El conductor de un auto Dodge del año 1997 solicitó su ingresó a Estados Unidos por el Puerto de Área de Douglas, en la frontera entre Sonora y Arizona; al volante iba un ciudadano estadounidense de 56 años; en la cajuela, una joven mexicana de 29 años que quería cruzar de manera ilegal.
De acuerdo con un reporte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), fue el pasado 27 de enero cuando los oficiales solicitaron al conductor someterse a una revisión más exhaustiva para descartar cualquier tipo de sustancia ilegal escondida en el auto.
Al revisar el vehículo en busca de narcóticos, los oficiales se percataron que el conductor tenía una actitud sospechosa y “torpe, que parecía no estar familiarizado con su vehículo”, por lo que fue sometido a una inspección secundaria con el apoyo de un binomio canino entrenado en la detección de narcóticos y humanos ocultos.
El canino se alertó cuando lo acercaron a la cajuela del auto, por lo que los oficiales procedieron a levantar la alfombra y descubrieron a la mujer que se ocultó en el hueco destinado en el área de la llanta de refacción. En entrevista con las autoridades, la joven admitió ser de origen mexicano y que no tenía con los documentos necesarios para ingresar a Estados Unidos.
“En este caso, nuestros oficiales de CBP notaron un comportamiento inusual en el momento de la inspección, y la discreción del oficial de inspeccionar más a fondo condujo al intento de contrabando frustrado”, dijo Martin Gómez, Director del Área del Puerto de Douglas
La CBP informó que tanto el conductor del vehículo como la joven mexicana se encuentran en calidad de detenidos, aunque el primero por su presunta responsabilidad en la violación de la Ley de Inmigración de Estados Unidos, mientras que la segunda procesada en consecuencia de su situación migratoria.
La detención de la joven mexicana ocurre en el contexto de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su política de deportación masiva a migrantes mexicanos, centroamericanos y sudamericanos.
Hasta el momento, el Gobierno de México ha aceptado el aterrizaje de cuatro aviones con migrantes deportados -en su mayoría mexicanos- y que forman parte de los acuerdos migratorios establecidos entre ambas administraciones. Conviene señalar que desde el 20 de enero y con corte al informe que Claudia Sheinbaum entregó el pasado 26, México ha recibido a más de 4 mil personas deportadas desde Estados Unidos.