Norte de los Estados Unidos a repeler la invasión, asegurar la frontera sur y neutralizar a los enemigos extranjeros que se infiltran en este estado.
Por último, el Departamento de Justicia Penal y la Comisión de Instalaciones de Texas evaluarán terrenos estatales para su uso en procesos de detención y deportación.
Abbott argumentó que estas disposiciones buscan revertir políticas migratorias anteriores. “Durante los últimos cuatro años, Texas ha trabajado las 24 horas del día para defender nuestra frontera sur, mientras el expresidente Joe Biden se negó a proteger a nuestro país”, afirmó.
Desde el inicio de la Operación Lone Star, las fuerzas estatales realizaron más de 530.800 detenciones y 50.470 arrestos por diversos delitos en el estado sureño.
Según datos de la oficina del gobernador, durante estos operativos se incautaron más de 623 millones de dosis de fentanilo. El comunicado destacó a su vez una disminución del 87% en cruces irregulares debido a estas estrategias.