La Sala de Admisiones de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha acordado inadmitir la querella presentada por el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; el jefe de la oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay, y el abogado de ambos, Gonzalo Boye, contra el instructor de la ‘causa Volhov’, el juez Joaquín Aguirre, por un presunto delito de prevaricación judicial y otro de malversación.

En una resolución consultada por Europa Press, el tribunal, que preside el presidente del TSJC, Jesús Maria Barrientos, alega que, analizada la trazabilidad procesal de las actuaciones, procede a inadmitir a trámite la querella por no haber quedado acreditada «ni siquiera de modo indiciario, la existencia de actuación delictiva alguna» por parte de Aguirre, jubilado desde el 15 de enero.

Puigdemont, Alay y Boye presentaron una querella contra Aguirre después de que este dictara un auto en la Pieza Separada Catmon-Igman, en el que ordenó abrir una nueva línea de investigación dedicada a investigar una supuesta «injerencia rusa» durante el procés independentista de Cataluña.

En concreto, Aguirre pedía investigar en esta pieza separada «una serie de presuntas irregularidades en la concesión de subvenciones» entre 2012 y 2017 por parte de diferentes entidades públicas catalanas, cuyos beneficiarios serían dos personas jurídicas: CATmon e Igman.

En aquel momento, los querellantes entendieron que se les había atribuido de forma «injusta y sorpresivamente» la condición de investigados por los hechos relativos a la supuesta injerencia rusa del procés y que el juez había desobedecido a la Sección 21 de la Audiencia de Barcelona, que había estimado el recurso de apelación de la defensa de uno de los investigados.

Consideran que, la acción de Aguirre, tenía como verdadero objeto frustrar de manera «perversa» la aplicación en favor de los querellantes de la amnistía y tildaron el procedimiento de mastodóntico, prospectivo y fantasioso, según textualmente la resolución.

EXPRESIONES «DESAFORTUNADAS Y EXTRAVAGANTES»

El tribunal expone en su razonamiento que en el auto de la Pieza Separada de la Injerencia Rusa, Aguirre usó expresiones que «podrían ser reprobadas por desafortunadas y extravagantes», pero recuerda que fue revocado tras el recurso de apelación de las defensas de los investigados por la Sección 21 de la Audiencia de Barcelona.

Considera que los hechos relatados en la querella «no son constitutivos, como alega el Ministerio Fiscal, de un delito de prevaricación judicial -ni dolosa ni culposa-, así como tampoco lo son de un delito de malversación de caudales públicos».