Un puñado de almendras, un snack saludable y delicioso cargado de nutrientes y antioxidantes (Imagen Ilustrativa Infobae)

Llevar una dieta saludable es toda una ciencia. Aunque obsesionarse con los valores nutricionales tampoco es ideal, por no acabar contando calorías hasta del aire que se respira (ninguna, o menos), es bien sabido que existen alimentos mejores y peores para la salud y cuyo consumo puede tener efectos positivos para las personas que los incorporan a su dieta. Los frutos secos, por ejemplo, cargados de minerales y vitaminas, ofrecen una gran variedad de beneficios, incluyendo la reducción de la presión arterial, la mejora de la función cognitiva, y una reducción de los niveles de colesterol en la sangre.

De cualquier manera, cada variedad de este tipo de alimento tiene sus ventajas particulares, desde una reducción del riesgo de desarrollar cáncer y mantener huesos más fuertes hasta un menor riesgo de contraer diabetes y ayudar a mantenerse en un peso saludable. De hecho, según un estudio llevado a cabo por Dagfinn Aune, investigador en el Departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela de Salud Pública del Imperial College de Londres publicado en el Multidisciplinary Digital Publishing Institute, con comer solo 30 gramos de frutos secos al día se experimentará una disminución del 21 por ciento en el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Las almendras, entre los mejores frutos secos que añadir a la dieta

De acuerdo con Raúl Zamora, Diplomado en Nutrición Humana y Dietética y Licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, y según ha informado la página web especializada Academia de Nutrición y Dietética, “un consumo de una dieta mediterránea enriquecida con frutos secos, entre ellos las almendras, se ha asociado a una mejor salud cardiovascular, disminuyendo el riesgo de eventos cardiovasculares mayores (infarto, ictus, y muerte cardiovascular) en alrededor de un 30% comparando con las personas que no seguían ese tipo de dieta rica en frutos secos”.

Variedades de almendras (EFE/Paco Torrente)

Según una investigación realizada por científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pohang (Corea del Sur) y la Universidad de Illinois (Estados Unidos) en la que se analizaron las diferentes propiedades de 1.000 alimentos crudos y puntuaron su valor nutritivo, las almendras serían el fruto seco más saludable con 97 puntos sobre 100, victoria que atribuyeron a su riqueza en ácidos grasos monoinsaturados. Al mismo tiempo, y según Deirdre Tobias, epidemióloga de obesidad y nutrición de la Facultad de Medicina de Harvard, las almendras contienen más fibra (cuyo consumo puede reducir el riesgo de cáncer y de diabetes tipo 2, además de ayudar a controlar el peso) que cualquier otro fruto seco: 14,3 gramos por cada 100g.

No se queda ahí: este fruto seco también es rico en vitamina E, “que promueve la salud de la piel, un sistema inmunológico fuerte y apoya la función vascular”, asegura Amy Goodson, nutricionista y dietista, según National Geographic. Además, 100 gramos de almendras contienen 258 miligramos de magnesio, que es “fundamental para la función muscular”, añade.

Por otro lado, un estudio llevado a cabo por el Centro de Nutrición Clínica y Modificación de Factores de Riesgo del Hospital St. Michael, en Ontario, Canadá, reveló que las almendras crudas sin pelar también ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL, puesto que su piel es rica en antioxidantes polifenólicos, que ayudan a prevenir la oxidación del colesterol. Del mismo modo, según Jen Messer, dietista y presidenta de la Academia de Nutrición y Dietética de New Hampshire (EE. UU.), “las almendras también contienen mucho calcio y fósforo, que se han relacionado con una mejor salud ósea.”.

Xevi Verdaguer, un psiconeuroinmunólogo, nutricionista y fisioterapeuta, por su parte, asegura que las almendras son “ricas en grasas monoinsaturadas sanas y antiinflamatorias, que pueden neutralizar el ácido del estómago. También son ricas en triptófano, el precursor de la serotonina que estimula su receptor 5-HT4, lo que mejora el vaciado gástrico y los síntomas de hinchazón y plenitud precoz”.