En tiempos donde la regla es vivir acelerados y permanentemente abrumados por demandas, propias y ajenas, es fundamental encontrar la manera de implementar pequeños hábitos que jueguen a favor de nuestro bienestar cotidiano. Álvaro Bilbao, neuropsicólogo especialista en el funcionamiento cerebral y conferencista en el ciclo Aprendemos Juntos 2030, la plataforma de contenidos inspiradores del BBVA, sostiene que la mejora radica en el conocimiento personal, e identifica dos claves. La primera: conocernos a nosotros mismos en profundidad. La segunda: entender cómo funciona nuestro cerebro.

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Según Bilbao, las emociones nos proporcionan una guía y actúan como brújula, señalándonos hacia donde caminar. Además, aclara que todos los sentimientos son lícitos y que aparecen para acercarnos información esencial. A la vez, indica que es necesario estar atentos a las llamadas “líneas rojas”, que ayudan a controlarnos y protegernos. En este sentido, distingue tres tipos de líneas: las relacionadas con la integridad física; por ejemplo, no ir en auto con una persona que conduce alcoholizada. Las que tienen que ver con nuestro bienestar físico: dormir poco, fumar, no hacer ejercicio, tener un estilo de vida sedentario y una alimentación poco saludable.

Las banderas o líneas rojas son alertas para aprender a protegernos

Por otro lado están las líneas que se relacionan con la forma en la que protegemos a nuestra mente y cuya acción incide en nuestro estado de ánimo. Expresiones como: “no podés”, “sos tonto” o “qué vago” son dañinas para nuestra psiquis. “Esas son líneas rojas que no deberíamos pasar”, indica y agrega: “Estar con personas que nos tratan mal, también nos daña”.

Por último, señala que existen las líneas rojas que tienen que ver con cómo los demás nos tratan y qué es que los otros ven de nosotros, por ejemplo, al interactuar con nuestros pares o familiares.

Hábitos saludables

En cuanto a prácticas que repercutan positivamente en nuestra mente y cuerpo, Bilbao destaca por sobre todas, el sueño. Este, advierte, está muy afectado por el contacto continuo con dispositivos electrónicos y el uso de redes sociales. Entre otras cosas, esto se debe a que la luz azul que emiten las pantallas altera la percepción del día y la noche y retrasan -y, en algunos casos, impiden-, la conciliación del sueño, generando ansiedad y un descanso interrumpido. Para hacerle frente a esta tendencia insana, el experto recomienda evitar dejar los celulares, computadoras y demás pantallas dentro del dormitorio a la noche, y retomar el antiguo hábito de usar despertadores.

El sueño reparador favorece nuestra salud mental

La felicidad

“Es importante sentirnos bien dentro de nuestra mente. Solo así podemos tener una vida realmente buena”, asegura el orador. “Cuando nos preguntan si somos felices, tendemos a responder con poca certeza y muchas dudas”, observa.

La felicidad, explica, es un estado de ánimo, y suele confundirse con el placer. Sin embargo, este último es un sentimiento superficial de corta duración, que puede aparecer, por ejemplo, al saborear un helado. La felicidad, en cambio, proviene de otros tipos de experiencias, como situaciones compartidas, y transmite calma. “Es un sentimiento más profundo que, al recordarse, apacigua nuestra mente”, señala. Esto sucede, continúa, porque aumentan los niveles de serotonina y de dopamina: hormonas clave para la sensación de bienestar.

Otro punto en el que hace énfasis Bilbao es la construcción de un entorno con buenas amistades, lo cual, reconoce, no siempre es sencillo. “A veces nos encontramos en situaciones de las que no sabemos cómo salir”, comenta. “Necesitamos identificar a esos personajes que, aunque a veces nos tratan bien, la mayoría del tiempo nos maltratan”, argumenta. “Este comportamiento es una trampa que puede afectar nuestro cerebro e involucrarnos en relaciones tóxicas. Por eso, es importante decidir qué queremos hacer con esas relaciones: si conviene directamente alejarnos, o poner límites para evitar el daño”.

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Autotest para relacionarnos

Para detectar si estamos en una relación sana o en un vínculo tóxico, Bilbao propone cinco preguntas para hacernos a nosotros mismos.

  1. ¿Esta pareja es la que elegiríamos para nuestro hermano menor?
  2. ¿Estoy con esta persona solo porque no quiero sentirme solo?
  3. ¿Me gusta esta persona, a pesar de sus defectos?
  4. ¿Cuándo estoy con esta persona puedo ser yo mismo?
  5. ¿Me ayuda a construir mi autoestima?

“Las respuestas nos dirán si continuar con esa persona tiene sentido”, concluye.

Estar con las personas adecuadas, no solo favorece la salud sino que nos hace mejores seres humanos