Un cepillo de cabello en mal estado puede causar daños como irritación del cuero cabelludo, caspa y debilitamiento del cabello (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Un cepillo de cabello en mal estado puede ser más perjudicial de lo que parece. Aunque muchas personas no prestan atención a este accesorio, los especialistas advierten que su uso prolongado sin mantenimiento o reemplazo puede causar problemas como irritación del cuero cabelludo, caspa, quiebre del pelo e incluso debilitamiento de las hebras.

La vida útil de un cepillo no tiene una fecha de caducidad exacta, pero depende de factores como el tipo de material, la frecuencia de uso y la exposición a altas temperaturas. Los expertos coinciden en que, en promedio, este elemento debe reemplazarse cada seis meses si se utiliza diariamente, especialmente en combinación con herramientas de calor como secadores. Sin embargo, si el uso es menos frecuente, este periodo puede extenderse hasta un año.

Señales de desgaste: cuándo es momento de cambiar el cepillo

Identificar el momento adecuado para reemplazar un cepillo puede ser complicado, pero existen señales claras que indican que ha llegado el momento. Según explicó Adem Oygur, estilista y propietario de ADEM London, a Independent, si las cerdas están dobladas, deshilachadas o rotas, el cepillo puede estar causando más daño que beneficios.

Estas condiciones pueden provocar tirones, enganches y arañazos en el cuero cabelludo, además de aumentar el riesgo de quiebre del pelo.

Los expertos sugieren reemplazar el cepillo cada seis meses si se usa diariamente o cada año si el uso es menos frecuente

Wil Fleeson, tricólogo y fundador de Root Cause Clinical, detalló que un cepillo en mal estado puede debilitar las hebras capilares con el tiempo. Las cerdas rotas, por ejemplo, pueden engancharse en el cabello, causando tirones dolorosos y daños estructurales. Además, un cepillo desgastado puede generar estática y caída excesiva del cabello tras el cepillado.

La acumulación de productos, polvo y bacterias en un cepillo sucio puede ser igualmente perjudicial. Esto afecta la salud del cabello y puede contribuir a problemas en el cuero cabelludo, como la proliferación de levaduras Malassezia, responsables de la caspa.

El impacto del tipo de cabello y el material del cepillo

El tipo de cabello y el material del cepillo también influyen en su durabilidad. Los cabellos gruesos o rizados ejercen mayor presión sobre las cerdas, lo que puede acelerar su desgaste y requerir un reemplazo más frecuente, aproximadamente cada seis meses. Por otro lado, los cabellos finos generan menos tensión, permitiendo que el cepillo dure hasta un año.

En cuanto al material, los cepillos de cerdas naturales, como los de jabalí, suelen ser más suaves con el cabello, pero también pueden romperse fácilmente si no son de buena calidad.

Francesco Aresco, estilista principal de CULt London, recomendó a Independent invertir en cepillos de alta calidad y evitar los de plástico barato, que tienden a desgastarse rápidamente. Sin embargo, Anabel Kingsley, tricóloga y propietaria de Philip Kingsley, advirtió que el uso diario de cepillos de cerdas de jabalí puede dañar la cutícula externa del cabello, debilitándolo con el tiempo.

Las cerdas dobladas, rotas o deshilachadas indican que es momento de sustituir el cepillo (Imagen ilustrativa, no real, realizada por IA)

Según explicó Anabel Kingsley es fundamental limpiar el cepillo regularmente para eliminar residuos de productos, aceites, células muertas y contaminación ambiental. Esto prolonga su vida útil y previene la transferencia de suciedad al cabello y al cuero cabelludo.

Asimismo, Kingsley recomendó lavar el cepillo cada dos o cuatro semanas utilizando bicarbonato de sodio y agua, o champú diluido. Este hábito es especialmente importante para quienes utilizan productos capilares con frecuencia, ya que estos tienden a acumularse en las cerdas.

Incluso con un cepillo nuevo, la técnica de cepillado puede marcar la diferencia en la salud del cabello. Según Adem Oygur, cepillar el cabello de manera agresiva o desde la raíz hacia las puntas puede causar roturas, especialmente cuando el cabello está mojado, ya que es más frágil en ese estado.