La trágica muerte de Evelyn Daiana Carrera, de 35 años, ocurrida hace seis días, dio un giro inesperado cuando su madre reveló que, el 12 de diciembre pasado, la joven le escribió en una servilleta que estaba siendo abusada sexualmente y que, presuntamente, era un enfermero de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Central de Mendoza quien la atacó sexualmente mientras agonizaba.
Aunque no podía hablar debido a complicaciones postoperatorias y se encontraba sedada y debilitada tras la intervención quirúrgica, nada la detuvo: Evelyn pidió una servilleta y una lapicera para denunciar el calvario que padecía. En uno de sus breves mensajes, dejó plasmada la estremecedora frase: “Me violan, me violan”. A pesar de su delicada condición, logró aportar otros indicios mediante una frase incompleta en la parte superior de la servilleta: “ene fm e, el vienes”. Se presume que el principal sospechoso sería un enfermero de ese centro de salud.
“Cuando entro a la sala, ella me mira y se pone a llorar. No dejaba de llorar y me hacía señas de que quería escribir”, relató Daniela Galván, cuñada de Evelyn, en una entrevista con Canal 7 de Mendoza.
La víctima, madre de dos adolescentes de 15 y 17 años, había ingresado el 30 de noviembre al Hospital Central por una afección intestinal que requirió una cirugía de urgencia. Según la familia, Evelyn sufrió una perforación intestinal durante la intervención y debió permanecer en cuidados intensivos.
Tras ser alertada sobre el abuso sufrido, la madre de Evelyn fue inmediatamente al Polo Judicial Penal para denunciar el presunto abuso.
Flavio D’Amore, titular de la Fiscalía de Instrucción N.° 14 (quien subroga a Darío Nora, fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual), solicitó las imágenes de las cámaras de seguridad del sector donde la paciente estaba internada.
Con esto, buscó identificar a los enfermeros que la atendieron y determinar la identidad del presunto agresor sexual. Además, se dispuso la realización de peritajes físicos y la extracción de muestras genéticas a la víctima.
Sin embargo, por el momento no se halló material genético que permita proceder en la identificación del presunto abusador. La hipótesis de la fiscalía apunta a que el abuso habría ocurrido durante la higienización de la paciente en su habitación.
Según relató Daniela Galván, cuñada de Evelyn, en una entrevista con Canal 7 de Mendoza, la mujer había sido derivada “a sala común tras tres intervenciones en terapia intensiva”. Luego de presentar la denuncia, se asignó custodia policial en la habitación.
Los familiares decidieron no hablar del tema mientras la víctima continuará internada, por temor a represalias; esperaban abordar la situación con más calma una vez que recibiera el alta, algo que nunca sucedió, ya que el 22 de enero, Evelyn murió durante su cuarta operación.
El trágico final de la joven madre impulsó a la familia a presentar una segunda denuncia, esta vez, por mala praxis.
La mala praxis
El fiscal de Homicidios, Carlos Torres, es quien investiga si hubo mala praxis en la cirugía que, según la familia, provocó la perforación intestinal que derivó en el deceso de Evelyn. El cuerpo de la mujer fue trasladado hace unos días al Cuerpo Médico Forense (CMF) con el objeto de realizarle una autopsia.
“Nos prohibieron entrar al piso donde estaba internada y ninguno de los médicos quiso firmar el certificado de defunción”, advirtieron los allegados en una entrevista televisiva, remarcando la falta de colaboración del personal del hospital.
Tanto el Ministerio de Seguridad y Justicia de Mendoza como la Secretaria de la directora del Hospital Central de Mendoza comunicaron a LA NACION que, por el momento, “no van a brindar información, ya que, el caso se encuentra en manos de la Justicia».
Mientras la Justicia mendocina avanza para determinar si los procedimientos médicos, en la intervención quirúrgica, cumplieron con los protocolos requeridos, también tramita la causa por abuso sexual que Evelyn alcanzó a denunciar.
Sus familiares exigen que se esclarezcan las circunstancias en que la mujer perdió la vida y los hechos que la llevaron a escribir, en sus últimas notas, un desgarrador testimonio de abuso en uno de los sectores más sensibles de la atención médica.