El camino hacia el éxito pocas veces es lineal. Para algunos, la fama llega como un golpe de suerte; para otros, es el resultado de años de esfuerzo y sacrificio. Azul Carrizo pertenece a este último grupo. Su nombre se hizo conocido en la edición 2016 de Gran Hermano, cuando Jorge Rial todavía conducía el reality, pero su verdadero objetivo no era la popularidad ni el premio en efectivo. Desde pequeña, su mayor anhelo había sido vivir de la música y aquella oportunidad en la televisión representaba para ella mucho más que un simple concurso, era una puerta hacia su gran sueño.
“En ese momento era muy ingenua. Mi vida hasta el ingreso a Gran Hermano siempre había sido muy tranquila”, recordó Azul en diálogo con LA NACIÓN, quien comenzó a tocar el acordeón a los tres años junto a su familia. Criada en un entorno humilde, su pasión por la música la llevó a presentarse en iglesias, en la calle y en pequeños eventos organizados por su padre y hermanos, también músicos.
El sacrificio siempre formó parte de su rutina, mientras trabajaba como profesora de música en una escuela por la mañana y en un gimnasio por la tarde, destinaba cada peso que ganaba a la producción de su propio disco. “Las fotos me las sacaba mi hermana con el celular, mi viejo nos filmaba para sacar la carrera adelante. Con ese CD iba a todas las oficinas de productoras musicales y castings en la tele”, contó. Fue así como llegó a Gran Hermano, con la esperanza de que su talento encontrara un espacio en la industria.
Azul atravesó diez instancias de casting, pero nunca parecía ser suficiente para ser una de las elegidas por Big Brother. La semana previa a su ingreso al reality aún la recuerda con claridad: “Me pidieron que grabe otro video cantando, así que lo hice con mi papá interpretando ‘Bombón Asesino’ de Los Palmeras. Cuando llegué al hotel donde nos teníamos que aislar lo primero que vi fue un enorme piano de cola y me estaba desesperando por tocarlo. En eso llegan de la producción y me sacaron el celular y los documentos y me dijeron: ‘vos estás acá como suplente, si llega a faltar uno te avisamos’. Y me pidieron que me quedara en mi cuarto, que si yo intentaba bajar y tocar el piano que había visto quedaba descalificada”.
Para Azul, los días de esa semana en la que nada ocurría parecieron meses. Las únicas personas con las que hablaba era la gente de limpieza y el psicólogo del programa, quien un día le consultó si le gustaría que le hagan un book de fotos como el que siempre había soñado para sus discos. “Ese día sentí que era un pasito más. Fui con un top que me había hecho mi mamá con una carita feliz, porque había una remera igual que me gustaba, pero no tenía plata para comprarla, y como accesorio lleve un collar que tenía un teclado”, recordó.
Sin embargo, su posibilidad de entrar a la casa más famosa del país llegó. Y su paso por el programa no pasó desapercibido.
Azul Carrizo: su convivencia en Gran Hermano, la amistad con Ivana Icardi y el día en que quedó descalificada por una crisis nerviosa
“Yo sentía que me iba de campamento, porque desde los cinco años yo estaba acostumbrada a irme a campamentos de la Iglesia con los que conectaba con músicos de todas las edades. Pero cuando llegué a la casa era una batalla campal porque había mucha pelea por todo. Pero bueno, también hubo momentos de fraternidad y con muchos chicos pude llevarme bien, como con Macarena, que ella era mi amiga, limpiábamos y cocinábamos juntas. Con Dante, por ejemplo, cuando salí grabé un videoclip e, incluso, Ivana Icardi en su momento hasta me prestaba los esmaltes de las uñas”, recordó sobre sus días en competencia.
Azul no solo se destacaba por sobre sus compañeros por su look descontracturado, con grandes rastas de muchos colores, y los momentos en los que se ponía a cantar sola frente al espejo, sino también porque representaba a la gente común, de barrio, cargada de sueños; por eso la apoyaron desde el día uno y muchos deseaban que consiguiera el dinero para darle una casa propia a su familia y se pueda lanzar como cantante. Sin embargo, un percance en su salud la hizo quedar fuera de juego.
A sus 31 años, Azul vivió por primera vez un ataque de pánico producto del encierro, las constantes peleas y falta de alimentos, algo que la hizo estallar y querer reencontrarse con su familia sea como sea. Esto generó que en un colapso saltara la pared de la casa, se dirigiera a la calle y le pidiera a la gente que pasaba una tarjeta SUBE para irse a su casa. Al encontrarla, la producción la retuvo y debió explicar públicamente lo ocurrido, lo que le generó aún más exposición tras su cuadro.
“El día que me escapé habíamos estado jugando a un juego que consistía en estar todo atados, no habíamos comido y no había podido ir al baño porque como había uno solo todo el tiempo lo estaban usando. Ya había ido varias veces a tocar el timbre que conectaba con la producción porque encima estaba enferma, y después supe que tenía faringitis, laringitis y varicela. Entonces, eso me desbordó, la salud”, remarcó y dio a conocer un panorama mucho más crudo del juego del que se tiene en la actualidad.
En aquel entonces, a pesar de haber sido un percance médico, la producción decidió que Azul debía abandonar el programa por incumplir las normas. Este episodio es algo de lo que hasta el día de hoy se arrepiente; por lo que sueña con tener una segunda chance. “Siento que si hubiera tenido una oportunidad más hubiera llegado a la final. Yo era como el personaje favorito de la gente y más allá de haberle fallado a mi público, siento que me fallé a mí misma porque en realidad la competencia era conmigo misma. Si tuviera la oportunidad entro sin dudarlo”, explicó.
“Cuando salí al estudio me acuerdo de que había mucha gente que me gritaba que yo era la ganadora de Gran Hermano, aun cuando había quedado descalificada. Los primeros días en los que salí a la calle todo el mundo me reconocía y me perseguían para pedirme una foto, algo a lo que no estaba acostumbrada. La verdad es que era algo que siempre había deseado que me conozcan, pero por mi música; poco después me di cuenta de que no estaba preparada para toda esa exposición de golpe”, recordó la exparticipante.
Además, Azul contó que muchas personas pensaban que ella se había vuelto “rica” por salir en la televisión, algo que estaba muy alejado de su realidad. “La gente piensa que uno por hacer música o salir en un reality tiene plata y la verdad es que no. A mí me pasaba que después yo salía a tocar en el tren Roca porque lo necesitaba para vivir y la gente me reconocía y me decía: ‘¿Qué haces acá Azul? ¿Cómo podés estar tan mal?’. Y claro, es que ellos pensaban que por haber salido en un programa mi vida había cambiado. Y no me da vergüenza salir a trabajar, por eso hasta el día de hoy puede que me crucen alguna vez tocando en la calle o el tren”, aseguró la artista, quien jamás se alejó de sus raíces.
Azul Carrizo y su éxito en la música tropical como “La Dama del Acordeón”
El paso por Gran Hermano, sin lugar a dudas, le permitió a Azul Carrizo potenciar su carrera en la música tropical y convertirse en una de las invitadas predilectas al programa de América TV, Pasión de sábado. Además, tuvo la oportunidad de conocer a una gran cantidad de artistas, con los que realizó colaboraciones musicales de todo tipo.
“Mi carrera también me brindó muchas alegrías, porque uno como músico sabe que un día puede estar tocando para delante de 40 mil personas como me pasó en Chile y después quizá estar tocando en la calle para las personas que pasan. Eso a mí me hace muy feliz. También tuve la oportunidad de viajar con mi acordeón por Europa y tocar en cruceros, algo mágico”, contó.
A su vez, adelantó: “Ahora estoy tocando en una banda con una chica que se llama La Mary y también estoy viendo la posibilidad de empezar a dar clases en un centro cultural. La verdad es que a mí me emociona porque para mí lo que hago es arte, donde sea. Este año también tengo muchos proyectos con la música, hace poco sacamos una canción que es una cumbia tango y dentro de poco se viene un carnavalito que lo voy a subir a mis redes sociales”.
Aunque, en la actualidad, Azul no suele estar muy pendiente a la televisión, ya tiene una participante favorita de esta nueva temporada de Gran Hermano, Petrona, quien ya quedó eliminada de la competencia. A pesar de eso, la artista contó por qué la eligió: “Mi papá me comentó que entró a GH una señora que es de Tucumán, la verdad es que no recuerdo su nombre. Pero me puso muy feliz, porque creo que no hay una edad para cumplir los sueños y me imagino que la señora dejó a su familia y todo lo que tenía por estar ahí. El único consejo que le daría es que le meta para adelante, que demuestre que una persona como nosotros, de barrio, también puede salir adelante. Porque muchas veces se cree que hay acomodo y la verdad es que muchos la venimos peleando. El camino de la honestidad es largo, pero es el más certero”.