Thomas “Ed” Davis, un veterano de la Segunda Guerra Mundial y de la guerra de Corea, logró renovar su licencia de conducir a la edad de 101 años. El residente de Boerne, Texas, reveló que lo hizo por simple curiosidad, ya que quería averiguar si podía superar el proceso sin dificultades. Según le comentó Davis al medio local WNEM el procedimiento no le represento un desafío: “En realidad, no fue la gran cosa. CompletÉ un formulario, me mostraron una tarjeta y me dijeron: ´¿Puedes leer eso?´. Pude leerlo, así que ahí estaba”. Este examen visual, en complemento con todos los requisitos que impone Texas a los conductores mayores de 85 años, le permitió renovar su licencia de conducir por dos años.
Davis, que todavía conduce un Chevy Silverado, le demostró a la reportera deL medio local que conserva una lucidez envidiable para la edad avanzada que tiene. “Las Chevy siempre fueron mis camionetas favoritas”, explicó el hombre. Por otro lado, en la actualidad sus viajes suelen ser cortos y siempre respetando los límites de velocidad para no ponerse en peligro ni a los otros conductores.
Durante la entrevista, los reporteros viajaban en la parte de atrás de su camioneta, Davis incluso demostró su buen sentido del humor. “¿Están todos asustados ahí atrás?”, preguntó entre risas, dejando claro que, a pesar de su edad, se mantiene vigente y con muchas ganas de vivir.
A pesar del hecho de que este hombre centenario siga manejando pueda generar controversia en algunas personas, Davis es consciente de sus limitaciones. Por ese motivo, conduce con precaución y elige trayectos cortos que sean necesarios de realizar con un vehículo. Que pueda conducir y que sea consciente de los peligros que conlleva hacerlo a su edad, demuestra el buen estado físico y mental que mantiene a su edad, que según él se debe a una vida activa y con buenos hábitos.
De acuerdo con The Drive, el debate sobre la seguridad vial de los conductores de edad avanzada no es exclusivo de Estados Unidos, ya que en países como Alemania, donde las normas de tránsito son consideradas ejemplares, se discute la necesidad de implementar pruebas más rigurosas para este grupo etario. Sin embargo, casos como el de Davis también muestran que no se puede generalizar sobre las capacidades de las personas mayores al volante.
Este no es el primer caso extraordinario dentro del entorno de Davis, ya que su hermano mayor, de 103 años de edad, también renovó su licencia conducir.