Con cada edad del ser humano hay ciertos requerimientos nutricionales que se deben seguir para tener una vida saludable y sin enfermedades. Con el pasar del tiempo, las necesidades nutricionales cambian, puesto que ciertas sustancias que el cuerpo produce naturalmente disminuyen, por lo que es importante prestarle atención a la alimentación y, en ocasiones, acudir a la suplementación. En ocasiones, las cantidades recomendadas de cada nutriente no se obtienen a través de la dieta, por lo que en esos casos, el médico puede solicitar suplementos específicos.
De acuerdo con el portal Banner Health, si desde temprana edad se lleva una dieta saludable en la que se incluyan grupos de alimentos como frutas, verduras, proteínas y carbohidratos, las vitaminas que estos contienen serán más efectivas que aquellos que vienen en pastillas o polvos, por lo que cuando hay que acudir a la suplementación, siempre es importante que este proceso vaya acompañado de un médico o nutricionista, pues muchos de estos productos no están regulados por la Administración de alimentos y Medicamentos de Estados Unidos FDA. Además, algunos pueden tener efectos secundarios en el organismo, especialmente en personas que padecen de enfermedades específicas, por lo que es importante tener un cuidado especial a la hora de elegirlos.
El portal en mención señala que para los bebés recién nacidos y que reciben el alimento de su madre, pueden requerir suplementos de vitamina D y hierro, dado que la leche materna no contiene la cantidad suficiente de dichas vitaminas. “La vitamina D es necesaria para apoyar el desarrollo cerebral y óseo del bebé”, señaló Alexandra Lessem, enfermera familiar de Banner Health, quien también aseguró que en esta etapa la alimentación puede ser más variada para contener estos nutrientes.
Por otra parte, los niños entre nueve y 17 años deben consumir 600 unidades de vitamina D y 1.000 miligramos de calcio diarios, que pueden ser proporcionados en la alimentación o suplementos formulados por el médico, cuando se determina que hay un déficit de estos. En la preadolescencia, que va desde los 11 a los 13 años, y adolescencia, de los 13 en adelante, es fundamental que el consumo de alimentos ricos en calcio y vitamina D para tener un adecuado desarrollo del sistema óseo.
Entre los 20, 30 y hasta 40 años, es importante consumir alimentos que contengan ácido fólico, hierro y vitamina B12, nutrientes que son muy importantes en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. El portal en mención señala que el ácido fólico es primordial para evitar defectos congénitos en el bebé. A partir de los 40 años, dado que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas, es importante el consumo de vitamina D y calcio, especialmente en las mujeres, que es la población que tiene más inconvenientes con el sistema óseo
Las mujeres necesitan entre 60 y 800 mg de vitamina D y entre 1000 y 1200 mg de calcio al día, según la edad y si existen algunos factores de riesgo. Asimismo, se recomienda el consumo de omega-3 presente en el pescado, porque este puede ayudar a cuidar la salud cardiovascular, las articulaciones y a prevenir enfermedades cardiacas.
Desde los 60 años, Banner Health recomienda el consumo de la vitamina B12, puesto que la producción de esta y su absorción en el organismo disminuye considerablemente, lo que podría traer consecuencias negativas como problemas cognitivos y anemia. La vitamina D también es importante en esta edad para evitar fracturas. Es importante recordar que es imprescindible consultar con el médico si se va a empezar con el consumo de suplementos. No se automedique.
Autor: Luz Ángela Domínguez Coral