Fueron catorce horas de sangre y balazos en una lonja de no más de treinta cuadras que separan la avenida San Martín hasta Camino de Cintura, en el partido de La Matanza. En ese estrecho sector que va desde la avenida Juan Manuel de Rosas, exruta 3, hasta Crovara, fue asesinado el chofer de una aplicación de viajes, un jubilado mató a un ladrón, de 15 de años que le apuntó con un arma para robarle la camioneta y un efectivo de la Policía de la Ciudad fue baleado por delincuentes que lo interceptaron para llevarse la moto.

Por la sucesión de homicidios, como el de Hilda Cristina Tello, una madre de ocho hijos, asesinada por delincuentes que dispararon contra el interno 623 de la línea 174, en San Justo; el ataque contra Román Escudero, un trabajador, de 24 años, al que balearon para robarle la moto en Isidro Casanova; el tiroteo entre un policía bonaerense que terminó con las muertes de dos ladrones que quisieron robar una moto en Villa Madero y el asalto contra el ministro de Transporte provincial, Martín Marinucci, en Ramos Mejía, La Matanza se convirtió en territorio de mayor violencia durante los últimos 15 días.

El ataque contra el oficial de la fuerza de seguridad porteña no fue un episodio aislado. Según fuentes de la Policía de la Ciudad, durante lo que va de 2025, hubo 30 enfrentamientos en los que intervinieron efectivos porteños. De esos tiroteos, 14 enfrentamientos ocurrieron en La Matanza.

Además, en los últimos cuatro años fueron asesinados 14 efectivos de la Policía de la Ciudad. A trece de esos policías lo mataron en territorio bonaerense, cuando se dirigían a tomar servicio desde sus domicilios en distintos distritos del conurbano a las dependencias porteñas o regresaban a sus casas.

El recrudecimiento de la violencia también quedó expuesto con el hecho de que al menos seis de esos 14 homicidios ocurrieron en los últimos 13 meses. Durante 2024 los efectivos porteños sufrieron 172 enfrentamientos en territorio bonaerense; mientras que en 2023 hubo 98 tiroteos, lo que significó un crecimiento del 75 por ciento en un año.

En todos los ataques los policías no vestían uniforme porque no estaban de servicio. Esto significa que resultaron blancos de los robos no porque eran policías sino porque los delincuentes los eligieron para robarles las motos o los automóviles en los que circulaban. En el momento que los apuntaron con armas, debido al estado policial, se identificaron como integrantes de una fuerza de seguridad, impartieron la voz de alto a la que los delincuentes respondieron con balazos.

El primero de los tres hechos de violencia ocurridos en jurisdicción de La Matanza en 14 horas ocurrió en Asia y Charrúa, en Isidro Casanova. Hasta esa esquina había llegado Omar Quispe Teccse, de 38 años y nacionalidad peruana, para llevar a un pasajero que abordó su Peugeot Partner, en Lomas del Mirador.

Un vecino encontró al chofer de una aplicación de viajes sentado al volante de su utilitario. El conductor agonizaba y, todavía presentaba signos vitales. Fue llevado al hospital Paroissien, donde falleció.

Por la noche, a las 21.15, en San Martín y Crovara, un jubilado, de 71 años, mató a uno de los delincuentes que intentaron robarle su camioneta Toyota SW4 cuando la estacionaba en la vereda de su casa.

Los asaltantes vieron al vecino cuando llegaba a su vivienda y se pusieron a la par con la camioneta doble cabina en la que venían de cometer otro asalto .

Al advertir que uno de los asaltantes le golpeó el vidrio de la ventanilla con un arma, el jubilado le disparó. El ladrón cayó muerto en el acto con el arma en la mano, mientras que el cómplice abordó la camioneta y huyó con otro cómplice, al mismo tiempo que el vecino disparaba contra el vehículo.

Al revisar el arma del ladrón abatido, los peritos en criminalística determinaron que se trataba de una réplica. El asaltante tenía 15 años y vivía en el barrio las Achiras de Villa Celina.

En esa localidad fue robada la camioneta Renault Oroch blanca que los delincuentes usaron para asaltar al jubilado, de 78 años, en Villa Madero. Según los vecinos, con dicho vehículo los delincuentes concretaron más robos en la zona. Circularon durante 24 horas con una camioneta robada, cometieron robos y nadie los detuvo. Hasta que llegaron a la casa del jubilado en San Martín y Cabildo y el vecino al que quisieron asaltar mató a uno de los ladrones. El vecino, de 78 años, fue atacado a diez cuadras de Crovara y Palacios. Allí, el viernes pasado un policía bonaerense que custodiaba la oficina de una empresa prestadora de servicios mató a un ladrón, de 22 años, que intentó asaltar a un motociclista.

Catorce de los 30 enfrentamientos entre policías porteños y ladrones se registraron este año en La Matanza

Dos horas después del ataque contra el jubilado y a treinta cuadras, en Camino de Cintura y Ruta 21, un grupo de delincuentes interceptó al efectivo de la Policía de la Ciudad, Andrés Mamani. El oficial se identificó como integrante de la fuerza de seguridad porteña e impartió la voz de alto. Entonces, uno de los asaltantes le disparó un balazo en el abdomen. Mamani fue internado en el hospital Balestrini y los médicos evaluaban la posibilidad de trasladarlo al hospital Italiano.

La zona de la muerte

El ataque contra el policía Mamani ocurrió en la denominada zona de la muerte, tal como se conoce al tramo del Camino de Cintura, entre las rotondas de La Tablada y de San Justo.

Allí, hace una semana, en el cruce de Camino de Cintura y Alberti, un policía de la Ciudad mató a uno de los cuatro delincuentes que intentaron robarle la moto. Mientras que el

7 de diciembre de 2023. Cristian Emanuel Ferreyra Ananía, oficial mayor de la Policía de la Ciudad, fue asesinado mientras esperaba a su pareja en Camino de Cintura y El Zorro.

En los tres hechos, hubo dos elementos en común: los agresores se refugiaron en el mismo lugar: la denominada villa Palito y no había móviles de la policía bonaerense en la zona.