Semana especialmente emotiva para la Reina Sofía, ya que este viernes 7 de febrero su sobrino Nicolás de Grecia contraerá matrimonio con Chrysi Vardinogianni tan solo un año después de hacer pública su separación de Tatiana Blatnik. Y, como no podía ser de otra manera teniendo en cuenta la estrecha relación que mantiene con la Familia Real Griega, la Emérita viajará a Atenas para asistir al enlace.

Pero antes, se ha desplazado a Valencia para presidir un concierto solidario a beneficio de los damnificados por la DANA que arrasó numerosos municipios de la Comunidad Valenciana el pasado 29 de octubre. Una reaparición muy esperada después de que hace unos días se activaran las alarmas por su estado de salud al necesitar ayuda para bajar unas escaleras en su último acto oficial, durante la entrega del Premio Unión Europa de Patrimonio Cultural celebrado en el el Real Sitio de San Ildefonso, en Segovia, el pasado viernes.

Y lo cierto es que en Valencia hemos visto a una Doña Sofía en plena forma, tan activa como siempre y sin ningún tipo de dificultad para cambiar, dejando claro que se encuentra perfectamente y que a sus 86 años continúa incombustible cumpliendo con sus compromisos al frente de la Casa Real.

Incondicional en su apoyo a los afectados por la DANA, la madre del Rey Felipe VI ha presidido el concierto benéfico que la Orquesta de Valencia y la Orquesta de la Comunidad Valenciana han ofrecido en el Palau de la Música de Valencia bajo la batuta del director Gustavo Dudamel.

Y una vez más ha acaparado todas las miradas por su acertado estilismo, recuperando el delicado kimono largo de terciopelo gris con bordados florales que estrenó el pasado noviembre durante su viaje a Nueva York para asistir a la gala del Premio Reina Sofía a la Excelencia del Queen Sofía Spanish Institute.

Una prenda a la que ha dejado todo el protagonismo de su look, combinándola con pantalones y blusa en un verde oscuro, zapatos negros de tacón sensato, y foulard en gris perla sobre los hombros.