En el corazón de uno de los barrios más pintorescos y exclusivos de Buenos Aires, Belgrano R, salió a la venta recientemente una propiedad que acaba de ingresar al exclusivo listado de las viviendas más costosas de la ciudad. De hecho, se trata de la casa más cara de Belgrano y está entre las 20 más cotizadas de la ciudad, próxima a La Pampa y Superí.
Esta vivienda combina la majestuosidad arquitectónica con las comodidades de un hogar contemporáneo. La “joya del barrio” lleva las señas distintivas del arquitecto austrohúngaro Johannes Kronfuss, también conocido por la reforma y ampliación del icónico Palacio Hirsch, situado frente a Plaza Castelli, en la esquina de las calles Conde y Juramento.
“Kronfuss logró integrar elementos clásicos europeos con detalles contemporáneos para esa época, utilizaba materiales nobles y un enfoque simétrico en sus construcciones”, explicó a Infobae el arquitecto Fernando Lorenzi, del Estudio INFILL.
Kronfuss nació en 1872 en Budapest y se formó en arquitectura e ingeniería en Alemania, donde ganó varios concursos y proyectó edificios como la sinagoga de Bamberg y hoteles en Rusia y Checoslovaquia.
Llegó a Argentina en 1910 tras obtener el primer premio en un concurso para la Facultad de Ingeniería de Buenos Aires, aunque el proyecto no se concretó. Se estableció en Córdoba, donde tuvo un rol clave en la arquitectura pública y relevó construcciones coloniales en varias provincias. Su obra combinó academicismo europeo con influencias neocoloniales, destacándose en Buenos Aires edificios como el Cementerio Alemán de la Chacarita y residencias en Belgrano R.
En Córdoba, proyectó el Museo Caraffa y el Hospital de Clínicas, además de barrios obreros y capillas. Antes de su muerte en 1944, fue reconocido como Socio Honorario de la Sociedad Central de Arquitectos por su legado profesional y docente.
“Kronfuss se distinguió por la fusión de lo clásico con un obsesivo trabajo de preservación del legado arquitectónico, dejó una huella tangible en la ciudad”, dijo Lorenzi. En esta vivienda -agregó- “se observan detalles distintivos como la jerarquización de ambientes, techos ornamentados y un equilibrio armónico entre estética y funcionalidad”. Todos elementos que hacen única a la vivienda.
El Palacio y su vínculo con la casa en venta
El Palacio Hirsch es una de las residencias más emblemáticas de Belgrano R y un testimonio del patrimonio arquitectónico de principios del siglo XX. Su construcción fue impulsada por John Angus, un ingeniero escocés que fue gerente del frigorífico River Plate Fresh Meat Co. de Campana, el primero del país. Su diseño original estuvo a cargo del arquitecto inglés John Robert Sutton, quien llegó a la Argentina en 1889 y proyectó la casa bajo un estilo victoriano con influencias italianas. La residencia, inaugurada en 1895 como “Residencia Belmont”, se construyó con una estructura compacta y un hall central donde nace la escalera principal.
Angus y su familia disfrutaron pocos años de la señorial casa, ya que en la década de 1910 fue adquirida por Alfredo Hirsch. Este empresario, nacido en Alemania, llegó a ser presidente y copropietario del grupo Bunge y Born, además de un destacado coleccionista de arte. Su refinado gusto lo llevó a realizar modificaciones en la residencia, que con el tiempo y las ampliaciones se conocería como la “Residencia Hirsch”.
En la década de 1930, el arquitecto Kronfuss realizó una importante ampliación que incluyó un nuevo gran comedor, decorado con piezas del siglo XVI provenientes de la Casa de la Inquisición de Sevilla. Con los años, el Palacio Hirsch se volvió un referente de la arquitectura inglesa en Buenos Aires, y combina elementos industriales y diseños de escala.
El edificio, de estilo eduardiano, recuperó el clasicismo tras el período victoriano. Se lo vincula con la Quinta Hale y la Residencia Madero Unzué, hoy sede de la Embajada Británica
En los años ‘90, atravesó un proceso de restauración y puesta en valor con el objetivo de recuperar su diseño original. Para ello, se localizaron en Inglaterra los planos originales de Sutton y se trabajó en la conservación de su estructura. Actualmente, la residencia ya no es utilizada como vivienda privada, pero en ocasiones abre sus puertas para eventos culturales, y mantiene su legado histórico en el barrio.
La profesora Silvia Vardé, presidenta de la Junta de Estudios Históricos de Belgrano, señaló que “el desarrollo del barrio estuvo muy influenciado por sus primeros pobladores, que fueron en su mayoría ingleses. No siempre fue un trazado residencial como lo conocemos hoy. Las casas tienen un estilo británico y varios materiales fueron traídos de Inglaterra”.
El Palacio Hirsch es imponente, pero no es una excepción en el barrio. “A su alrededor también hay residencias majestuosas, no edificios de departamentos. Es parte de un conjunto arquitectónico que define la identidad de Belgrano R”, agregó Vardé.
Recorrida por la casa en venta
Aunque su diseño conserva el legado de Kronfuss y es casi centenaria, la casa que salió en venta también fue renovada para incorporar elementos contemporáneos que garantizan el confort moderno.
“En espacios como la cocina, baños y dormitorios, se introdujeron equipamientos de última tecnología, sin comprometer los detalles arquitectónicos originales, como molduras y aberturas de época”, destacó Adriana Massa, de Adriana Massa International Realty.
Posee 942 metros cuadrados, parque con piscina y está distribuida en tres niveles. Vale USD 4.300.000 y dispone de 8 ambientes, 4 dormitorios, 4 baños y dos cocheras.
A la residencia “se le hizo una renovación completa de su cocina y playroom en el altillo, que cuenta con techos revestidos en madera y terraza”, subrayó Massa.
Al ingresar, un amplio hall de recepción da la bienvenida, con detalles arquitectónicos que anticipan el estilo elegante de la casa. A un lado se encuentra el doble living, un ambiente luminoso con techos de doble altura ornamentados con molduras clásicas, que se abre a la galería con vistas al parque y la piscina.
El recorrido continúa hacia un comedor diario y luego la cocina, donde un gran ventanal enmarca la vista al jardín.
En el segundo nivel, los tres dormitorios en suite y el cuarto de huéspedes presentan techos de doble altura, refuerzan la sensación de amplitud y sofisticación. La master suite, con gran vestidor, se distingue por su generoso espacio y salida a un balcón con vistas al parque.
En el último piso, una gran terraza acompaña al quinto dormitorio independiente, equipado con playroom y kitchenette.
Aquí, los techos del altillo, revestidos en madera, aportan un ambiente cálido e íntimo, ideal para un espacio de relax o usos múltiples.
Uno de los mayores atractivos de la residencia es su ubicación estratégica en un lote central que garantiza privacidad y tranquilidad.
“Todos los ambientes están distribuidos alrededor del parque, promueven ventilación cruzada y una iluminación natural que intensifica la experiencia habitable,” señaló Massa.
Además, cuenta con un diseño que permite disfrutar de los interiores y exteriores sin interrupciones.
La propiedad reúne “pisos de roble de Eslavonia, techos de doble altura y carpintería de madera maciza”, que reflejan su esencia arquitectónica y la elevan a un lugar privilegiado dentro del mercado inmobiliario porteño.
Ciertos espacios como la cocina, los dormitorios y los baños fueron renovados con equipamiento de última tecnología y materiales más funcionales, como mesadas de piedra natural y electrodomésticos empotrados.
“La casa refleja elementos característicos de las obras de Kronfuss, como la simetría en la distribución de los espacios, el uso de materiales nobles y los techos altos, que aportan amplitud y elegancia”, concluyó Massa.