PARÍS.- La incertidumbre política vuelve a cernirse sobre Francia después de que el primer ministro Francois Bayrou advirtió que utilizará poderes ejecutivos especiales esta semana para que su presupuesto sea aprobado sin la votación de los legisladores. Se espera que la medida desencadene una moción de censura.

Esto podría llevar a la caída de Bayrou, si las fuerzas políticas de todo el espectro político se unen. Eso fue lo que ocurrió en diciembre, cuando una moción de confianza provocada por disputas presupuestarias obligó al primer ministro Michel Barnier a renunciar.

En su primera entrevista a la prensa escrita desde que asumió el cargo de primer ministro hace apenas cincuenta días, Bayrou dijo al diario La Tribune Dimanche, que adoptaría el proyecto de ley de presupuesto para el año 2025, tras la conclusión de la comisión mixta parlamentaria hace dos días. Afirmó que recurrirá al Artículo 49.3 de la Constitución que permite al gobierno aprobar legislación sin un voto parlamentario, lo que lo podría exponerlo a mociones de confianza.

El Artículo 49 establece que “el Primer Ministro podrá, previa deliberación del Consejo de Ministros, plantear la responsabilidad del Gobierno ante la Asamblea Nacional sobre la votación de un proyecto de ley de Presupuestos o del financiamiento del seguro social. En tal caso este proyecto se considerará aprobado, salvo si una moción de censura, presentada dentro de las veinticuatro horas siguientes, fuese votada en las condiciones previstas en el párrafo anterior”. Para aprobar la moción de censura se requiere “la mayoría de los miembros que componen la Asamblea Nacional”.

Legisladores escuchan al primer ministro francés, François Bayrou, pronunciar su discurso de política general, el 14 de enero de 2025 en la Asamblea Nacional en París. El lunes, los legisladores franceses debatirán las conclusiones de la comisión parlamentaria sobre el presupuesto 2025

El lunes, los legisladores franceses debatirán las conclusiones de la comisión parlamentaria sobre el presupuesto estatal y luego centrarán su atención en el presupuesto de la seguridad social más adelante en la semana.

“Ahora tenemos que ir directamente a la adopción”, dijo Bayrou. “Un país como el nuestro no puede estar sin un presupuesto”. El inminente enfrentamiento se desarrolla en el contexto de una Asamblea Nacional fracturada, después de que las elecciones anticipadas de junio no dieron una mayoría clara.

El presidente Emmanuel Macron recurrió a Barnier en septiembre en un intento por superar el impasse. Pero el presupuesto de austeridad propuesto por Barnier, que recortaba 40.000 millones de euros (42.000 millones de dólares) en gastos y aumentaba los impuestos en 20.000 millones de euros, solo profundizó las divisiones, inflamando tensiones en la cámara baja y desencadenando una dramática confrontación política.

Para buscar más estabilidad para su gobierno minoritario Bayrou, actual primer ministro, anunció en enero que estaba abierto a renegociar un plan controvertido que elevaba la edad de jubilación de 62 a 64 años. Los planes revisados del gobierno para el presupuesto que apuntan a limitar el déficit de Francia al 5,4% del PBI este año también han abordado preocupaciones de los legisladores de la oposición.

Bayrou anunció en enero que estaba abierto a renegociar la reforma previsional para lograr el apoyo de la izquierda

La comisión conjunta mantuvo un impuesto adicional a las grandes empresas mientras aumentaba un impuesto sobre las transacciones financieras. Además, Bayrou mantuvo su compromiso de no recortar 4000 empleos en la educación nacional, un movimiento previsto.

La posición de los partidos de oposición

El partido de extrema izquierda Francia Insumisa ya anunció que presentará una moción de censura que se espera cuente con el apoyo de los legisladores comunistas y verdes. La líder de extrema derecha Marine Le Pen fue instrumental en la destitución del gobierno anterior, su partido Agrupación Nacional ostenta el grupo más grande en la cámara baja, pero su partido aún no ha dado instrucciones de votación.

El voto de los Socialistas, quienes han adoptado un enfoque constructivo en las últimas semanas al negociar el presupuesto, podría ser decisivo para el futuro de Bayrou. Han dicho que siguen oponiéndose al gobierno, pero se han comprometido a trabajar en el interés del país en temas presupuestarios. “Hemos obtenido una serie de rectificaciones por parte del gobierno y notamos que los compromisos hechos por el primer ministro han sido honrados”, señalaron en un comunicado. “Sin embargo, siguen siendo en gran medida inadecuados”.

Los Socialistas, que votaron en contra de las anteriores propuestas presupuestarias en diciembre junto con legisladores de extrema derecha, precipitando la caída del gobierno de Barnier, habían puesto como condición para apoyar a Bayrou precisamente concesiones sobre la reforma de las pensiones de 2023. Bayrou anunció en enero pasado la posibilidad de renegociar la reforma de pensiones en un intento por ganar el apoyo de los legisladores de izquierda para evitar una rápida caída de su gobierno y aprobar el presupuesto de 2025.

Masivas manifestaciones en contra del plan del presidente francés de elevar la edad legal de jubilación de 62 a 64 años en 2023

La reforma previsional

En 2023, Macron impuso por decreto el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años, gradualmente “a razón de 3 meses por generación” hasta el 2030, contra la opinión de la mayoría de los franceses y sin votación de la Asamblea Nacional, donde no tenía asegurada su adopción. Además de la edad para jubilarse, también se aumentó el numero de años de aportes para poder cobrar la pensión completa, de 42 a 43 años. El objetivo es ahorrar 17.000 millones de euros al año.

Agencia AP