Hombre orinando sentado (Mejor con Salud)

Ahora mismo todo el mundo puede orinar de pie, independientemente de su biología. Aunque, en general, no es muy necesario, para aquellas personas que, generalmente, lo deben hacer sentadas, hay otra solución para cuando la falta de espacio o el exceso de suciedad provocan que finalmente se adopte una posición entre sentarse y no hacerlo, una especie de sentadilla incómoda que pone a prueba la fuerza y el equilibrio. Existe, desde hace algunos años, el llamado urinario portátil, una especie de embudo de silicona que permite orinar de pie y que, aunque puede significar una mayor comodidad en según qué circunstancias, trae el inconveniente de tener que limpiarlo.

Además, aunque pueda ser más cómodo, especialmente si hace frío o no hay aseos disponibles, aparentemente no es tan recomendable para nadie, según Carles Errando, urólogo de la Fundación Puigvert (una institución sanitaria monográfica en Urología, Nefrología, Andrología y Medicina Reproductiva), que habló al respecto en su última intervención para el programa Tot es Mou de 3cat.

Las recomendaciones profesionales de Carles Errando

En resumen, el experto recomienda de manera tajante que tanto hombres como mujeres orinen sentados, ya que evita (o reduce la posibilidad de desarrollar) problemas de salud y hace que cada visita al lavabo sea más eficaz. Según el urólogo, el sentarse permite que la musculatura se relaje: “La musculatura necesita relajarse para poder miccionar bien. Orinamos peor (de pie), queda la orina dentro y al cabo de poco tiempo volvemos de nuevo al lavabo”, explicó. Además, según el Departamento de Urología del Leiden University Medical Center, al orinar sentado no se tensionan los músculos de la vejiga, lo que ayuda a evitar problemas de próstata.

Mujer con dolor al orinar (Shutterstock)

Según el experto, esa mayor relajación muscular permite orinar de forma más efectiva, lo que significará hacer menos visitas al aseo: “Si logramos relajar la musculatura, independientemente del número de cervezas que tomes, solo visitarás ese lavabo una vez en lugar de cuatro”.

Carles también recomienda evitar eso de orinar de cuclillas, sin llegar a sentarse, aunque se deba a que la taza esté demasiado sucia. Se dice fácil, pero sabe de lo que habla, y tiene que ver, una vez más, con que esa postura incómoda evita una relajación total de la musculatura.

Además, el experto ofreció una serie de consejos para orinar de la forma más efectiva y saludable. El primero sería relajar correctamente los músculos del suelo pélvico para permitir un flujo completo. Si se tiene la sensación de que es necesario hacer fuerza, lo mejor es detenerse y tratar de relajarse aún más. Tampoco es recomendable aguantarse las ganas de ir al baño, ya que retener la orina por períodos largos podría aumentar el riesgo de infecciones urinarias y afectar la salud de la vejiga, por lo que debe intentarse ir al aseo cuando se sienta la necesidad y sin esperar demasiado.

Por evitar infecciones de las vías urinarias, también es muy recomendable limpiar la zona después de orinar, además de tomárselo con calma y asegurar que no queden residuos de orina. Por último, es importante hidratarse suficientemente: cuando la orina es de un amarillo intenso, significa que no se está bebiendo suficiente agua, y el tono saludable es claro o, como mucho, ligeramente amarilla.