La fiscal jefa provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, declara este jueves como investigada ante el Tribunal Supremo por la filtración de un correo electrónico relativo a Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Acudirá a la sede judicial después de que este miércoles el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, negara haber filtrado o haber dado la orden de filtrar dicho correo.
Rodríguez está citada a comparecer a las 10.00 horas ante el magistrado Ángel Hurtado en el marco de la causa abierta el pasado octubre en el Supremo por un presunto delito de revelación de secretos, en la que también se investiga a García Ortiz y al teniente fiscal de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General, Diego Villafañe, quien deberá acudir a declarar ante el Supremo el 5 de febrero.
Es la persona que la noche del 13 de marzo pidió al fiscal que investigaba a la pareja de Díaz Ayuso por presuntos delitos fiscales, Julián Salto, que le enviara todos los correos intercambiados con el abogado de González Amador para elaborar la nota de prensa que la Fiscalía terminó publicando la mañana del día 14. Salto le remitió dichos correos a Rodríguez y ella los reenvió al fiscal general.
El interrogatorio de la fiscal provincial tiene lugar después de que comparecieran más de una decena de testigos, incluida el propio Salto; la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra; el jefe de gabinete de Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez; el exlíder del PSOE de Madrid, Juan Lobato; dos jefes de prensa de la Fiscalía y varios periodistas.
Es la segunda persona investigada que declara por esta causa en el Supremo; el primero fue el fiscal general. Al comparecer como imputada, podrá acogerse a su derecho a no declarar o elegir si contesta solo a su defensa o a todas las acusaciones. El jefe del Ministerio Público optó por responder solo a su abogado y a la Fiscalía –que no ha hecho preguntas–.
LOS INDICIOS QUE APRECIA EL JUEZ
El magistrado investiga si García Ortiz, Rodríguez y Villafañe filtraron el correo electrónico que el abogado del novio de Díaz Ayuso envió el 2 de febrero al fiscal de delitos económicos que le investigaba, Julián Salto, ofreciéndose a reconocer dos delitos fiscales a cambio de llegar a un acuerdo.
El instructor acordó la imputación de Rodríguez al apreciar que había «elementos suficientes» para ello. En concreto, destacó el hecho de que se pusiera «a disposición de García Ortiz», de que fuese «la persona que facilita a Villafañe el expediente de González Amador que acaba filtrándose el día 12 de marzo en eldiario.es» y de que se prestase a «hacer llegar el correo de 2 de febrero (…) a la Fiscalía General del Estado».
Cabe recordar que el punto de partida de la investigación –cuando aún estaba en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid– fue la nota de prensa que difundió el Ministerio Público la mañana del 14 de marzo a raíz de la publicación en ‘El Mundo’ de la noche anterior, donde se afirmaba que la Fiscalía había ofrecido un pacto al abogado de la pareja de Díaz Ayuso en una investigación por presuntos delitos fiscales.
La nota de prensa de la Fiscalía, que explicaba que la propuesta de acuerdo partía de la defensa, incluía información de los correos cruzados entre el abogado de González Amador y el fiscal Salto. El Supremo, al asumir la causa, descartó que hubiese una revelación de secretos en aquel comunicado porque los datos que ofrecía ya se habían publicado horas antes en los medios.
Así las cosas, el alto tribunal puso el foco en la filtración a la prensa –durante la noche del 13 de marzo– en el correo electrónico en cuestión, el que el abogado de González Amador envió el 2 de febrero a Salto ofreciéndose a reconocer dos delitos fiscales a cambio de llegar a un acuerdo.
LOS MENSAJES INCAUTADOS
En su intento de esclarecer qué pasó el 13 y el 14 de marzo, el magistrado ordenó la entrada y registro en el despacho del fiscal general y en el de la fiscal jefa provincial de Madrid. También autorizó que se incautarán todos los dispositivos electrónicos y encargó a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que analizase los chats y correos electrónico enviados y recibidos entre los días 8 y 14.
En los dispositivos del fiscal general, la UCO halló «cero mensajes»; en el caso del móvil de la fiscal jefa provincial, redactó un informe con un relato cronológico de «todas las comunicaciones» que mantuvo con «otros miembros de la Fiscalía en relación con los hechos investigados», incluidas las mantenidas con García Ortiz la noche antes de que se publicara la nota informativa.
El 13 de marzo, Rodríguez informó al fiscal general de que la denuncia contra González Amador por delitos fiscales ya estaba presentada y que había sobre la mesa la posibilidad de una conformidad.
Esa misma noche volvieron a hablar sobre las 23.12 horas, cuando García Ortiz envió a Rodríguez la nota de prensa que se pretendía difundir. A las 23.24 horas, la fiscal provincial de Madrid le contestó al fiscal general que tanto ella como la fiscal decana de delitos económicos de Madrid, Virma Alonso, consideraban que la nota estaba «perfecta».
Tras trasladar su aval a la nota informativa, el jefe del Ministerio Público le dio las gracias y Rodríguez añadió: «Aunque dan ganas de incorporar un poquito de cianuro».
Según recogen los mensajes intercambiados entre ambos, García Ortiz le pidió a Rodríguez trasladar su agradecimiento a Alonso y a Salto por las gestiones realizadas esa noche. La fiscal provincial agradeció «a todo el equipo de Fortuny».
La fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, aseguró en su declaración como testigo del pasado 16 de enero que llegó a reñir a Rodríguez por enviarle al fiscal general los correos relativos a la pareja de Díaz Ayuso. «Pilar, los van a filtrar», le advirtió.