Flamencos en la laguna de Santa Olalla durante el mes de octubre de 2024. (Alejandro Muñoz, EBD-CSIC)

La contaminación y el uso insostenible del agua, los flujos interrumpidos de las presas, la aparición de especies invasoras y la sedimentación procedente de la deforestación son algunos de los principales factores que están amenazando los humedales, ecosistemas que son indispensables para el ser humano y la biodiversidad al almacenar agua disponible para el consumo y permitir el sostenimiento de la vida silvestre. El cambio climático, la urbanización e intensificación agrícola también son problemas que están acelerando su pérdida de forma más rápida que la de los bosques y España no escapa a esa realidad.

Muestra de ello es Doñana, que ha vuelto a registrar un nuevo mínimo histórico de aves acuáticas invernantes, según un informe elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que indica que fue de tan solo 43.989, la cifra más baja de toda la serie histórica de datos para un mes de enero.

El informe, que lleva por título Estado de la biodiversidad en Doñana 2024 y recoge los resultados del Programa de Seguimiento de Procesos Naturales en este espacio natural, indica que el año pasado fue especialmente seco y caluroso y que “la escasa inundación en marismas y lagunas ha influido de manera negativa en las poblaciones de aves acuáticas invernantes”, que no solo ha alcanzado ese nuevo mínimo histórico durante el invierno, sino que también se trata de “la segunda peor cifra anual de toda la serie histórica”, que comprende más de 50 años. El bajo nivel de precipitaciones caídas durante el otoño y principios del invierno del año pasado han sido determinantes.

Monitoreo de las condiciones hidrometeorológicas y de la biota acuática de Doñana (J. Manuel Vidal-Cordero, EBD-CSIC)

“La marisma de Doñana se ha mantenido inundada apenas 35 días y la laguna de Santa Olalla, la más grande del parque y antes considerada permanente, se ha vuelto a secar por tercera vez consecutiva a principios de octubre”, señala el informe, que también alerta de que la situación general “continúa siendo mala para el conejo, del que dependen diferentes especies de mamíferos carnívoros y aves rapaces”. Aunque ese valor promedio de inundación ha subido ligeramente respecto al año anterior, se trata de una cifra muy por debajo del valor promedio histórico, que se sitúa en 62,7 días, indica el CSIC en un comunicado.

En cuanto a las aguas subterráneas, los datos también muestran una “preocupante tendencia descendiente en el nivel freático continuo desde 2020 hasta la actualidad”, con un descenso en medio de 1,61 metros en estos cuatro años.

Los humedales del Mediterráneo se llevan la peor parte

Según advierte la organización ecologista Seo Bird Life, entre 1970 y 2015 ha desaparecido alrededor del 35% de los humedales del planeta y presentan “tasas de desaparición tres veces más rápidas que los bosques”, informa la agencia Efe. La pérdida podría ser aún mayor en los humedales mediterráneos, que en las última décadas han experimentado una desaparición del 52% y del 28% de su biodiversidad marina y de agua dulce, respectivamente, mientras que el 36% de especies dependientes de los humedales están amenazadas a escala mundial, añade la organización.

Toma de muestras para monitoreo de la calidad de las aguas del espacio natural de Doñana (Sandra Ragel, EBD-CSIC).

Asimismo, Seo ha precisado que el caudal de agua de los ríos en zonas mediterráneas ha disminuido de forma acusada en el último medio siglo, afectando a los humedales estacionales y, dado que más del 42% de la población mediterránea vive en el litoral, los asentamientos, la industria y el turismo consumen los humedales costeros y aumentan la demanda de agua.

España es el quinto país que más humedales aporta

A nivel mundial, España es el quinto país que más humedales aporta (76), sólo por detrás del Reino Unido (176), México (144), la India (85) y China (82) y la mayoría de ellos se ubica en Andalucía (25), Castilla-La Mancha (8), Comunidad Valenciana (7), Galicia y País Vasco (6 en cada una de estas regiones) y Aragón y Cataluña (4 también en cada una). También otras comunidades autónomas cuentan con presencia de humedales: Murcia (3), Baleares, Castilla y León, Extremadura y Navarra (2 en cada una), Asturias, Canarias, Cantabria, Madrid y La Rioja (1 en cada una).

Además de Doñana, que es el más emblemático de todos los humedales españoles, también destacan las Tablas de Daimiel, la Albufera, lagunas como Gallocanta y Fuente de Piedra y territorios como el Delta del Ebro, donde también en casi todos ellos el número de aves acuáticas ha disminuido, lo cual resta diversidad a estos ecosistemas.

Con el objetivo de detener la pérdida y degradación de humedales en España, el Ministerio de Transición Ecológica ha diseñado el “Plan Estratégico de Humedales a 2030″, pero, tal y como reflejan los datos, los esfuerzos no están siendo suficientes para revertir la situación y estos ecosistemas afrontan un futuro incierto.

(Con información de EFE)